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Este artículo es parte de la edición de octubre, 2022
Los ciudadanos europeos hablan: ¿qué buscan al comprar alimentos?
El reciente Eurobarómetro especial encargado por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) para medir las percepciones y actitudes de los europeos hacia la seguridad alimentaria y los factores que afectan a las decisiones relacionadas con los alimentos, ofrece datos de gran interés. Preguntados por cuáles son los aspectos más importantes en el momento de comprar alimentos, el coste (54%) es seleccionado con mayor frecuencia por los encuestados como el factor más importante.
El sabor (51 %) ocupa el segundo lugar, seguido de la seguridad alimentaria y el origen de los alimentos (ambos 46 %)y el contenido de nutrientes (41 %). El impacto sobre el medio ambiente y el clima (16 %) y la ética y las creencias (15 %) ocupan los últimos lugares. La importancia del precio en la decisión de compra ha aumentado en 21 Estados miembros de la UE desde 2019, y en 23 países es menos probable que los encuestados mencionen la seguridad alimentaria que en 2019.
Los datos de España difieren en algunos de los aspectos citados. Al 63% de los españoles les preocupa el coste como primer factor de elección de los alimentos (9% más que la media de la UE), seguido del sabor (52%), la seguridad alimentaria (51%) y el valor nutricional (45%), por delante del origen geográfico (41%), de su efecto en el medio ambiente y el clima -por ejemplo, la huella de carbono- (10%) y sus principios éticos y creencias, por ejemplo, en cuanto a la religión o al bienestar animal- (5%).
Tanto a nivel nacional como de la UE, los factores precio y sabor aumentan en importancia respecto de la anterior encuesta, realizada en 2019 (5% y 7% puntos más cada uno respectivamente en España), mientras el resto de atributos pesan menos en la elección. Las diferencias más claras entre los españoles y la media de ciudadanos de la UE están en el mayor peso que otorgan al precio, a la seguridad alimentaria y al contenido nutricional. Y el menor que se da a los aspectos medioambientales (un 6% inferior en España respecto a la media de la UE), y a los éticos, entre los que se incluye el bienestar animal (un 10% inferior en nuestro país).
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Por otro lado, la Comisión Europea nos dice que la estrategia “De la granja a la mesa” ( Farm to Fork ) de 2020 “es un nuevo enfoque integral sobre cómo los europeos valoran la sostenibilidad alimentaria”…y que “Las personas prestan cada vez más atención a los problemas ambientales, de salud, sociales y éticos y buscan valor en los alimentos más que nunca”. Sobre estas premisas anuncia una lista amplia de revisiones regulatorias que entrarán en vigor en los próximos años.
Podemos entender que los ciudadanos no coloquen entre sus prioridades en estos momentos el medio ambiente, pero que sí lo hagan las administraciones, para tratar de garantizar la continuidad del aprovisionamiento alimentario y reducir los riesgos del cambio climático, que amenaza la disponibilidad de alimentos en el futuro próximo. Otro asunto bastante distinto es asumir que la sostenibilidad está ligada al aumento de la producción ecológica, de los sistemas extensivos o de los requisitos relacionados con el bienestar animal.
En muchos casos las propuestas de la Comisión implican incrementar los costes, principalmente por la reducción de la eficiencia productiva ligada al aumento de recursos escasos como el suelo, el alimento y la mano de obra respecto del actual Modelo Europeo de Producción, que ya incluye importantes avances en la regulación sobre bienestar animal y sostenibilidad ambiental.
Este Eurobarómetro no deja lugar a dudas sobre las prioridades de los consumidores en 2022. Quizá la reciente pandemia haya provocado algún cambio en la percepción sobre lo que es importante en relación a los alimentos, a la vista del riesgo real de que ni estén tan disponibles ni sean tan baratos como lo eran hasta ahora.
Tenemos la responsabilidad y la oportunidad de considerar esta nueva realidad y colocarla en el lugar que le corresponde en la estrategia Farm to Fork que desarrollará la Unión Europea para los próximos años. No es un asunto menor, porque nos afecta a todos, pero con más intensidad a los más vulnerables por su situación socioeconómica.
María del Mar Fernández Poza Directora de ASEPRHU
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