Este artículo es parte de la edición de junio, 2020

Estoy pensando montar una granja de pollos. ¿Cómo proceder?

¿Por qué no montar yo también una granja de pollos, como ha hecho mi vecino?

 

La pregunta es habitual entre:

  • Personas de media edad que habitan en un medio rural

  • Que tienen unos ahorros para invertir en algo productivo

  • Que están cansados del trabajo que han estado haciendo

  • Algunos que se han quedado en el paro

  • Otros que han sabido de alguien que está ganando dinero con la cría de pollos

  • Etc.

La tentación de lanzarse a esta “aventura” es grande pues a aquel que lo ha hecho parece que le está yendo bien, desde el punto de vista económico, contando con el asesoramiento técnico de la empresa que le trae los pollitos y el pienso y luego se le lleva los pollos ya criados. Con esta idea, son muchos los que se han iniciado en el negocio de la cría de pollos “broiler” – de esos son de los que hablamos, no de los de corral de antes – pero también bastantes quienes luego han lamentado haber tomado alguna o algunas decisiones equivocadas… que ahora no tomarían si volviesen a empezar.

Esto es lo que nos ha motivado a pergeñar estas líneas, a modo de orientación, para evitar los errores que algunos han cometido al entrar en este negocio del pollo, aparentemente muy fácil – pues, efectivamente, lo es, en comparación con cualquier otra faceta del sector avícola, como lo son la producción de huevos, el sector del pavo, la reproducción, etc. -.

Pero ello no significa que no tenga sus problemas o dificultades y que esas empresas que nos pueden asesorar – las “integradoras” del sector – no valoren, a la larga, quienes son los criadores que suelen tener problemas y quienes no, o bien, aquellos que suelen obtener los mejores resultados y quienes no, estableciendo las consiguientes diferencias en las remuneraciones practicadas al final de las crianzas.  

 

Aspectos a considerar

Por consiguiente, antes de iniciar el proyecto y tomar alguna decisión precipitada, creemos que es conveniente considerar algunos aspectos tan importantes como son:

 

1. La cuantía de la inversión a realizar

Ello dependerá de las propias posibilidades económicas de las que se dispone y el nivel de endeudamiento que se esté dispuesto a asumir, con el coste que ello supone. Tener en cuenta, en todo caso, que el total disponible no solo debe cubrir el importe de la edificación ya totalmente equipada sino los gastos inherentes, al menos, de la primera crianza a realizar y los posibles “imprevistos” ya que los primeros ingresos no vendrán hasta la liquidación correspondiente de la misma por parte de la empresa integradora.

 

2. El trabajo a asumir

Teniendo en cuenta lo que comporta de crianza de pollos y, muy especialmente, si lo voy a realizar yo solo o bien con la ayuda de otra u otras personas – familiar o asalariado -.. A modo de orientación, considerar lo indicado por Arellano – ver el número anterior de SELECCIONES AVÍCOLAS – en cuanto a la UTH de este tipo de granjas, asumiendo que una persona sola puede hacerse cargo de la crianza hasta de 60.000 pollos en un par de naves de unos 4.000 m2, a jornada laboral completa, contando solo con una ayuda extra en algunos días determinados.

 

3. El número de pollos

El número de pollos que se intenta criar en la instalación proyectada, con el número de naves que comportaría y lo acabado de exponer, pero, en todo caso, en la mayoría de las zonas climáticas de la península ibérica, en base a un confinamiento en ambiente controlado. Lo aconsejable es no basarse en un número “mágico” de pollos a criar – 25.000, 30.000, etc. – ya que ello, además, dependerá de la densidad de población legal y del número de pollitos servidos por la empresa integradora y, para colmo, de los “aclarados” que ésta tenga por costumbre realizar para retirar a los de tipo asadero.

 

4. El espacio superficial

El espacio superficial de la finca de que se dispone, en base a los dos puntos interiores, así como de sus accesos y sus comunicaciones, de los necesarios suministros de agua, suministro eléctrico, etc. Tener en cuenta, en todo caso, el habilitar los suficientes espacios de maniobra de vehículos entre el obligado vallado exterior de la finca y las edificaciones en sí y considerar la posibilidad de proveer un espacio de aparcamiento exterior para los visitantes a quienes no se les permita su entrada en el recinto.

 

5. La calificación de la finca

La calificación de la finca, en la que podría desarrollar la actividad económica propuesta – la cría de pollos -, para lo que es preciso disponer de un informe del Ayuntamiento de la localidad, por escrito, una vez decidido todo lo anterior. Este informe debe ser vinculante para, posteriormente, solicitar el necesario permiso de obra en el mismo Ayuntamiento, así como a la administración autonómica correspondiente y armarse de paciencia por los meses de demora que ello puede significar.

 

6. Las empresas integradoras

Las empresas integradoras del sector del pollo operando en la zona, sobre su posible aceptación de la instalación proyectada y las posibilidades de comenzar a producir para ellas. Tener en cuenta a este respecto que, por obvias razones sanitarias, tanto si la crianza se realiza en una sola nave o en varias, ello debería ser en base a un programa «todo dentro / todo fuera» en la totalidad de la granja, aun con un desfase de unos pocos días entre la entrega de pollitos recién nacidos en las diferentes naves.

 

7. Las posibles empresas que pueden encargarse del proyecto «llaves en mano»

Teniendo en cuenta las consideraciones que indicamos más adelante. Aquí debemos recalcar la importancia de esta decisión, siempre mejor que la de encargar la edificación a un contratista conocido de la población y adquirir luego todo el equipo por separado a diversos proveedores. Esto último, como se hacía muchos años atrás, en algunas circunstancias puede resultar más económico, pero su perfecto ajuste es mucho más trabajoso y se presta a errores muy importantes, de difícil solución posterior.

 

8. Informarse mediante una asesoría imparcial

Informarse sobre la calidad ofrecida por la/s posibles empresa/s participantes en el proyecto, el detalle de lo que éste abarca, las garantías que ofrecen, los plazos de ejecución de la obra, etc. A falta de tal asesoría, es uno mismo quien debe informarse mediante su visita a otras instalaciones similares realizadas recientemente, bien en la misma zona o bien en otras, sin regatear esfuerzos ni en el tiempo dedicado a ello ni en el coste de los desplazamientos. Pero siempre teniendo en cuenta que las empresas proveedoras de las instalaciones “llaves en mano” de las que estamos tratando van introduciendo en las mismas pequeños cambios a tenor de las observaciones de los mismos criadores, quienes en este aspecto actúan como “conejillos de indias” en la dura competencia comercial entre ellas…  

 

Empresas proveedoras de proyectos de granjas

En España, actualmente hay alrededor de una docena de empresas proveedoras de proyectos de granjas de pollos, algunas de ellas operando en todo el país y otras solo en determinadas zonas.

De todas ellas, algunas lo hacen bajo el concepto “llaves en mano” por ocuparse tanto de la edificación en sí como del suministro de todo el equipo necesario para la crianza – de calefacción, ventilación, suministro de pienso y agua, etc. – y otras no, por no disponer de unos equipos propios. Pero en todo caso es importante que se responsabilicen del montaje y la puesta en marcha de todo el equipo. Puede haber, además, alguna otra empresa menos conocida a nivel nacional por haber operado, sin publicidad, a una escala más local, que tal vez habría que considerar, ateniéndose a los criterios indicados a continuación.  

Los criterios a considerar para tomar una decisión al elegir a la empresa que se encargará del proyecto deberían ser las siguientes:

  • Las características constructivas de la o las naves proyectadas, en cuanto a sus materiales, aislamiento, etc.

  • El tipo de ventilación y climatización propuesto, obviamente forzada, en base al número de pollos, las características de la zona, etc.

  • Las referencias aportadas sobre otros proyectos anteriores de la empresa, con posibilidad de realizar una visita a las granjas indicadas.

  • El detalle de la obra civil necesaria para iniciar el montaje en cuanto a los movimientos de tierras, las cimentaciones, los accesos, etc.

  • El tipo de los equipos a instalar en cuanto a la iluminación, los comederos, los bebederos, etc.

  • El coste del proyecto completo – la/s nave/s y los equipos -, ya instalados y en funcionamiento.

 

 

y una advertencia final…

¡No precipitarse en las decisiones! Si uno considera en detalle todo lo indicado en torno a los puntos antes expuestos, se comprenderá la complejidad de la decisión final a tomar y lo fácil que es equivocarse para introducirse en el sector del pollo de que tratamos. Por tanto, nuestro consejo final es éste: no precipitarse en la toma de decisiones y muy especialmente, porque luego, ¡igualmente nos tendremos que cargar de paciencia en espera de la obligada autorización administrativa para el inicio de la obra!  

 

José A. Castelló [email protected]  

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