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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de junio, 2008
Visita a una granja vacía
Vista general exterior de la granja, con la parte nueva en primer término y la vieja en el final de la foto.
Como es más que probable que quien lea este titular se extrañe un poco, al preguntarse que es lo que nos puede revelar una granja realmente “vacía”, queremos explicar, ante todo, el porque del mismo.
Aunque una granja puede estar “vacía” por multitud de razones, creemos que en el caso que nos ocupa, por ser nueva, a estrenar, y para reproductores pesados, se entenderá enseguida que si pudimos pasearnos hasta el fondo de la misma fue precisamente por eso: por no haberse poblado, todavía, con unas aves que, por lógicas consideraciones sanitarias, pudieran contaminarse con lo que pudiera aportar algún visitante indeseado. A menos que a éste se le hiciera pasar por la preceptiva ducha y cambio total de vestuario con el que, hoy en día, se obliga a pasar a todo quien tiene que entrar en una explotación de este tipo.
Pero si alguna ventaja tiene —se entiende, para el visitante— el entrar en una granja vacía es el que uno puede pasearse a sus anchas en ella, curioseando los más pequeños detalles de la misma. Esto es lo que nosotros hicimos y que ahora intentaremos explicar para nuestros lectores,
La granja, idea general
Habiendo avanzado ya que es para reproductores pesados, diremos que su propiedad es de los hermanos Masot, José Mª y Salvador, estando situada en la pequeña población de Alfés, en la comarca del Segriá, provincia de Lleida. Y aunque lo que vamos a describir es totalmente nuevo, la granja en realidad consta de dos partes, una nave antigua, de 14 x 95 m de superficie y, tras un almacén de 14 x 6 m, la prolongación objeto de este reportaje, que añade 120 m más al conjunto.
Anteriormente la parte antigua de la granja estaba dedicada a la cría del broiler pero desde hace ya tres años se había cambiado a la explotación de reproductores pesados, en su fase de producción. El re-equipamiento que se tuvo que realizar lo llevó a cabo íntegramente la conocida empresa Big Dutchman, la misma que se ha encargado de proyectar y equipar la nave nueva.
En la parte vieja, de obra, en donde se criaban los pollos, los lotes de reproductores ya finalizados albergaron 8.000 gallinas más los correspondientes gallos —un 10 %—, instalados en ella a 20 semanas de edad, cantidad que se esperaba repetir al cabo de unos días de nuestra visita. En la nueva, 10.000 gallinas, más 1.000 gallos.
El conjunto de ambas naves —221 m de longitud— parece exteriormente una sola edificación, aunque con aspecto algo distinto por las características de los muros y la cubierta. Toda la finca está debidamente vallada, con una amplia puerta para paso de camiones.
En otros campos de la localidad los hermanos Masot cultivan frutales, utilizando la cama vieja de estas naves para su abonado. Están integrados en Pondex, siguiendo siempre las instrucciones del veterinario de esta empresa en cuanto a la higiene y el manejo de las aves.
Los huevos, una vez recogidos mecánicamente en una mesa diferente para cada seminave, los almacenan en una cámara situada en el almacén central de la granja, provista de 2 puertas: se introducen por la interior, cerrando el criador con llave, mientras que el conductor del camión pasa a recogerlos dos veces por semana, no permitiéndosele entrar en la nave ya que accede al almacén, con su llave, desde el exterior.
La granja dispone de dos grupos electrógenos para emergencias, situados en una caseta exterior, cerca de la entrada en el almacén por la fachada Este.
Fachada Este de la parte nueva de la granja.
La nave nueva
En base a la experiencia adquirida en la nave “vieja”, totalmente re-equipada por Big Dutchman al pasar de la crianza de broilers a la de reproductores pesados, los hermanos Masot decidieron confiar nuevamente en esta empresa para la instalación completa de la seminave objeto de este reportaje.
La estructura de la misma es totalmente diáfana, con módulos y pies de acero cada 3 m, mientras que los muros, con 2,70 m de altura total interior, comprenden:
-un zócalo de hormigón de 25 cm de altura y 20 cm de grueso, con un aislamiento interior de 4 cm de poliuretano.
-paneles prefabricados de 1,20 m de alto, de plancha galvanizada y lacada, con 4 cm de aislamiento de poliestireno.
-ventanas de 1 m de altura x 2 m de ancho, de plástico doble, protegidas con malla metálica anti-pájaros, deslizables sobre guías exteriores y provistas de burlete de goma para un cierre hermético.
La cubierta también es de chapa galvanizada y lacada. La nave dispone de un cielo raso casi horizontal, con lo que queda una cámara de aire de unos 1,50 m en el centro, dejando una altura en este punto de unos 3,50 m. Sobre este cielorraso se colocó un aislamiento de 10 cm de lana polar —”snow white”— de muy baja densidad (d = 6)
El piso de la nave tiene una ligera pendiente desde el eje central hacia los costados.
La nave tiene 2 puertas grandes, de unos 4 m, en los extremos, y otras 2 pequeñas —80 cm—, en la fachada Este. La orientación del eje largo es en sentido N-S, reconociendo que es al revés de lo “standard”, pero se debe a la configuración del terreno y no creyendo que influya demasiado en el medio ambiente interior.
Esquema del conjunto de la granja de reproducción de los hermanos Masot
El equipamiento
Al igual que en la seminave antigua, la disposición del equipo es la misma, con el ponedero —el modelo “Colony 2+”— en eje central, sobre los slats, y teniendo a cada lado de éstos dos hileras de comedero de platos, para gallinas, otra también de platos para gallos, pero de tipo diferente, y otra de tetinas, con recuperador, sobre los slats.
Los slats son piezas de 60 x 120 cm y el ponedero tiene 1,53 m de ancho, con lo que la anchura total del foso es de 3,93 m, lo que significa que quedan 5,03 m de yacija a cada lado del mismo.
Los slats son piezas de plástico sustentadas sobre soportes de acero inoxidable, estando ligeramente inclinados hacia la yacija, con una altura en la parte delantera de 0,45 m. El frente del foso está tapado con planchas de madera con orificios, para ventilación y mejor secado de las deyecciones.
El ponedero se apoya sobre pies de acero inoxidable. El piso es una esterilla tipo Astroturf, estando programado que al atardecer se combe ligeramente para hacer caer los huevos a la cinta central, elevándose seguidamente para cerrar la abertura frontal.
La cinta central que pasa entre los nidos está perforada para recoger los huevos más limpios y es de 50 cm de ancho. El espacio para las aves del nidal tiene 53 cm de hondo.
En los 120 m de longitud de la nave hay 3 “pasillos” para ir de un lado a otro del foso, 2 en los extremos, de 1,20 m y otro en el centro, de 2,40 m, con lo que la longitud total del ponedero es de 115,20 m, totalmente correcta.
Interior de la parte vieja de la granja, ya a punto para recibir a las aves recriadas en pocos días.
Panorámica de la seminave nueva, con detalle del foso y el ponedero, así como los comederos y bebederos, aun suspendidos.
Reparto de pienso y de agua
El transporte de pienso hasta los platos de las gallinas se hace con cadena sobre una canal casi cerrada, menor que la standard del conocido comedero de cadena de Big Dutchman. La explicación de este tipo de transporte es porque la capacidad de acarreo de pienso es muy superior que con sinfín.
Los platos el pienso para las gallinas tienen 7 posturas de ajuste, en capacidad, en separación de las varillas de plástico laterales y en altura de la abertura. Así se pueden dejar graduados al principio del lote de forma que los gallos no introduzcan la cabeza.
Los platos para los gallos son diferentes, con mayor amplitud para introducir la cabeza, situándose obviamente más altos. El pienso se reparte en ellos por sinfín clásico, por no requerirse aquí una gran capacidad de transporte.
Sobre todas las filas de comederos hay situado un cable anti-aselada electrificado, con conexión a tierra.
La elevación de todos los comederos es motorizada, diferentemente para un sexo y otro.
Los platos de gallinas están situados a 75 cm, con lo que en cada línea hay unos 150 y en el total de la nave que describimos unos 600. En el caso de los de los gallos, su separación es de 2,50 m, lo que significa unos 90 en la nave.
En la nave que describimos hay 1.140 tetinas en total, en 2 líneas, a unos 20 cm entre sí, con recuperador. Estas hileras se elevan mediante torno manual.
Cada seminave dispone de 2 silos exteriores, de 25,6 m3. Los de la parte nueva están situados en el centro de la misma, ingresando el pienso en la nave a través de una tolva de 3.000 litros, situada en una caseta exterior —fachada Este— que lo pesa, con precisión de 1 g, si se quiere, para ser distribuido, separadamente, para las mini-tolvitas aéreas del comienzo de cada línea de un sexo y otro.
Los hermanos Masot, propiertarios de la granja, junto con Estanis Escoda, de Big Dutchman, en primer término.
Un perfecto control ambiental
La ventilación de la nave se controla mediante el ordenador “Viper”, de Big Dutchman, con 3 opciones:
-Natural, mediante ventanas, funcionando así la mayor parte del tiempo, con el consiguiente ahorro de electricidad.
-Cruzada, con entrada de aire por las ventanas de la fachada E y salida mediante 4 extractores de 16.000 m3/hora, situados en la fachada opuesta, a unos 1,50 m sobre el piso.
-Túnel, sólo para los días peores del verano, con 8 extractores de 46.000 m3/hora y 12 CV, situados en el muro piñón Sur, tendiendo lugar la entrada de aire por las ventanas del tercio de las fachadas más cercano al almacén.
Normalmente, una vez fijados en el ordenador los parámetros deseados, éste hace funcionar el sistema con lo que más interese, bien ventilación normal o bien cruzada, según las circunstancias del día y abriendo o cerrando ventanas de una fechada u otra. En pleno verano, al poner en marcha el sistema túnel, el ordenador ya lo entiende y cierra las ventanas de ambas fachadas, actuando sólo sobre la abertura/cierre de las del tercio más lejano a los extractores.
Distribución del equipo
Esquema de los equipos de control ambiental de la nave nueva
Según cálculos, teniendo en cuenta el peso de las aves, los caudales de ventilación proporcionados, con pleno funcionamiento de todos los extractores, en un momento u otro del año, serán de 2,10 m3/h/Kg PV en invierno y de 13 m3/h/kg PV en verano.
La ventilación túnel va ligada a la refrigeración, para lo cual hay instaladas 2 líneas de boquillas nebulizadoras, a unos 3 m de altura y a unos 4,50 m de las fachadas. El sistema es de alta presión (100 Atm) y las boquillas están a 1 m de distancia entre sí, en el extremo de la nave cercano al almacén —no las hay en los 10 primeros metros— y a 75 cm en la parte más cercana al muro piñón con los extractores.
Para el control de todo ello, en la nave que describimos dispone de:
- 6 sondas para temperatura interior
- 1 sondas para temperatura exterior
- 1 sondas para humedad relativa
- 2 sondas para alarma (máxima/mínima), conectadas a batería, por si falla la electricidad)
Para su iluminación, la seminave nueva dispone de 72 tubos fluorescentes de 58 w —de unos 2.800 lúmenes de flujo— con pantalla estanca, situados en 2 hileras en el techo, en el sentido del eje largo, a unos 6 m de distancia. Su instalación, dentro de pantallas estancas, permite el baldeo y desinfección de la nave, con toda seguridad.
Algunos aspectos del manejo
Entran las pollitas a las 20 semanas de edad, se tienen unos 10 meses en producción, como es habitual con las aves pesadas.
Siempre han utilizado reproductores Ross, lo que es por decisión de la integradora, creyendo los hermanos Masot que es de lo mejor del mercado.
A mitad de producción, en los lotes anteriores de la nave vieja, han introducido unos 150 gallos jóvenes —la técnica del “spiking” de los americanos— . Dicen que entonces no sacan a los viejos, sino sólo a algunos de éstos, en peores condiciones, a medida que los van detectando.
La liquidación económica practicada por la empresa a los hermanos Masot depende de los por resultados de la puesta y la fertilidad, indicándonos que el año pasado fue algo inferior a lo esperado debido a esta última, no demasiado satisfactoria.
Como yacija emplean siempre viruta, asegurando que es mejor que la paja, aunque ésta la hayan cortado muy pequeña.