Este artículo es parte de la edición de septiembre, 2022

Avicultura alternativa y sostenibilidad (2ª parte)

Esta es la segunda parte del artículo de aproximación a la sostenibilidad de las aves rurales. Es un tema muy complejo en el que entran en juego multitud de aspectos a tener en cuenta. En muchas ocasiones se comenta la sostenibilidad teniendo presente únicamente la vertiente medioambiental. Considero que no hay sostenibilidad, ni futuro, sin lograr cubrir las tres dimensiones: medioambiental, económica y social. Ésta última, por cierto, igual de determinante que las otras dos. Solo por este camino seremos económicamente sostenibles. Debemos dar pasos para desarrollar una avicultura socialmente aceptada tanto por los ciudadanos consumidores como por los quienes serán los próximos avicultores.

¿Quiénes serán los avicultores, ganaderos y agricultores en nuestras poblaciones dentro de 15-20 años? Sí continuamos produciendo como lo hacemos hoy, ¿tendremos relevo generacional?

En Francia, por ejemplo, es un tema tan importante que el ministerio se llama Ministerio de Agricultura y para la Soberanía Alimentaria. Soberanía conlleva sostenibilidad en sus tres vertientes, por supuesto. Y, también, supone no solo tener para comer, saciar el hambre, suficientes proteínas, sino comer lo que cada uno quiera comer, proteger la diversidad, la cultura y patrimonio alimentarios, la experiencia y el saber-hacer ancestral, así como avanzar hacia nuevos modelos productivos y productos.  

 

5. SOSTENIBILIDAD MEDIOAMBIENTAL

Siguiendo con el esquema que propone OVALI, avanzar hacia la sostenibilidad ambiental debe perseguir estos objetivos:

  1. Optimizar la gestión de los recursos:

    1. Optimizar el consumo de energía no renovables.

    2. Optimizar a utilización de recursos no renovables (aparte de la energía).

    3. Optimizar la utilización del agua.

    4. Preservar la diversidad genética y los recursos.

  2. Gestionar los impactos medioambientales:

    1. Limitar las emisiones atmosféricas de gases de efecto invernadero (GEI) y de partículas.

    2. Preservar la calidad del suelo y del agua.

    3. Utilizar los subproductos animales y vegetales del subsector.

  3. Preservar el medio natural en la zona:

    1. Integrar mejor las instalaciones en el paisaje.

    2. Minimizar el impacto de los útiles de producción sobre el medio natural.

    3. Favorecer la biodiversidad.

Por lo general, las aves rurales son criadas en naves avícolas con muy bajo consumo de energía: baja densidad de cría, ventilación natural (o con bajas necesidades) e iluminación natural. Son naves de cría que fácilmente pueden acercarse al concepto de «nave de cría con bajo consumo de energía (9), siendo el primer paso para alcanzar una nave de «energía positiva» (Bâtiment d’élevage à énergie positive BEBC+ (10), que es aquella que genera más energía que la que consume.

Sumando instalaciones para generar energías renovables en una instalación de bajo consumo, llegamos a naves que consumen menos energía que la que generan. Sin llegar a crear una «planta de energía renovable», que desvirtúe el objetivo agroganadero principal de una explotación de aves rurales, es frecuente encontrar hoy naves de gallinas camperas y ecológicas equipadas con placas fotovoltaicas y aerogeneradores eléctricos, que generan la mayor parte de la energía que consumen, e incluso explotaciones desconectadas de la red eléctrica porque son autosuficientes. Siendo la avicultura la producción ganadera que mejor optimiza la utilización de recursos no renovables, quizás, el índice de transformación es el punto más débil para las aves rurales en este apartado. Es cierto que las gallinas camperas y ecológicas consumen más pienso por kg de huevo producido que las enjauladas. Y podemos decir lo mismo para los pollos camperos.

Sin embargo, esto no se debe analizar aisladamente, sino dentro del ciclo total de vida del producto. Haciéndolo así, puede cambiar el resultado, pues la Conproducción de huevos y carne con aves rurales suele tener un marcado carácter local tanto en la producción y en sus aprovisionamientos como en la venta. No son, en general, «alimentos kilométricos». La mejora en este aspecto la encontrarán las aves rurales en los aprovisionamientos de cercanía.

Alimentar a las aves con materias primas adquiridas a los agricultores cercanos permite, además de reducir la «huella de carbono», encontrar sinergias con los agricultores de la zona al fertilizar sus tierras con el estiércol producido por las aves rurales. Como en todas las producciones ganaderas, en las aves rurales se aplica la alimentación por fases, así como todos los aditivos que mejoran el aprovechamiento digestivo de los nutrientes de la alimentación. Al igual que en otros modos de producción avícola las mejores técnicas disponibles (MTD) en la alimentación son aplicadas para optimizar el uso de los recursos naturales y minimizar los residuos.

 

 

  La optimización del agua es máxima en las aves rurales, pues el uso de bebederos de tetina que minimizan las pérdidas de agua, como en el resto de avicultura, está generalizado. Igualmente, es habitual disponer de contadores de agua que permiten tener un control preciso del consumo y detectar posibles averías que la desperdicien.

Las aves rurales no precisan, por lo general, la refrigeración por evaporación en verano o lo hacen solo en momentos concretos de máximo calor. En la producción de carne de ave se usan estirpes de crecimiento lento más rústicas y con menor necesidad de refrigeración. En la producción de huevos, la baja densidad de cría minimiza también el consumo de agua para la refrigeración.

 

La competitividad de las aves rurales no solo se fundamenta en el precio, sino que la diversidad es un valor en sí misma. Impulsar el desarrollo de las aves rurales es favorecer la biodiversidad. En la producción de carne se utilizan decenas de diferentes cruces para ofrecer al consumidor pollos variados y adaptados a todos los gustos y momentos de consumo. En la producción de huevos son igualmente las aves rurales las que más variedad aportan.

Por ejemplo, los cruces para producir huevos de diferentes colores (marrón oscuro, azules, verdes, crema…) son buscados por los pequeños productores para ser vendidos en circuitos cortos de comercialización, ya que les aporta una diferenciación que atrae al cliente y les permite incrementar el valor de sus producciones. Se espera que los trabajos que hay en marcha para la mejora genética de las razas autóctonas españolas nos ofrezcan en los próximos años aves bien adaptadas, con los programas sanitarios necesarios aplicados y en cantidad suficiente para que se concrete ese deseo de productores y consumidores de disponer de carne y huevos procedentes de nuestras razas autóctonas.

La variedad de la avicultura rural favorece claramente la biodiversidad. La reducción de los GEI procederá en gran medida del desarrollo de los circuitos cortos de comercialización y de aprovisionamiento. Estos deben conllevar igualmente colaboraciones para encontrar sinergias en este ámbito con agricultores y consumidores locales. La fertilización de las tierras con el estiércol de las aves, los acuerdos para proveer de materias primas, así como las ventas locales de las producciones de las aves rurales minimizan los GEI si se analiza todo el ciclo de vida del producto.

Además, proyectos de investigación como el «Proyecto LIFE Ammonia Trapping» (11) nos han mostrado el camino por el que avanzar para capturar amoníaco en las explotaciones de aves rurales de tamaño medio para después usarlos como fertilizante de gran valor agronómico en forma de sal de amonio (12). La baja necesidad de ventilación también minimiza la emisión de partículas a la atmósfera. La sostenibilidad y resiliencia de las producciones ganaderas no deben ser evaluadas solo en base a la eficiencia del animal, ni de la manada, sino del sistema de producción.

Reconectar la producción ganadera y la vegetal ofrece inmensas posibilidades de desarrollar sistemas agroalimentarios más eficaces, de eliminar pérdidas, reciclando biomasa entre los sectores, de reducir las emisiones de GEI y de contribuir a la eliminación de CO2 de la atmósfera, restablecer los ecosistemas, asegurando sus fuentes de suministro y la adaptación al clima (13).

Una vía de mejora de la sostenibilidad de las aves rurales es avanzar en su integración en sistemas agroforestales. Además de la producción principal de carne de ave o de huevos, la simbiosis que se da entre aves, pastos y árboles es fuente de numerosos beneficios materiales e inmateriales tanto para el medioambiente como para la sostenibilidad económica y social.

Un método para evaluar los servicios prestados por las granjas con acceso al aire libre es el método «Bouquet». Este método sistematiza el análisis para evaluar cinco categorías de servicios a través de unos indicadores mesurables, pertinentes y compartidos (14):

 

  1. Relación entre el criador y el ciudadano consumidor:

    1. Respuestas a la demanda de los consumidores y los ciudadanos.

    2. Interacción de los consumidores y la sociedad.

  2. La calidad medioambiental:

    1. Reciclaje de los nutrientes (ciclos de carbono, nitrógeno y fósforo…).

    2. Atenuación del cambio climático.

    3. Polinización.

    4. Biodiversidad y continuidad de los ecosistemas.

  3. Integración en el territorio:

    1. Creación y mantenimiento de empleos locales.

    2. Estética del paisaje.

    3. Contribución a la identidad territorial.

  4. Producción de recursos y de valores:

    1. Producción de una renta y/o constitución de un patrimonio.

    2. Aprovechamiento de productos agrícolas y de energías renovables.

  5. La calidad de vida del productos:

    1. Mejora de las condiciones de trabajo y de vida.

    2. Apreciación del oficio.

El sello «Bienestar animal avalado por ANDA» liga la producción de huevos camperos y ecológicos en explotaciones de talla humana (agricultura familiar) con la agroforestería, ya que exige que las aves tengan adquirido el hábito de salida hacia unos parques que les atraen por estar bien equipados de árboles y arbustos y que les ofrecen cobijo y condiciones adecuadas para alcanzar su máximo bienestar. Este entorno es atractivo para los pollos y las gallinas porque les ofrece un lugar semejante al que sus antepasados frecuentaban en su estado salvaje (Red jungle fowI).

Las aves rurales ocupan, en muy numerosas ocasiones, suelos que no son arables, por lo que en este caso no compiten por el suelo con la alimentación humana. La plantación de árboles y arbustos y su cuidado hace que se reduzca la erosión, se creen suelos ricos en carbono y que contribuyen a filtrar el agua, al tiempo que favorecen la biodiversidad y mejoran la integración en el paisaje.

Actualmente, en España, las granjas de gallinas camperas y ecológicas para la producción de huevos ya suman 614, que es un 45,82 % del total de las dedicadas a la producción de huevos, y cuentan con unos 4,5 millones de aves (9,5 % del parque total) (15). Esta realidad genera una red económica y social en el medio rural que lo dinamiza.

Si sumamos las granjas de pollos «camperos» y los de producción ecológica (no están contabilizados con la misma precisión que las granjas para huevos y no soy capaz de confirmar más con fuentes fiables), podemos apreciar que son varios miles de hectáreas de parques las que se engloban (una hectárea para 2.500 gallinas en producción de huevos camperos y pollos ecológicos, una hectárea por cada 5.000 pollos de cría «campero tradicional/ en total libertad y una hectárea por cada 10.000 pollos «camperos»). Al tener en cuenta lo expresado en este apartado, resulta evidente que las aves rurales ayudan a preservar el medio natural en la zona.  

 

6. SOSTENIBILIDAD SOCIAL

Sin abandonar el método OVALI, la sostenibilidad social se analiza según los siguientes objetivos y criterios:

  • Responder a las expectativas de los ciudadanos:

  • Proponer productos de calidad sanitaria y nutricional.

  • Hacer los productos accesibles a la mayor parte posible de la población.

  • Informar sobre el origen de los productos.

  • Favorecer la aceptabilidad social del subsector productivo:

  • Asegurar una actividad profesional que atraiga a los productores.

  • Desarrollar el conocimiento del oficio por la sociedad civil.

  • Anticipar y gestionar las situaciones de crisis.

  • Reforzar el vínculo con el territorio:

  • Favorecer la integración de los actores de la cadena de producción en el territorio.

  • Participar de la vida local.

  • Favorecer la implicación de los políticos.

Sin abundar en los detalles, que en buena medida ya están comentados, las aves rurales responden a las expectativas de los ciudadanos europeos. Estas han sido expresadas en numerosas ocasiones y recogidas en el Eurobarómetro con precisión. Como respuesta a estas expectativas aparece el Pacto Verde Europeo y sus Estrategias ‘De la Granja a la Mesa’ y sobre la Biodiversidad.

El bienestar animal, el procurar alimentos sanos y con sabor, que puedan ser accesibles a un gran número de ciudadanos tanto comercializados como criados para autoconsumo, un uso reducido de antibióticos, y todo ello favorecido por el uso de estirpes rústicas de crecimiento lento en la producción de carne, son características que definen a las aves rurales y los deseos de los ciudadanos europeos, que motivan a los productores y satisfacen a los consumidores.

El desarrollo de los circuitos cortos de comercialización, el comercio de proximidad y la venta directa, favorecen la comunicación y el vínculo entre los productores y los consumidores, ofrecen precios más justos tanto para el consumidor como para el productor y incentivan la economía local que da vida al campo. Los agricultores remunerados suficientemente por precios más justos son una de las mejores maneras para preservar la vida rural y el medioambiente. Y la vinculación con el consumidor una vía para competir en la globalización. Las aves rurales deben avanzar en la colaboración con los agricultores locales en busca de sinergias que impulsen la sostenibilidad y la resiliencia de sus actividades. Esta colaboración y sus beneficios deben constituir un elemento fundamental de reconocimiento en el mercado sobre el que basar su competitividad.  

 

CONCLUSIONES

  1. Las aves rurales se encuentran en el corazón del Pacto Verde Europeo y de sus Estrategias ‘De la Granja a la Mesa’ y sobre la Biodiversidad. En consecuencia, son producciones sostenibles y resilientes que responden a las expectativas de los consumidores europeos. Como complemento de la producción avícola más intensiva hacen al conjunto de la avicultura más completa, diversa y atractiva tanto para más productores como para más consumidores. Es una vía de desarrollo rural. Una oportunidad de emprendimiento para jóvenes y pequeños agricultores, que incorpora muy bien el trabajo de las personas que desean vivir en sus pueblos, aportando un dinamismo esencial para mantener la cultura y las tradiciones locales, así como para preservar el medioambiente.

  2. Una calidad que responde a las expectativas de los consumidores y los vínculos trabados en el comercio de proximidad son sus puntos fuertes para alcanzar la competitividad en mercados cada vez más globales. También, la calidad de las aves rurales permite ir a conquistar consumidores fuera de nuestras fronteras como ya lo están haciendo otros países de nuestro entorno.

  3. La colaboración con agricultura en busca de sinergias que refuercen la sostenibilidad las hace más resilientes y apreciadas. Hay que progresar por este camino.

  4. Son producciones que mejoran las condiciones de vida de los productores y que satisfacen a muchos consumidores. Aportan rentas complementarias vitales para la economía familiar y local, y hacen que los avicultores se sientan orgullosos de sus aves y explotaciones.

  5. Son sostenibles tanto económica, social como medioambientalmente. Sin embargo, para reforzar su posición deben lograrse las cuotas de poder político e influencias necesarias para que la legislación y su aplicación tengan en cuenta sus necesidades y particularidades tanto en la producción como en la comercialización. Respetar los modos de producción establecidos por la legislación europea, así como un etiquetado claro y honesto es necesario para dar seguridad a los productores, y libertad y poder a los consumidores que deseen elegir productos de las aves rurales. Para este propósito es esencial una asociación de las aves rurales en colaboración con la agricultura familiar en organizaciones que las representen y defiendan sus intereses, así como para estudiar su realidad y anticiparse en la resolución de sus amenazas.

(9) ITAVI L’ISTITUTE DE L’ÉLEVAGE (2012).

(10) ITAVI L’ISTITUTE DE L’ÉLEVAGE (2013).

(11) FUNDACIÓN GENERAL DE LA UNIVERSIDAD DE VALLADOLID (2020).

(12) http://ammoniatrapping.com/.

(13) PEYRAUD y MACLEOD (2020).

(14) CHIRON et al. (2019).

(15) Datos comunicados por el Ministerio de Agricultura a la Comisión EU en marzo de 2021.    

José Carlos Terraz

Presidente de Avialter

Extracto de la guía Cajamar Caja Rural de “Sostenibilidad en la Producción Ganadera”.  

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