Este artículo es parte de la edición de octubre, 2021

Revisión sobre los requerimientos de las ponedoras en aminoácidos

Con una extensión del trabajo original de 19 páginas y la cita de 153 referencias, sintetizamos lo más relevante de esta exhaustiva actualización de los requerimientos en aminoácidos de las estirpes actuales de gallinas ponedoras para los suscriptores de SELECCIONES AVÍCOLAS.

De ahí que, aun reproduciendo su introducción, como justificación del trabajo realizado por sus autores – de la Universidad de Sydney, Australia –, la metodología de su trabajo y los conceptos referentes a la necesidad de cada aminoácido, luego hayamos obviado las 17 tablas que contiene el mismo y nos hayamos centrado en la traducción de sus conclusiones e implicaciones prácticas.

Por último, diremos que, en consonancia con la variedad de genéticas de las ponedoras comerciales en el mercado mundial, el trabajo abarca dos tipos de gallinas muy diferentes en su origen – las blancas Leghorn y las marrones con base New Hampshire – y nada menos que los 6 tipos comerciales más corrientes actualmente en el mismo, en sus versiones “ligeras” y “semipesadas” – las Babcock, Dekalb, Isabrown, Lohmann y Shaver -. Esto último, por tanto, avala las “recomendaciones” que los autores exponen al final en sus tablas, parte de las cuales reproducimos.

 

 

Introducción

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO -, desde 1990 hasta el 2018 ha habido una expansión mundial de la producción de huevos de un 119 % – de 35,5 frente a 76,8 millones t -, lo que representa un aumento medio anual del 2,84 %. En el 2018 China ha producido 458.000 millones de huevos y Estados Unidos 109.000 millones.

Y en el 2017 China tuvo el mayor consumo de huevos per cápita – 22,7 kg -, seguido de Japón – 19,6 kg – y México – 19,3 kg . (*) Los huevos son una fuente equilibrada de nutrientes por su alto contenido en proteína, aminoácidos esenciales, ácidos grasos omega-3, vitaminas, minerales y antioxidantes. Debido a su equilibrio de nutrientes se recomiendan específicamente durante el embarazo y para el desarrollo del cerebro.

(*) N. de la R.: Para que se entiendan mejor estas cifras sobre los consumos per cápita, diremos que el de España, en el 2020, es de 14,1 kg, según el MAPA y considerando el volumen del comercio exterior, equivale a unos 227 huevos anuales con un peso medio de 63,5 g. Bajo esta base, las medias anuales de China, Japón y Méjico serían de 362, 309 y 304 unidades, respectivamente.

Además, las gallinas transfieren la vitamina D de su dieta a la yema de forma eficiente, de tal forma que ésta contiene tanto la D3 como unos altos niveles de 25-hidroxivitamina D3, lo que es importante para evitar la osteoporosis, un importante problema de salud humana.

La creciente demanda de huevos ha generado un reto para el sector de la puesta, tanto por la seguridad alimentaria, como para el suministro de pienso, problemas de enfermedades y el aumento de los costos de producción y los problemas ambientales.

De todos estos aspectos, la provisión de dietas que cubran lo mejor posible los requerimientos de las ponedoras es fundamental para optimizar el empleo de las materias primas, reducir los costes de producción y atenuar la pérdida de nutrientes por los efluentes – nitrógeno y fósforo – liberados al medio ambiente. Los aminoácidos y la energía son dos componentes críticos en las formulaciones de alimentos de menor costo para las ponedoras. Sin embargo, los requerimientos de aminoácidos varían según la raza, la edad, las estrategias de alimentación, las condiciones de alojamiento y la precisión con la que se hayan evaluado.

Además, la mejora genética y el mayor rendimiento de las gallinas han modificado los aportes óptimos de aminoácidos y energía, que son interdependientes. Por otra parte, la creciente disponibilidad de aminoácidos sintéticos o cristalinos exige una mejor apreciación de los niveles totales en las dietas, simplemente porque su dinámica digestiva difiere de los unidos a las proteínas. Y tal vez no se ha prestado suficiente atención a los requerimientos en aminoácidos de las ponedoras desde los datos del NRC de 1994 ya que los resultados posteriores son algo inconsistentes. Nuestra revisión muestra los datos relevantes de manera integral con el fin de identificar las deficiencias halladas y recomendar las directrices que se deberían seguir en las futuras investigaciones.  

 

Metodología

Los estudios seleccionados en esta revisión abarcan a partir de 1994, determinándose el impacto de algunos aminoácidos individuales en el rendimiento de las ponedoras, aunque en otros casos se aplicaron modelos estadísticos estándar para estimarlos. Cuando los datos lo han permitido se han tabulado los impactos de los niveles de aminoácidos sobre la ingesta de pienso y en relación con varios parámetros del rendimiento.

El índice de conversión del pienso y la masa de huevos se consideraron los parámetros más apropiados para el estudio, habiendo sido la base bajo la cual hemos elaborado nuestras recomendaciones finales. Para llegar a unas recomendaciones de aminoácidos en ponedoras los estudios recientes han utilizado varios métodos de evaluación, incluyen regresiones lineales, cuadráticas y polinómicas de líneas discontinuas, modelos exponenciales y funciones de segundo orden.

En varios de los estudios analizados se aplicó más de un método de evaluación; por lo que fue posible comparar los impactos que tienen los mismos en las recomendaciones.  

 

Perfil del huevo en aminoácidos

La proteína de la yema se sintetiza continuamente en el hígado, mientras que la del albumen se sintetiza en el magnum de forma discontinua. Esencialmente, la yema de huevo, el albumen y la cáscara con su membrana constituyen, respectivamente, el 30, el 60 y el 10 % del peso total del huevo y los contenidos en proteína bruta se muestran en la tabla 1.

Las lipoproteínas de baja y alta densidad, la fosvitina y la livetina son las proteínas principales de la yema, mientras que la ovoalbúmina, la ovotransferina, los ovomucoides, la ovomucina, la ovoglobulina y la lisozima lo son de la clara.  

Tabla 1. Contenidos de la materia seca del huevo en proteína bruta comestible

Razas de gallinas Huevo entero, g/kg Yema, g/kg Albumen, g/kg
Leghorn blanca 464 a 474 31,2 a 31,5 845 a 852
New Hampshire 441 a 450 28,5 a 30,7 829 a 840

 

El perfil de los principales aminoácidos de los huevos, hallados en la bibliografía, se muestra en la tabla 2. Sin embargo, hay poca información sobre el impacto de los niveles de aminoácidos en el pienso sobre sus perfiles en el huevo y los datos hallados son ambiguos.

Algunos autores han hallado que la composición de aminoácidos en los huevos varía con la raza, la edad, la dieta y el entorno ambiental aunque otros indican que estos factores no la alteran, siendo posible que esta disparidad pueda deberse a diferencias en los procedimientos analíticos utilizados.  

Tabla 2. Concentración del huevo en algunos aminoácidos (g/kg de materia seca)

Autores Carvalho y col. Ali y col Donadelli y col.
Lisina 36,9 28,9 41,4
Metionina 16,5 16,2 17,4
Cistina 8,7 6,1 11,4
Treonina 24,5 21,8 23,7
Triptófano 6,0 8,7
Arginina 33,5 27,3 32,7

 

Recomendaciones para ponedoras en aminoácidos

Las recomendaciones de aminoácidos para las gallinas ponedores no son consistentes, lo que puede deberse a diferencias genéticas entre razas y el método de evaluación de los requerimientos. Por lo general, las pautas de aminoácidos específicas de la genética de las aves son las utilizadas en la práctica como requerimientos dietéticos, exponiendo en la tabla 3 las cifras indicadas por varias de ellas. Curiosamente, hay diferencias notables en algunos casos.  

Tabla 3. Ingestas de aminoácidos digestibles recomendadas por distintas genéticas (mg/d)

Genéticas Hy-Line W36 Hy-Line Brown Lohmann Brown – lite Lohmann Brown – classic ISA Brown
Lisina 800 820 680 720 851
Metionina 420 410 320 360 462
Metionina + cistina 730 746 610 660 735
Treonina 560 574 470 500 598
Triptófano 170 172 150 150 191
Arginina 860 853 700 750
Isoleucina 640 656 540 570 767
Valina 700 722 500 630 819

 

Los requerimientos en aminoácidos de las gallinas de tipo Leghorn fueron publicados por el NRC en 1994 y aún siguen considerándose una de las principales referencias, pese a la mejora genética de las aves y a los más elevados rendimientos logrados en los últimos 26 años. En consecuencia, se han publicado varios estudios recientes, aunque utilizando diferentes metodologías profesionales.

Además, se han realizaron varios experimentos en los que se ha determinado el requerimiento de un solo aminoácido y se ha introducido el concepto de las proporciones ideales de aminoácidos para los broilers y los cerdos a fin de facilitar la alimentación de menor costo.

Este enfoque también se ha adoptado para las ponedoras, como se puede ver en el resumen que se muestra en la tabla 4, elaborado en base a los niveles indicados por sus autores a partir de diferentes ensayos bajo diversas condiciones experimentales.  

Tabla 4. Niveles de aminoácidos ideales digestibles, en relación con la lisina, en dietas para ponedoras.

Genéticas Coon y Zhang, 1999 Leeson y Summers, 2005 Rastango y col., 2005 Bregendahl y col., 2008 Lemme, 2009
Lisina 100 100 100 100 100
Metionina 49 51 50 47 50
Met. + cistina 81 88 91 94 91
Treonina 73 80 66 77 70
Triptófano 20 21 23 22 21
Arginina 130 103 100 104
Isoleucina 86 79 83 79 80
Valina 102 89 90 93 88

   

 

Conclusiones e implicaciones

El impacto ambiental del sector avícola se está convirtiendo en un reto importante debido a la excreción de nitrógeno y las dietas con un menor contenido proteico se han señalado como una solución potencial. Sin embargo, los efectos de reducir la proteína de la dieta en el rendimiento de las ponedoras aún no se han investigado a fondo ya que, por una parte, se han observado unos resultados inconsistentes mientras que en otros estudios no.

Se ha observado una falta de atención a la dinámica digestiva de las dietas bajas en proteína suplementadas con niveles más altos de aminoácidos no unidos a la misma, lo que coincide con una vieja teoría de Osonka y col. – 1947 – de que estos afectan a la síntesis de proteínas de huevo de manera diferente. Por lo tanto, es importante investigar más a fondo la dinámica digestiva de las proteínas en las ponedoras para que se mantenga su rendimiento.

Además, es evidente que el peso del huevo es el parámetro más sensible a la suplementación con aminoácidos no unidos a la proteína, con el enfoque en el impacto de la dinámica digestiva de ésta en la síntesis del albumen y de la yema. Alternativamente, la baja reserva de nitrógeno de las aves alimentadas con dietas bajas en proteína podría originar una insuficiencia de aminoácidos no esenciales, pero pocos estudios han examinado los efectos de estos en las ponedoras. Curiosamente, algunos estudios han informado que la suplementación con glicina mejora la digestión de las grasas y el índice de conversión de las ponedoras y que el ácido glutámico es necesario para la mineralización ósea y la calcificación de la cáscara del huevo.

La mayoría de los estudios sobre ponedoras han estimado el requerimiento de un aminoácido sin considerar los efectos de otros. Se ha demostrado que los aminoácidos dietéticos compiten por la absorción intestinal a través de una serie de sistemas transportadores y que algunos tienen efectos antagonistas mutuos. Además, se han descrito efectos interactivos de los aminoácidos en la ingesta de pienso de las ponedoras.

Por lo tanto, es importante diseñar ensayos que tomen en consideración tales interacciones. Por otro lado, los niveles de proteína de las dietas experimentales y su relación con la energía podrían ser un factor que altere los requerimientos en aminoácidos debido a los cambios en el balance entre los mismos y las funciones hepáticas. Es más, los parámetros de rendimiento utilizados para estimar los requisitos de aminoácidos se han modificado por los niveles de proteína y energía de la dieta, y no pueden determinarse con precisión. Y, por último, muchos estudios han abarcado solo un corto período de tiempo, no representativo de toda la producción y ya se sabe que ésta no es estable durante toda la puesta, por lo que pueden requerirse diferentes niveles de proteína y energía en determinados momentos.

Como se ha indicado antes, los requisitos en aminoácidos de las ponedoras son diferentes debido a las numerosas variables, como son la raza, la edad, el sistema de alojamiento y la dieta basal.

Esto se destaca en las variaciones de las recomendaciones de lisina por diferentes genéticas, por lo que la lisina se utiliza como aminoácido de referencia – tabla 3 -. Por lo tanto, la inconsistencia de los requerimientos en aminoácidos que aparece en la bibliografía puede no aplicarse a un nivel comercial. Como solución, nuestra revisión sugiere que se deben desarrollar unas proporciones ideales de aminoácidos específicas para las variables mencionadas. Es más, la valoración de las recomendaciones de aminoácidos debería depender de la optimización de los parámetros de la producción, al igual que en nuestra revisión hemos observado variaciones en dependencia de los aumento de peso, la producción y el peso del huevo y el índice de conversión.

Por lo tanto, es importante elegir el parámetro o combinación de parámetros más adecuado que represente el modelo de negocio. Esta revisión ha asumido que el índice de conversión y la masa de huevos son lo que mejor refleja lo que requiere la producción industrial, habiendo elaborado con esta idea las recomendaciones sugeridas en la tabla 5, mientras que las basadas en el tipo genético de las gallinas, según los datos más recientes, se muestran en la tabla 6.  

 

Tabla 5. Recomendaciones en aminoácidos para maximizar la masa de huevos y la conversión del pienso, en comparación con los datos del NRC (mg/ave/d) (*)

Referencias NRC (1994) Totales Digestibles
Lisina 690 717 726
Metionina 300 324 260
Met. + cistina 580 603 621
Treonina 470 457 486
Triptófano 160 178 149
Valina 700 614 532
Isoleucina 650 437 648

(*) Los valores totales son de 24 semanas de edad hasta el final de la puesta, en algunos casos y los digestibles generalmente a partir de 32 semanas.

 

Tabla 6. Recomendaciones en aminoácidos de algunas genéticas de ponedoras (mg/ave/d) para maximizar la masa de huevos y la conversión del pienso

Genéticas Leghorn Hy-Line W-36 Lohmann
Valores totales digestibles totales digestibles totales digestibles
Lisina 717 630 726 762
Metionina 260
Met. + cistina 721 613 654
Treonina 458 4455 466 502
Triptófano 203 179 130 176
Valina 614 489 576
Isoleucina 469 648 426

 

En el futuro, teniendo en cuenta lo que decrece la producción de huevos a partir del pico de la misma, alrededor de las 40 semanas de edad, al mismo tiempo que sigue aumentando el peso de los mismos, pero se reduce la calidad de la cáscara, sería necesario completar más experiencias para conocer las proporciones ideales de aminoácidos que se requieren para una producción persistente, en lugar de una producción óptima.

Pero como el envejecimiento reduce la eficiencia de la función hepática, habrá que tener en cuenta que los requerimientos en aminoácidos para una producción persistente de huevos podrían ser más altos que para una producción normal y el reto consistirá en proporcionar las dietas adecuadas de alta densidad a las aves más viejas.    

SHEMIL P. MACELLINE Y COL. Poultry Sci., 100: 101036. 2021  

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