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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de mayo, 2021
Una empresa de capital riesgo aportará fondos para la expansión internacional del modelo de granja sostenible Kipster
El innovador modelo de granja avícola de puesta sostenible Kipster, inagurado en Holanda en 2017 y que contó con el apoyo de la Universidad de Wageningen – ver SELECCIONES AVÍCOLAS nº 706 – ha decidido dar el salto internacional.
El capital para la internacionalización procederá de fondo de capital riesgo especializado.
Para ello el fondo de capital riesgo BRIGHTLANDS AGRIFOOD FUND aportará el capital necesario, asesoramiento financiero y “know how” para expandir la marca y la producción internacionalmente. Brightlands Agrifood es un fondo que proporciona capital económico a proyectos agroalimentarios con potencial de crecimiento. Con base en los Países bajos actualmente aporta más de 120 M de Euros de capital riesgo a través de un ecosistema inversor con nombres como BVP fund IV, Chemelot Ventures, Limburg Ventures, etc.
Posible expansión vía franquicias
Está por ver si la expansión internacional funcionará vía franquicias, en cualquier caso, si comportará realizar inversiones locales pues su principal argumento de venta, la sostenibilidad de sus huevos perdería su razón de ser si los huevos no son producidos localmente.
El huevo Kipster, el primer huevo neutro en carbono
El proyecto Kipster empezó su andadura en los Países Bajos en 2013, y desde su inicio tuvo como objetivo dos premisas: producir, el que ellos consideran, el primer huevo neutro en carbono del mundo; y, en segundo lugar, que las instalaciones y el manejo girasen en satisfacer todos los deseos de una gallina.
La primera granja Kipster abrió a finales de 2017 en Venray, Holanda y enseguida logró captar un brutal impacto mediático en todos los continentes fruto de varias apuestas arriesgadas como su atrevida arquitectura, el uso -contracorriente – de gallinas blancas y no de color por su mayor sostenibilidad, el garantizar que los pollitos hermanos de esas ponedoras no se sacrificaban en la incubadora, un diseño “transparente”, una zona de visitas con área de picnic y zona de juegos para niños, etc. En esencia su principal argumento comercial era, y es, que sus huevos tenían impacto cero en el medio ambiente.
Despertando el interés de los inversores
Para el que probablemente sea el país con mayor innovación agroalimentaria del mundo, como es Holanda, no es extraño que existan fondos de capital que apuesten por un valor seguro como es la alimentación y la sostenibilidad a diferencia de países como en el sur de Europa que han preferido apostar su capital riesgo a proyectos relacionados con el turismo o la tecnología y en general han presentado un total desconocimiento de las importantes rentabilidades que pueden obtenerse con inversiones inteligentes en el sector primario.
Esto por no hablar de la banca. Es por ello por lo que Kim de Boer, gerente del Fondo Brightlands Agrifood Fund, ha declarado: «El equipo de Kipster entiende plenamente cómo combinar el bienestar animal con la producción de un huevo de una manera climáticamente neutral. Invertimos porque creemos que el concepto Kipster merece ser ampliado internacionalmente. Queremos contribuir a este crecimiento y ampliar la conciencia del consumidor sobre la producción de proteína animal de una manera sostenible».