Este artículo es parte de la edición de febrero, 2021

Transferencia de las pollitas recriadas a la nave de puesta

 

TRASLADO A LA NAVE DE PUESTA

La transferencia a la nave de puesta es un stress para las aves ya que experimentan dos tensiones:

  • Por el manejo y el transporte involucrados en el traslado desde el criadero a las instalaciones de puesta.

  • Por el cambio del medio ambiente de la crianza al entorno de la nave de puesta.

Por lo tanto, la transferencia requiere una planificación y gestión cuidadosas. Siempre debe hacerse cuando aún no ha comenzado la producción de huevos, a más tardar dos semanas antes.

El propósito es que las aves tengan tiempo para recuperarse del estrés que represente la transferencia y que el rápido desarrollo ovárico no se deprima, aunque, por desgracia, éste coincide exactamente dentro del período de transferencia.  

 

PREPARACIÓN EN LA GRANJA DE RECRÍA

Una transferencia tardía conlleva el riesgo de daños a las aves, en particular al ovario. En una situación ideal, las aves se transfieren a las 16 semanas de edad y en todo caso no más tarde de los 119 días, lo que les permitirá adaptarse completamente a la nueva nave de puesta antes del inicio de ésta.

Cuando las aves se transfieren demasiado cerca del inicio de la puesta, aumenta el riesgo posterior de peritonitis pues su traslado con un ovario maduro puede causar la ruptura de los folículos del mismo, que luego se depositan en la cavidad corporal y pueden provocar este problema. Una transferencia tardía también puede provocar la puesta de huevos en el suelo, ya que las aves no han tenido tiempo suficiente para acostumbrarse a su nuevo entorno. Cuando se transfiere, el lote debe alimentarse con una ración de pre-puesta o de puesta, no usando la misma ración anterior de recría ya que su densidad de nutrientes es demasiado baja.

Para garantizar una transición suave entre la recría y la producción, lo ideal es que los equipos de bebederos, comederos e iluminación sean similares. Las pollitas deben haberse recriado con unos sistemas que coincidan con los que se utilizarán más adelante en producción y, además, las aves deben estar entrenadas adecuadamente para moverse hacia arriba y abajo de los diferentes niveles, especialmente en los aviarios, así como para aselarse. Esto les ayudará a encontrar el agua, el pienso y los nidales enseguida después de la transferencia.

Hay un período preliminar importante antes de la transferencia, en el cual el lote ha de estar preparado para las condiciones que encontrarán en la nave de puesta. Deben considerarse los siguientes puntos:

  1. Las aves siempre deben tener al peso corporal propio de la raza, lo que no debería ser simplemente según su edad sino también según el momento de su madurez sexual. Tener en cuenta que debido al estrés causado por la transferencia, el peso de las aves puede reducirse entre un 10 % y un 15 % debido a la pérdida de humedad.

  2. La intensidad de iluminación debe aumentarse durante un período de 2 a 4 semanas y ha de ser la misma que la de la nave de puesta.

  3. La temperatura de la recría también debe ajustarse, generalmente un poico por debajo, durante unas 2 a 4 semanas antes, para que sea similar a la de la instalación de puesta.

  4. Estos dos cambios deben hacerse no menos de una semana antes de la transferencia para que el lote esté bien acostumbrado a las condiciones de la nave de puesta.

  5. Dos semanas antes de la transferencia, las aves solo deben ser manipuladas para los controles rutinarios de la uniformidad y del peso corporal. Las aves deben haber tenido todas las oportunidades de crecer, incluso durante este período crítico.

  6. La retirada del pienso antes del traslado no debe pasar de 6 horas y debe adaptarse a la duración del transporte y a las condiciones climáticas.

  7. Las vacunas deben administrarse al menos una semana antes de la transferencia a fin de obtener una buena reacción vacunal. Una transferencia tardía o prolongada a menudo conduce a un inicio tardío de la puesta, una mayor mortalidad y un mayor riesgo de puesta de huevos en el suelo.

  8. Una práctica recomendada es proporcionar grit insoluble a las aves, idealmente durante todo el período de cría, pero si no al menos 2 semanas antes de la transferencia. En este momento, el grit debe tener un tamaño de 3 a 5 mm y suministrarse a razón de 4 g por ave y semana.

 

PREPARACIÓN EN LA GRANJA DE PUESTA

La nave de puesta debe estar bien preparada antes de la llegada de la nueva manada, considerándose los siguientes puntos:

  • Se debe implementar un programa de higiene apropiado para evitar la transmisión de enfermedades.

  • El mantenimiento y las reparaciones de la nave de puesta deben completarse antes de la llegada del nuevo lote.

  • Drenar las líneas de bebederos y proporcionar agua fresca el día antes de la llegada de las nuevas pollitas. Esto es crítico, ya que la clave para un buen inicio de la nueva manada estriba es el suministro de agua. Cuanto mejor sea la calidad de ésta, menor será la depresión en la ingesta de pienso después de la transferencia.

  • Cuando se utilizan bebederos de tetina, hay que asegurarse de que su altura durante los primeros 7 días esté ligeramente por encima de la espalda de las aves, elevándose luego para garantizar que estas se estiren cómodamente para llegar a ellas. Si se emplean bebederos de campana, deben llenarse hasta el doble de la profundidad normal y bajarlos hasta unos 20 cm sobre el nivel del suelo durante los primeros dos o tres días.

  • La nave debe secarse antes de la llegada de la nueva manada pues un edificio húmedo deprime a las aves y además es frío, especialmente en invierno. Si cuenta con una superficie de «slats» se podría poner paja debajo de estos con el fin de absorber la humedad y mejorar el medio ambiente.

  • La nave se debe precalentar en épocas de frío.

 

LA TRANSFERENCIA EN SÍ

Un momento ideal para el traslado es durante la madrugada. La perturbación de las rutinas de beber y comer se minimiza si las aves se trasladan cuando su día comienza en la granja de recría.

El vehículo y el equipo de transporte deben estar limpios y desinfectados. Todo el lote debe transferirse dentro del mismo día ya que esto causa menos estrés y evita el problema de las bajas temperaturas si las naves de recría y de puesta quedan parcialmente llenas.

Se deben hacer todos los esfuerzos antes y después de la transferencia para mantener los consumos de agua y de pienso de acuerdo con la rutina normal. Se deben tomar precauciones para minimizar la exposición indebida al viento, la lluvia y el sol durante el cambio ya que estos factores son muy estresantes.

La transferencia va acompañada de cambios en el ambiente, la temperatura, la humedad y el equipo. Por lo tanto, es una fuente importante de estrés y debe llevarse a cabo lo más rápido posible. Debido al estrés al que se someten las pollitas durante e inmediatamente después de la transferencia, es extremadamente importante que se complete antes de la aparición de los primeros huevos.  

 

LA ILUMINACIÓN

La duración de la iluminación durante la puesta debe considerar el programa utilizado durante la crianza.

El cambio de información detallada sobre el programa de iluminación utilizado en la cría, incluyendo tanto las horas totales de luz como la intensidad de ésta y los horarios de encendido y apagado de las luces, es esencial para una mejor adaptación de las aves al ajustar los mismos para que coincidan.

En los sistemas de aviario se debe entrenar a las pollitas para que regresen al mismo cuando se apaguen las luces, utilizando para ello un programa de atenuación lumínica a fin de que ninguna pollita permanezca en la zona de yacija cuando las luces estén apagadas ya que con ello se minimizará la puesta de huevos en el suelo.  

 

EL CONSUMO DE AGUA

Las aves pueden deshidratarse durante la transferencia.

La pérdida de agua es de entre el 0,3 % y el 0,5 % por hora, según las condiciones atmosféricas: 4 g/hora a 20 °C y más de 8 g/h por encima de 30 °C. Los dispositivos de agua de bebida deben haberse drenado antes de que lleguen las pollitas para asegurarse de que funcionan correctamente.

Las pollitas recién llegadas deben beber antes de alimentarse, a lo que ayuda la falta de pienso en la transferencia. Esperar de 3 a 4 horas antes de la distribución del pienso y verifique que antes todas las pollitas hayan bebido adecuadamente.

Un control diario del consumo de agua es de suma importancia. Si se usan bebederos de tetina en la nave de puesta, pero las pollitas no se han criado con estos, aumentar la presión y permita una cierta pérdida de agua durante los primeros días.

 

COMIENZO DE LA VIDA REPRODUCTIVA DE LA POLLITA

Para la llegada de las pollitas al lugar de puesta tener en cuenta que su descarga es un procedimiento delicado, por lo que debe hacerse lo más rápido y suavemente posible.

La nave de puesta debe proporcionar lo siguiente a las aves:

  • Un lugar seco a una temperatura en todo caso no menor de 15 °C, aunque 18 C es lo óptimo, especialmente en climas fríos.

  • Para favorecer la ingesta de agua ésta debe estar limpia y fresca cuando lleguen las pollitas.

  • Para mejorar el apetito de las aves, es mejor utilizar la alimentación en harina en vez de ad libitum.

 

El período de las primeras 48 horas después del traslado es crítico, requiriéndose supervisión y observación para garantizar el comportamiento normal de toda la manada.

Tener en cuenta los siguientes puntos:

  1. Las aves deben ser soltadas cerca de los bebederos y comederos.

  2. Vigilar los hábitos normales de bebida dentro de las 6 horas posteriores a la llegada.

  3. El apetito y el consumo de pienso deben ir en aumento.

  4. La temperatura: debe estar entre 15 y 18 °C y aunque el aire fresco es imprescindible, también es importante que las aves no se enfríen.

  5. Referente al comportamiento de las aves, aunque al principio estarán tranquilos, gradualmente deberían volverse más activas y «habladoras» pero no frenéticas o hiperactivas.

  6. Los nidales deben estar cerrados hasta que se vea el primer huevo. Abrirlos casi 2 horas antes de que se encienda la luz principal y mantenerlos abiertos hasta el final de la tarde.

  7. La intensidad de iluminación debe ser mayor que la de la recría para poder observar fácilmente a las aves y de que estas se puedan mover fácilmente en su nuevo entorno. Y el comenzar la producción con una intensidad más alta permite reducirla más adelante en la vida de las gallinas en caso de un picaje agresivo.

  8. El atenuar luego la luz de forma gradual antes de apagarla hará que las aves se encaramen en el sistema.

  9. Se recomienda especialmente trasladar las aves que intentan quedarse sobre la yacija para ponerlas sobre los slats o en el aviario inmediatamente después de apagar la luz.

  10. Asegurarse de que cuando las luces se hayan atenuado por completo, no haya aves en el suelo. Se necesitarán de 3 a 7 días para ello, pero las aves lo harán después de forma natural y así se evitarán muchos huevos en el suelo.

  11. Una atención especial debe prestarse a las pollitas que tienen dificultades para encontrar los bebederos o comederos, que frecuentemente se pueden encontrar en el nivel superior del aviario, en la yacija o los aseladeros. Colocar estas aves cerca de los bebederos y comederos.

  12. Poner poca yacija en la zona del suelo, ya que esto atraerá a las aves a quedarse en ella.

  13. Cerrar la zona inferior del aviario, abriéndola luego cuando las aves entren en el mismo por sí solas.

  14. Al comienzo de la puesta, los huevos del suelo deben recogerse varias veces al día hasta que su nivel sea aceptable.

  15. Mantener un monitoreo continuo del crecimiento de las aves a través de su peso corporal.

Durante los primeros días, debe pasarse tiempo con las aves, observando su comportamiento y vigilando el consumo de agua y de pienso. Esto también dará tiempo para que las aves se acostumbren a sus cuidadores.

¡La inspección de la manada no debe limitarse solo durante el día!

Escuchar a las aves después de apagar las luces puede ser muy útil pues las toses y los estornudos, como resultado de una infección respiratoria, se puede detectar fácilmente cuando la manada está descansando. Además, puede observar si las aves se han posado o aselado adecuadamente.  

 

 

CONCEPTO BÁSICO DE CRECIMIENTO

Desde la transferencia, las aves continúan su crecimiento hacia alcanzar su madurez física alrededor de las 30 semanas de edad, en cuyo momento habrán aumentado su peso corporal en unos 300 g.

Después de 30/35 semanas, la mayor ganancia de peso corporal es grasa, y su exceso tiene un impacto negativo en su rendimiento para la puesta y la conversión del pienso. Un escaso aumento de peso después de la transferencia hace que las gallinas sean vulnerables y menos robustas frente a una variación ambiental, a enfermedades y al calor.

Se debe vigilar la uniformidad de la manada para evitar unos pesos extremos ya que ello afecta negativamente el rendimiento de la postura.

Desde un punto de vista nutricional, el período de prepuesta se caracteriza por un aumento de los niveles de calcio del pienso con el fin de reforzar la mineralización del hueso medular y el almacenamiento de calcio antes del comienzo de la producción.

Pero un segundo objetivo es evitar la desmineralización de las aves maduras sexualmente. Con una alimentación de recría clásica, la concentración de calcio en el pienso no es suficiente para compensar el calcio utilizado para la formación de la cáscara del huevo, lo que origina una disminución de su reserva en el hueso medular. Por ello, las gallinas sin un contenido adecuado de calcio en la prepuesta previa pondrán unos huevos con una calidad de cáscara pobre durante el último período de puesta.

Los niveles más altos de calcio en la dieta de prepuesta evitarán la desmineralización ósea de las aves que comienzan pronto su producción. También refuerza la mineralización del hueso medular antes de la transferencia y aseguran una calidad de cáscara de huevo más duradera.

La dieta de prepuesta constituye un paso, en términos de alimentación, entre la cría y la puesta, recomendándose utilizarla para que las aves se acostumbren a la alimentación posterior. Si no se emplea, el riesgo de un consumo demasiado bajo después de la transferencia a la nave de puesta es mayor ya que el aumento abrupto en el nivel de calcio desde el pienso de recría al de puesta puede conducir a una disminución en la ingesta a causa de su menor apetencia.

Durante la fase de prepuesta, las aves continúan creciendo y es durante la misma que las aves más ligeras tienen la oportunidad de mejorar y ajustar su peso corporal pues a medida que maduran sexualmente pueden comenzar a poner. Ambas cosas requieren un alto contenido nutricional para ayudar al crecimiento y producción, con unos altos niveles de proteínas y aminoácidos para cumplir con los requerimientos nutricionales.  

COMMERCIAL MANAGEMENT GUIDE. ALTERNATIVE HOUSING SYSTEMS. Hendrix Genetics: 39-43  

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