Son más de 25 los años que han pasado desde que un importante grupo de productores de huevos en España decidió que el sector tenía que organizarse y trabajar unido para resolver los numerosos problemas a los que se enfrentaba. Crearon entonces la asociación ASEPRHU, con el objetivo de constituir cuanto antes la interprofesional, la única fórmula legal que permite exactamente eso: resolver las necesidades sectoriales con gestión y fondos del propio sector. Tardaron casi cuatro años en crear la interprofesional INPROVO, y han sido más de veinte de vida de la misma los que han pasado hasta lograr su primera extensión de norma. Había retos enormes entonces y ahora.
El sector del huevo es un colectivo empresarial con diversidad de voces y visiones distintas sobre cómo afrontarlos. Hoy no somos más responsables o capaces que hace veinte años. Pero en este tiempo hemos aprendido a organizarnos, a dialogar y a ceder para salir adelante. Como en esas reuniones de los dirigentes comunitarios en las que todo parece complicado al inicio y finalmente no queda más remedio que llegar a un acuerdo por el bien de todos.
En INPROVO hemos debatido mucho sobre la utilidad e importancia de contar con la extensión de norma. Y la evidencia es abrumadora: solo los sectores que tienen en sus manos la gestión de sus propios recursos pueden avanzar en los desafíos colectivos a su ritmo y con sus estrategias. Las administraciones son útiles, pero no podemos hacer descansar en sus decisiones la solución a los problemas sectoriales.
Los socios de las asociaciones son responsables y comprometidos, pero no deben ser los únicos que aporten los recursos para defender a todo el sector. La extensión de norma es un paso muy importante porque implica a todos los productores, no solo a los que están en las asociaciones. Todos deben contribuir para que los objetivos de la extensión de norma salgan adelante, en un ejercicio de responsabilidad y madurez del sector en su conjunto. Probablemente la extensión de norma no es la solución ideal para todos, pero es la que tenemos disponible.
Ahora toca contribuir y apoyar en esta nueva fase a INPROVO. No es momento de quejarnos de lo que no hacemos o de elucubrar sobre lo que tendríamos que hacer. Es tiempo de arrimar el hombro unidos para alcanzar los objetivos que nos hemos marcado para los próximos años. Y de participar en las asociaciones sectoriales si queremos estar en las decisiones de INPROVO.
¡Enhorabuena a INPROVO y suerte para todos en este nuevo reto!
María del Mar Fernández Poza Directora de ASEPRHU