La salud y el bienestar de los pollos de engorde pueden mejorar gracias al investigador Andrew Olkowski de la Universidad de Saskatchewany sus colegas. Según ha explicado en un artículo publicado recientemente en Avian Pathology, los pollos criados para carne han sido seleccionados genéticamente para un crecimiento muy rápido, sufriendo a menudo una insuficiencia cardíaca.
A nivel mundial, las pérdidas económicas a causa de ello son muy elevadas. Para entender mejor el problema, Olkowski y sus colaboradores compararon los broilers con otros pollos de crecimiento más lento, que tienen un riesgo mucho menor de insuficiencia cardíaca, así como con pollos Leghorn, resistentes a la misma.
Según Olkowsky, al no poder ver ningún cambio que pudieran explicar el fallo cardíaco bajo el microscopio óptico, pensaron que tal vez fuera un problema más sutil, con las proteínas del músculo cardíaco en sí mismo que no son visibles con éste. Pero “cuando lo examinamos con micro-espectroscopía infrarroja, inmediatamente lo tuvimos claro”, dice Olkowski.
Usando la línea de luz Mid-IR de la Universidad, fué posible identificar proteínas dañadas acumuladas en el corazón. “Y como el sincrotrón permite ver los cambios de conformación en las proteínas, nos planteamos la hipótesis de que estos deben tener un impacto fisiológico en la función cardíaca", dice Olkowski.
Otros análisis revelaron que a los pollos les es difícil deshacerse de estos acúmulos proteicos, con efectos negativos correspondientes en su salud, lo que les puede conducir a la muerte. Y esto sugieren que tales problemas cardíacos podrían estar relacionados con la forma en que sus genes responden a factores epigenéticos, como la nutrición y su entorno.