Este artículo es parte de la edición de junio, 2020

La complejidad ambiental en los indicadores de bienestar de los broilers de rápido crecimiento

Resumen

Como el aumentar de la complejidad ambiental mediante su enriquecimiento se ha sugerido como una forma de fomentar la actividad de los pollos y el estado de salud de sus patas, hemos realizado un estudio con el fin de investigar los efectos de diferentes recursos para ello en broilers de rápido crecimiento alojados de acuerdo con la legislación europea convencional.

Los pollos de los grupos con plataformas elevadas tenían peor marcha en comparación con los criados con balas de paja y con la menor densidad de población, mientras que los del grupo de control también tenían peor marcha que los alojados con la menor densidad. Además, las aves alojadas con acceso a una plataforma elevada tenían una mejor almohadilla plantar que los criados con balas de paja y con una mayor distancia entre los comederos y bebederos. Por último, las aves criadas con balas de paja tenían una peor almohadilla plantar que las aves que podían acceder a una plataforma elevada.

No se observaron efectos de los tratamientos sobre arañazos, limpieza del plumaje, deformidades de las patas y el peso corporal.

Sobre la base de los indicadores de bienestar estudiados en este trabajo, la disminución de la densidad de población tiene el potencial de mejorar el bienestar animal, mientras que los efectos de las plataformas elevadas deben estudiarse más a fondo antes de sacar una conclusión ya que el estado de la almohadilla plantar resultó afectado positivamente, pero la capacidad para caminar no.    

 

Introducción

Uno de los principales retos en la producción actual de broilers convencional es el de la salud de sus patas y las cojeras. Los pollos actuales se crían para un crecimiento muy rápido y hay estudios que han informado de que su tiempo de inactividad es de alrededor de un 80 %, contribuyendo ambas cosas al desarrollo de cojeras y patologías de las patas, como son las dermatitis de la almohadilla plantar y, probablemente, un menor bienestar a causa del dolor, aparte de pérdidas económicas para el criador.

El enriquecimiento ambiental se ha demostrado como una posible forma de aumentar la actividad de los broilers, mejorar la salud de sus patas y disminuir la incidencia de dermatitis de contacto, al incrementar las oportunidades de comportamiento del animal y mejorar su función biológica. El enriquecimiento actúa aumentando la complejidad del medio ambiente, proporcionando más oportunidades para el comportamiento natural del ave y aumentando los niveles de actividad general.

Por ejemplo, el colocar balas de paja aumenta la complejidad ambiental al proporcionar un objeto novedoso que puede servir de forraje y de descanso elevado, así como un obstáculo para las aves que se mueven a su alrededor, escondiéndose de interacciones antagonistas. Además, la complejidad ambiental también puede mejorar mediante simples cambios del entorno, como aumentando la distancia entre los comederos y los bebederos creando un espacio heterogéneo en el que se disponen diferentes recursos.

Varios tipos de enriquecimiento ambiental han mostrado efectos positivos en el comportamiento del pollo y su salud.

La disponibilidad de yacija promueve el forrajeo (*) y el baño de polvo, reduciendo la inactividad. Cuando los pollos se crían en lotes enriquecidos con la oportunidad de escarbar y aselarse se observan mejoras significativas en el nivel de actividad y la salud de las patas. La colocación de aseladeros promueve un aumento de la resistencia de las patas, una disminución de las quemaduras de los tarsos y de dermatitis plantares y un plumaje más limpio. Los mismos aseladeros, junto con paneles verticales también reducen la incidencia de motivos de perturbación, permitiendo a las aves tener más largos períodos de sueño ininterrumpido. Además, con estos últimos los pollos están mejor distribuidos en el espacio disponible. Los pollos criados con balas de paja muestran un descanso más largo y menos cojeras que los que están sin ellas. Además, se ha demostrado que la colocación de unas plataformas elevadas a 30 cm reduce la prevalencia de cojeras en un 7 %, así como la incidencia y la gravedad de la patología de las patas. (*) Forrajeo: búsqueda de alimento (Linguae)

Las mejoras del bienestar mediante la manipulación ambiental o las condiciones del alojamiento se pueden lograr de otras maneras diferentes de un enriquecimiento ambiental.

Por ejemplo, se ha encontrado un aumento de la distancia entre los comederos y los bebederos – 2 m frente a 12 m – reduce las cojeras y la mortalidad, aumentar el tiempo en que los pollos están de pie y el que emplean para moverse y forrajear, mejorando los problemas óseos de las patas. Por otra parte, una reducción de la densidad de población puede aumentar el tiempo para correr, escarbar en la cama, , y realizar comportamientos de comodidad como aleteo de las alas y un estiramiento de las patas, lo que puede reducir la gravedad de la dermatitis plantar.

Los problemas de salud de las patas también pueden tener impacto en la productividad de la manada y en el rendimiento económico para el criador.

Por ejemplo, las cojeras se han relacionado con la mortalidad y las dermatitis de contacto con la calidad de la canal, reduciendo el valor de ésta en el matadero. Además, se ha constatado que el aumento de la actividad, por ejemplo, por la distancia entre los recursos, no afecta al crecimiento ni al índice de conversión y reduce la cantidad de grasa en la canal, mejorando la calidad de la carne. Por lo tanto, el desarrollo de una riqueza ambiental higiénica y práctica tiene el potencial de mejorar tanto el bienestar de los pollos y el beneficio económico para los criadores.

Varios estudios han investigado los efectos de la complejidad ambiental en el bienestar de pollos, pero la mayoría de ellos comparando sólo uno o dos tratamientos con un grupo control. Por ello es difícil comparar los efectos de los diferentes tipos de complejidad ambiental entre los estudios debido a diferencias en el alojamiento y el manejo. De ahí que el objetivo de nuestro estudio fue investigar los efectos de varios tipos de complejidad ambiental en la salud de las patas y el bienestar de los pollos alojados de acuerdo con la legislación europea –Directiva 2007/43/CE del Consejo, de 28-6 2007-.

Con este fin, se estudiaron 8 tratamientos diferentes que variaban en cuanto a su enriquecimiento en una instalación experimental simulando las condiciones comerciales. Los tratamientos incluían paneles verticales, el suministro de un forraje de maíz, balas de paja, plataformas elevadas, la distancia entre comederos y bebederos y una menor densidad de población, por la posibilidad de que pudieran tener efectos positivos sobre la marcha, las dermatitis de contacto u otras medidas de bienestar.    

 

Planteamiento experimental

Utilizamos pollitos Ross 308 recién nacidos sin sexar, procedentes de una planta de incubación comercial e instalados en 2 habitaciones idénticas en el mismo edificio de la Universidad de Aarhus, cada una de ellas provista de 5 departamentos en los que se simularon unas condiciones comerciales y una densidad de población final de 40 kg/m2. De recién nacidos, el fotoperíodo fue de 23 h y seguidamente se añadía cada día 1 h más de noche hasta el 6º día, en el que ya no se cambió. hasta el final de la prueba, a los 35 días, con una intensidad de luz de unos 27,5 lux.

El programa de alimentación fue el recomendado por la empresa de piensos y el suministro ad libitum, en tolvas redondas, mientras que el de agua mediante bebederos de tetina. La yacija fue de viruta de madera, con un grueso inicial de 4 cm. En total se dispuso de 9 grupos experimentales y el estudio se realizó en 6 bloques, consistentes en una repetición de los tratamientos con el fin de aumentar el número de réplicas, de 6 a 8 réplicas por cada uno.

El número de pollos por réplica, alrededor de 500, con el fin de mantener la densidad de población final de 40 kg/m2 descontando el espacio ocupado por el equipo, a excepción de los que disponían de plataformas – F y G -, con 437, y el de la menor densidad de población – H -, con 422.

  • En el tratamiento A: Para garantizar la toma temprana de alimentos, uno de los comederos se colocó a 1,5 m de los bebederos durante los 2 primeros días y luego ya en su lugar definitivo hasta el día 22, en el cual se re-distribuyeron debido a ocupar los pollos casi todo el espacio.

  • En el tratamiento C: Se suministró un suplemento de alta fibra en forma de forraje de maíz, además de la alimentación estándar, repartiéndose a diario en platos sobre el suelo y vigilando que nunca les faltara.

 

  • En el tratamiento F: La plataforma se montó a una altura de 30 cm por encima de la cama e incluyó 2 rampas para facilitar su acceso, estando vallada por debajo para evitar el acceso de las aves y mantener así la misma densidad de población.

  • En el tratamiento G: Se utilizó la misma plataforma, pero a 5 cm por encima de la cama y sin rampas de acceso.

 

FIG. 1. Esquemas de los departamentos experimentales. Los círculos grises representan comederos redondos, las líneas grises los bebederos, los círculos con una «R», en el tratamiento C, las tolvas circulares en las que se repartió el forraje de maíz, las líneas con una «P», en el tratamiento D, unos paneles verticales opacos y los rectángulos con una «S», en el tratamiento E, las balas de paja.

   

Recogida de datos

El peso vivo individual de 100 pollos por departamento se determinó en los días 0, 7, 21 y 35 de edad, mientras que en este último momento se evaluaron 60 aves de cada uno de ellos por parte de 3 observadores experimentados en cuanto a su puntuación para la marcha, la presencia de dermatitis plantares, los tarsos quemados, la limpieza del plumaje, los arañazos y las deformidades de las patas – varus o valgus -. La habilidad para la marcha fue puntuada de acuerdo con la escala de Bristol – tabla 1 – y las dermatitis plantares en una escala de 3 puntos, desde 0 – sin lesión – hasta 2 – lesión grave –.

Las quemaduras de tarsos fueron evaluadas en una escala de 4 puntos, de 0 – sin – a 3 – una gruesa costra en más del 10 %. La presencia de arañazos y deformidades de la pata fue puntuada en una escala de Sí/ No y la limpieza del plumaje en una escala de 4 puntos, desde 0 – muy limpio – a 3 – muy sucio -.  

TABLA 1. Escala de Bristol para la puntuación de la marcha (*)

Puntuación Criterios
0 Sin anormalidades detectables, movimiento fluido.
1 Ligeros defectos, difíciles de definir.
2 Defecto definido e identificable, pero sin dificultar el movimiento.
3 Defecto de marcha obvio que afecta la capacidad para maniobrar y correr.
4 Defecto grave de la marcha: el pollo sólo caminará un par de pasos, si se le empuja, antes de sentarse.
5 Cojera completa del pollo que o bien no puede caminar o bien no puede soportar su peso sobre las patas.

(*) Kestin y col., 1992.

Todos los datos registrados se analizaron mediante el software estadístico SAS 9.3, promediando las puntuaciones de las dermatitis plantares y las quemaduras de tarsos de las dos patas.

Los datos sobre la suciedad y las deformidades de las patas no pudieron ser analizados estadísticamente debido a que la gran mayoría de los pollos tuvieron una parecida puntuación.    

Resultados

  • Se observó un efecto general de los tratamientos sobre la evaluación de la marcha figura 2 -, con los pollos del tratamiento F – con la plataforma elevada 30 cm teniendo con 0,35 veces menos probabilidades de tener una puntuación media de marcha más baja que los del tratamiento H – menor densidad de población -.

Además, hubo una tendencia a que los pollos del tratamiento E – con balas de paja – tuvieran una puntuación de marcha más baja que los del F y los del H en comparación con los del grupo I – grupo control -.  

                     

FIG 2. Distribución porcentual de las puntuaciones de la marcha    

  • En cuanto a las dermatitis plantares figura 3 – se observó que los pollos del tratamiento F plataforma elevada 30 cm – tenían puntuaciones significativamente más bajas que los del E – con balas de paja -, los de los grupos B y A – con menor y mayor distancia entre comederos y bebederos, respectivamente y con tendencia a serlo en comparación con los del C con suministro de forraje -.

  • Referente a deformidades de las patas – por valgus – las mayores proporciones de pollos afectados se hallaron en los de tratamientos en F y G, ambos con plataformas – en comparación con los del tratamiento D, entre los cuales no se encontró ninguno.

 

FIG 3. Baremos de dermatitis plantares de los pollos  

  • En cuanto a la suciedad del plumaje, los pollos más limpios fueron los del grupo H menor densidad de población – y los más sucios aquellos recibiendo el forraje de maíz, aunque sin diferencias significativas entre ellos. Y, de igual forma, tampoco las hubo en cuanto a la presencia de arañazos ni en el peso vivo de los pollos, tomado en diferentes momentos durante la prueba.

       

    •  

              FIG 4. Prevalencia (%) deformidad valgus – giro hacia fuera – de la tibia

 

 

Discusión

Estos resultados muestran los efectos de los diferentes tipos de enriquecimiento ambiental en sobre los parámetros que suelen medirse en los protocolos de evaluación del bienestar de los broilers.

  • La causa de que los pollos alojados con acceso a una plataforma elevada de 30 cm – grupo F – desarrollaron menos dermatitis plantares que los alojados con 7 m de distancia entre los comederos y los bebederos – grupo A – puede ser que aquellos tienen la oportunidad de pasar menos tiempo de pie y echados en la cama, al poder subirse a aquellas, teniendo en cuenta que un conocido factor de riesgo es una yacija sucia y cargada de amoníaco. Pero, además, estas plataformas altas permiten la circulación de aire bajo las aves, que probablemente ayuda al secado de la piel húmeda y las plumas. Sin embargo, el mismo efecto no se vio en los pollos del tratamiento G, disponiendo de una plataforma elevada de 5 cm, en donde el pequeño espacio entre ésta y el suelo terminó de llenarse de deyecciones.

  • Mientras que de Jong y col. –2013 – han demostrado que el escarbar en la cama es beneficioso para la calidad de ésta, lo anterior podría ser otra explicación para las diferencias en dermatitis plantares entre los pollos criados con plataformas elevadas y los que tenían una mayor distancia entre el pienso y el agua. Uno podría haber esperado que estos últimos pasasen más tiempo en ir de un sitio a otro y menos escarbando en la cama, lo que originaría una capa superior de ésta más húmeda y cargada de deyecciones. Sin embargo, mientras que estos pollos tienen mayor actividad general que otros -Bach y col. 2010- no pudimos mostrar que los tratamientos diferían en el tiempo pasado en su locomoción o el forrajeo. Además, en otro estudio – Reiter y Bessei,, 2009 – encontraron que el aumento de la distancia entre el pienso y el agua aumenta realmente el tiempo que las aves dedican al forrajeo.

  •    Los resultados también muestran que las aves que recibían de forraje tenían a tener más dermatitis plantares que las que disponían de plataformas elevadas de 30 cm. Aunque no existen estudios previos sobre el suministro de forraje a los broilers convencionales, sí se ha demostrado que el reparto de trigo en grano sobre la yacija no hace cambiar su actividad -Bizeray y col., 2002; Jordania y col., 2011; Pichova y col., 2016-. Por otro lado, cuando los gusanos de la harina, un alimento muy valioso para los pollos, se echan sobre la cama, hay un aumento significativo de actividad para comérselos y en escarbar en la misma – Pichova y col., 2016 -. En el presente estudio, las dermatitis plantares fueron más destacadas en los pollos con balas de paja que el las que disponían de plataformas elevadas. Esto ya se esperaba, pues estudios anteriores han identificado la paja, y especialmente cuando está sin picar, como un factor de riesgo para el desarrollo de dermatitis plantares debido a su efecto sobre el contenido de humedad de la cama -Sirri y col., 2007; Bilgili y col., 2009; Dukic Stojcjc y col., 2016-

 

  • En cuanto a la facilidad de marcha, las aves disponiendo de una plataforma elevada de 30 cm tenían menores probabilidades de tener una puntuación baja – es decir, buena capacidad para caminar – en comparación con las aves criadas con una baja densidad. Teniendo en cuenta las bajas puntuaciones medias de dermatitis plantares en los pollos alojados con una plataforma elevada de 30 cm, los resultados sobre la puntuación de la marcha sugieren que la dermatitis puede no haber sido la causa principal de sus dificultades para caminar. Y aunque Sørensen y col, – 2000 – han observado una correlación entre las dermatitis y las cojeras, Kristensen y col. – 2006 – y Haslam y col., – 2007 – no lo han encontrado.

   

  • Se acepta ampliamente que una alta densidad de población afecta al crecimiento de los broilers, principalmente por un estrés térmico y mala calidad de la cama – Bessei, 2006 -. pero, de acuerdo con nuestro estudio sobre los resultados en torno al peso de los pollos sabemos que estas diferencias entre los tratamientos en la capacidad para caminar no fueron debidas a unos distintos pesos de las aves. Sin embargo, en base a un trabajo de Knierim – 2013 – comparando 4 densidades de población – 18, 25, 35 y 40 kg/ m2-, se sabe que una alta densidad aumenta las dificultades para caminar a causa de la restricción de movimientos y las dermatitis plantares. También se observó que las dermatitis plantares y las dificultades para caminar eran más frecuentes y graves en las densidades más altas y que en las más bajas los pollos podían mover más las alas, estira las patas, correr, escarbar en la cama y rascarse su propio cuerpo.

 

  • En general las aves de nuestro estudio tuvieron puntuaciones predominantemente bajas en cuanto a la marcha, con encima del 90% de ellas desde 0 a 2 y concretamente más del 50% entre 1 y 2, excepto en el tratamiento F – con plataforma elevada 309 cm – en el que hubo un 73% de los pollos en esta categoría. Estas cifras son similares a las vistas en los broilers comerciales daneses, aunque recientemente se ha informado de que el 25% de los pollos de Noruega estaban incluidos en la categoría 3 en cuanto a su aptitud para la marcha – Kittelsen y col.,2017 -, de que en otro de Bassler y col – 2013 – también se hallaban 89 manadas de los genotipos Ross 308, Cobb y Ross x Cobb, en Francia, el Reino Unido, los Países Bajos e Italia y de que, en Brasil, con pollitos Cobb mixtos, solo se observara un 3,6% de pollos con puntuaciones de 4 ó 5 – Souza y col., 2015 –.

 

  • Uno podría esperar que el efecto del enriquecimiento ambiental en la marcha podría ser más discernible si la prevalencia de las cojeras fiera más alta, como en estos casos citados. De hecho, en un estudio en Finlandia, el 29% de los broilers alojados en una nave sin acceso a plataformas tenían una puntuación de 3, lo que se redujo al 22% al instalar éstas, reduciéndose al mismo tiempo los casos de discondroplasia tibial – Kaukonen y col., 2017 -. Por lo tanto, si bien nuestros resultados no mostraron un efecto de las plataformas en relación con la aptitud de los pollos para la marcha, quizás sí se habrían visto si la prevalencia de la puntuación 3 hubiera sido mayor.

  

También es importante señalar el impacto positivo de una menor densidad de población sobra la aptitud para caminar de los broilers de rápido crecimiento.

Mientras en nuestro estudio, la densidades utilizadas fueron de 40 kg/m2 y 34 kg/ m2, en el de Kaukonen y col. – 2017 – fue de 42 kg/m2, siendo probable que parte de la discrepancia entre los resultados se deba a esta diferencia. Algo similar podría esperarse en lo que respecta a las dermatitis, con los presentes resultados quizás no mostrando más efectos de los tratamientos en comparación con el grupo control porque en general las puntuaciones eran bajas. Y otro factor que podría haber causado que las puntuaciones de la marcha en nuestro estudio fueran generalmente bajas fue el que todo pollo en evidente estado de stress debido a su cojera por ejemplo, incapaz de estar de pie con ambas patas o caminar – fue sacrificado durante las inspecciones diarias de la manada, aunque ello no influyera en los niveles de mortalidad.    

En conclusión

Los resultados de este estudio apoyan los hallazgos anteriores que la reducción de la densidad de población tiene el potencial de mejorar la capacidad de caminar de los broilers de rápido crecimiento. Además, los efectos observados de los diferentes tipos de enriquecimiento y modificación ambiental sugieren que el suministro de paja, el tiempo en contacto con la cama y la reducción del escarbado de ésta pueden ser factores de riesgo para el desarrollo de la dermatitis plantares.

Sobre la base de los indicadores de bienestar estudiados, el reducir la densidad de población tiene posibilidad de mejorar el bienestar, mientras que los efectos de las plataformas elevadas deben estudiarse más a fondo antes de llegar a una conclusión ya que el estado de la almohadilla plantar resultó afectado positivamente, pero la capacidad de caminar no, en comparación con el grupo control. Finalmente, como el estudio se realizó en una instalación experimental con pequeños lotes de pollos, un siguiente paso sería probar estos tipos de enriquecimiento ambiental en granjas convencionales a gran escala, tanto para confirmar los efectos analizados aquí como para investigar cualquier efecto adicional en la producción comercial de broilers.  

Fernanda M. Tahamtani y Col.

Poultry Sci., 99:21-29. 2020

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