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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de mayo, 2020
En Francia, celebran el etiquetado de los alimentos en origen
Según ha publicado un medio francés a fin de marzo, en el país vecino se felicitan porque la idea de etiquetar todos los productos alimenticios con indicación del país de origen ha sido prorrogada por segunda vez hasta el 31 de diciembre del próximo 2021.
Con este motivo, la FNSEA – Federación Nacional de Sindicatos de Explotaciones Agrícolas – se felicita de esta victoria porque asegura una mayor transparencia para los consumidores, al mismo tiempo que solicitan un despliegue de la misma en toda la Unión Europea.
El decreto que había anunciado la entrada en vigor de esta disposición había abarcado desde enero del 2017 hasta diciembre del 2018 y había sido prorrogado hasta el 31 de marzo de este año. Como se sabe, obliga a indicar el origen de la leche – si el producto final comprende más del 50 % de la misma – y de la carne – si el producto contiene más del 8 % de ella – cuando se utilizan como ingredientes en productos transformados, lo que permite dar al consumidor el conocer este aspecto en el momento de su compra.
La prórroga actual de esta legislación responde a una demanda creciente de los consumidores acerca de la transparencia sobre el origen de los alimentos. Según la FNSEA, sería deseable que esta obligación fuese extensiva a todos los productos y a todos los sectores. Además, los sindicatos solicitan el despliegue de esta legislación en todos los países de la Unión Europea mediante una acción de refuerzo que armonice la transparencia al respecto. Éste había sido el objetivo de la iniciativa ciudadana “Coma original, desenmascare su alimento” que, en su momento, había recogido más de un millón de firmas.
En España solo existe desde hace años una normativa de este tipo para los huevos que, al igual que en toda la Unión Europea, desde hace años han de marcarse obligatoriamente con 11 dígitos, de los cuales el segundo y el tercero indican el país de producción. En nuestro caso, “ES”. En el caso del pollo no hay obligación de hacerlo aunque desde la AVEC – la Asociación Europea para la Carne de Ave – se está estudiando proponer esta iniciativa para obligar al etiquetado de origen del producto.