Este artículo es parte de la edición de diciembre, 2019

MÁS SUELO RADIANTE PERO SIN BIOMASA

Hasta la fecha, todo lo que SELECCIONES AVÍCOLAS ha publicado en anteriores ocasiones sobre la calefacción de las naves de pollos con suelo radiante ha sido siempre mediante el empleo de biomasa. Por ello, habiendo llegado a nuestro conocimiento la puesta en marcha de una nueva instalación con este tipo de calefacción, pero por medio de gas propano, hemos tenido interés en conocerla para poder informar de ella a nuestros lectores.

JOSÉ A. CASTELLÓ

[email protected]    

En realidad, aunque aquí nos referiremos solo a una granja en concreto, la entidad que lo ha patrocinado, BonÀrea, del Grupo Alimentario Guissona, ha asesorado ya el montaje y equipamiento de otras 10 instalaciones de este tipo, principalmente en la provincia de Lérida, su principal campo de operaciones. De la mano de Ramón Sala, del Departamento de Ingeniería y Energía del mismo, pudimos realizar este visita a la última granja hace poco inaugurada, beneficiada así de la experiencia adquirida en las otras anteriores equipadas con este tipo de calefacción.  

 

LA GRANJA EN SÍ

La granja en cuestión es una de las dos explotaciones de pollos para carne de Carlos Reñé, un criador experimentado La explotación se encuentra en Sidamón, una pequeña población de la comarca del Plá d´Urgell, cerca de Lérida, estando en un terreno llano y a menos de 2 km de la misma. Dispone de otra granja en la misma población, que la ha hecho para su hijo, Vicens, que es quien la maneja,aunque con su colaboración, pues él ya tiene bastante con la granja vieja.  

En el momento de nuestra visita la granja ya había realizado 2 crianzas, a final de la primavera y en verano, teniendo unas 4 semanas los pollos que vemos, de la actual. La granja ocupa una superficie de cerca de 1 Ha, con la particularidad de ser muy alargada en sentido N-S, por lo que ha requerido que las dos naves que se han construido tuviesen que estar en hilera, y no paralelas, como es más habitual.

A unos 20 m de la barrera de entrada, en el N de la finca, se inicia el perímetro totalmente vallado que circunda las dos naves, en cuyo lugar están los depósitos de propano y los silos de pienso. En su exterior, un arcón congelador para depositar los cadáveres sin tener que entrar en el recinto de la granja.

Una de las fachadas principales de las naves, con los paneles de refrigeración en primer término y las placas fotovoltaicas en la cubierta

Al final de la nave más al S de las dos hay un estercolero cubierto, con el suelo pavimentado y ambos costados abiertos. El acceso al mismo de los camiones que recogen la cama usada es así por el camino de grava exterior al perímetro vallado.      

 

EL PROYECTO Y LAS NAVES

En cuanto a las naves para pollos en sí, se trata de edificaciones prefabricadas clásicas, de 20 x 120 m, montadas sobre una cimentación con riostras y zapatas, con pórticos a 5 m. Los muros son de panel sandwich de 50 mm con chapa metálica ondulada exterior y lisa interior, ambas de 0,6 mm,m como garantía de calidad y limpieza. La cubierta, de chapa metálica ondulada exterior y falso techo sándwich, también con chapa lisa de 0,6 mm interior, pero con núcleo de poliuretano de 60 mm. Según nos informan, el proyecto es de lo más completo que ha hecho BonÀrea Guissona, pues comprende:

  • El suelo radiante, con producción de agua caliente mediante gas propano.
  • Una instalación fotovoltaica autónoma, sin acceso a la red eléctrica exterior.
  • Una calefacción suplementaria con “cañones” generadores de aire caliente
  • La obra civil y toda la edificación – naves y anexos – prefabricada.
  • La ventilación forzada, por sistema túnel, con refrigeración mediante paneles evaporativos.
  • Los recuperadores de calor instalados en una de las naves.
  • Dos depósitosde gas propano.
  • Tres silos de 15 t con sistema pesaje individual en cada nave.
  • Dos depósitos de agua, uno de ellos para la de bebida – de la red pública- ,y otro para la de limpiezas -de pozo -.

 LA VENTILACIÓN

Como ambas naves funcionan sistema túnel y están “opuestas” por sus extremos, una de ellas tiene que extraer el aire por la fachada N y la otra por la S.

A excepción del verano, cuando actúa la refrigeración, el aire entra por 88 trampillas Fancom, modelo 3500, situadas en la parte superior de las fachadas principales, incluso en el extremo de las naves en donde están los paneles de refrigeración, por encima de estos.

Se abren mediante una varilla, pero estando dispuestas para abrirse todas de vez o solamente parte, según se requiera.

El muro piñón frontal de una nave, con los extractores de aire y los silos, dentro del vallado.

   

Los ventiladores son grandes Munters, de diferentes tipos, para funcionar unos u otros, según convenga por el caudal de aire que convenga extraer, según la edad de los pollos.

      • Dos de 19.800 m3/h, a caudal libre, en lo alto del muro testero de cada nave.
      • Ocho de 39.700 m3/h, a caudal libre, en la parte inferior de este muro,
      • Seis de 42.020 m3/h, a caudal libre, en los laterales de las naves, cerca del final.

La refrigeración se realiza mediante paneles de plástico, en el extremo de cada fachada de las naves, en sus primeros 30 m. Se accede a los mismos por un estrecho pasillo exterior, contando con una pantalla de protección contra el sol.

Según Ramón Sala, son de 15 cm y se han elegido de plástico por tener una duración superior que los clásicos, de celulosa. Aunque refrigeran algo menos, se ha valorado la durabilidad, la facilidad limpieza y el mantenimiento.

La extracción de aire funciona a una depresión de unos 25 Pa y para el control ambiental cada nave por separado está regida por un ordenador Fancom, con pantalla táctil y una conexión mediante Internet con el ordenador portátil del criador, fuere la distancia que fuere.

   

 

LA CALEFACCIÓN POR SUELO RADIANTE

Aunque ya conocida por haberse descrito en otras ocasiones (Ver los artículos publicados en los números de febrero de 2015 y abril de 2016), diremos que la calefacción por suelo radiante se realiza mediante la instalación de una red de tubos de agua por debajo del suelo, alternando los que la llevan en una dirección con los de retorno.

Otra vista exterior de la instalación, con los depósitos de gas propano.

El agua se caldea en una caldera de gas, de 320 kw, instalada en una pequeña dependencia, situada entre las dos naves. Según el instalador del sistema, han preferido el gas a lo clásico de los combustibles vegetales – biomasa -, porque estos dan mucho más trabajo en su carga y su limpieza, por requerir una menor inversión en la caldera y, finalmente, por necesitar también el gas para los “cañones” calefactores interiores.

 

La caldera de gas para caldear el agua de la instalación del suelo radiante.

 

El agua caldeada va a un depósito de 3.000 litros, situado en la misma habitación, del que parten los tubos aislados que lo llevan al inicio de cada una de las naves, desde donde, a una temperatura siempre constante, según se desea – por la edad de los pollos – pasa al emparrillado de tuberías dispuesto bajo el pavimento, que luego queda cubierto por el piso.

El deposito de 3.000 litros de agua caliente, para la calefacción por suelo radiante

 

En el mismo recinto de este equipo hay un pantalla táctil desde la que se conoce y controla la temperatura del sistema, que es independiente de la del gallinero en sí, controlada en la antecámara de cada nave. En el momento de la visita era de 31,2-31,5 ºC en los tubos subterráneos de ambas naves – que es la habitual a la que se mantiene, según nos indican – , mientras que en las naves, con pollos de unas 3 semanas era de unos 23 ºC en el aire de las mismas.

 

El entramado de tuberías de agua caliente del suelo radiante, antes de pavimentar. (Foto R. Sala)

 

El montaje de esta parrilla de tubos se hizo sobre unas placas aislantes, colocadas a su vez sobre un plástico y éste directamente sobre el terreno, previamente apisonado y nivelado.

El pavimento en sí se echó sobre los tubos con la nave ya montada, lo que garantiza un buen acabado, teniendo un grueso de unos 10 cm, a contar desde el aislante. Un aspecto a destacar de la calefacción mediante suelo radiante es la inercia que tiene este sistema, tanto en su encendido como al apagarse. Debido a lo primero, requiere ser puesto en marcha al menos 24 horas antes de la llegada de los pollitos, mientras que lo segundo significa que la caldera puede ser apagada a media crianza, dependiendo de la época del año, ya que la temperatura ambiente de las naves tardará varios días en acusarlo.

   

COMO COMPLEMENTO, GENERADORES DE AIRE CALIENTE Y RECUPERADORES DE CALOR

Por otra parte, para elevar rápidamente la temperatura ambiente de las naves y complementar esta inercia de la calefacción por el suelo radiante, cada una dispone de 3 generadores de aire caliente o aerotermos GA 95, de Munters.

Se trata de un sistema por el que los técnicos de Guissona han apostado mucho, por el ahorro energético, la mejora del ambiente de la granja y la menor humedad que se consigue, lo que en naves existentes permite una intervención rápida y una amortización a corto plazo, aunque conlleve problemas de suciedad por tener que limpiarlos con frecuencia.

Por último, una de las naves está equipada con 6 recuperadores de calor de Comavic, de 2.900 m3/h, lo que es algo menos que lo que recomienda esta empresa – un aparato para cada 300 m2 de superficie de la nave -.

Sin embargo, en este caso los técnicos aún no saben si la inversión en los recuperadores puede estar justificada, debido al doble sistema de calefacción que tienen estas naves, pero ello lo analizarán al cabo de varias crianzas, al registrar los datos por separado de cada una de ellas.

 

EL SUMINISTRO DE ENERGÍA Y EL EQUIPO

Por más que hasta ahora nos hayamos centrado principalmente en el tipo de calefacción, esta granja tiene también un aspecto a destacar: su plena autonomía en electricidad, al no depender de la red de suministro público por disponer de un sistema de energía solar por medio de placas fotovoltaicas.

En este aspecto la disposición es clásica, con las placas fotovoltaicas fijas en la cubierta, todas ellas situadas en un extremo de la nave más al N de las dos, sobre ambas vertientes de la misma.

La potencia instalada es de 42 kw, estando conectadas a 3 kits de baterías y 3 convertidores de 15 kw.

Como cabe suponer, en un día soleado como el de nuestra visita, a final del verano, solo se requería una pequeña parte de la electricidad recogida por las placas, almacenándose el resto en las baterías, para ser utilizada en horario nocturno. Y, obviamente, también se contaba con un grupo electrógeno para cuando no fuese suficiente con ello, en este caso de 90 kw.

Para la Iluminación en sí, se dispone de 4 líneas de tubos fluorescentes, colocados en sentido longitudinal en el techo de las naves.

En cuanto al equipo, nada especial, a no ser que debido a la gran anchura de estas naves se requiriera una línea extra de comederos y otra de bebederos. Así se disponía de 5 líneas de comederos de plato – Chore Time – y de 6 de bebederos de tetina, con recuperador – Impex -, obviamente alternadas.

   

LOS POLLOS Y EL MANEJO

Cada nave dispone de 3 básculas para pesaje automático de los pollos, que según nos dicen funcionan muy bien pues les proporcionan unos datos bastante exactos. Aunque por el momento esta información no se transmite al ordenador de ambiente, sí se utiliza por el equipo de gestión integrada de todos los datos.

Bajo esta base, con la decisión sobre su número por parte de la integradora – Guissona – nos informaron que la cifra de los servidos recién nacidos suele variar entre 82.000 y 85.000 para las dos naves siempre de la misma edad por obvias razones sanitarias.

 

Vista interior de la nave, con los pollos repartidos uniformemente en la misma, a media crianza

Los pollitos les pueden llegar sexados o no. En el primer caso, como en la crianza actual, se pone una pequeña valla – un cercado de malla de unos 30 cm – para separar los sexos. Sin embargo, de recibirse sin sexar, un técnico de Guissona nos asegura que no son necesarias para evitar desigualdades en el reparto de los pollos en toda la superficie de la nave – como se recomienda en Estados Unidos – pues al ser la temperatura muy uniforme en todo el local, ello no tiene lugar.

Referente a la retirada de los pollos fallecidos, en el espacio entre las dos naves se dispone de un arcón congelador para dejar los que se van sacando a diario. Cuando está suficientemente lleno se retiran para llevarlos al otro arcón, cerca de la entrada, llamando entonces al servicio de recogida concertado.

 

UN OBJETIVO CLAVE: LA MEJORA DEL AMBIENTE … Y DE LA CAMA

Por último, creemos conveniente recalcar uno de los principales puntos positivos de la calefacción mediante suelo radiante: el poner menos cama de lo habitual, debido precisamente a que al estar el piso caldeado, su capacidad de retención de humedad es superior. Es decir, un ahorro económico importante.

En el caso que nos ocupa la cama utilizada es una mezcla de viruta y cascarilla de arroz, colocándose unos 3-4 kg/m2 de ella, es decir, bastante menos que en las naves tradicionales sin suelo térmico, en las que habría que ponerse un 50 % más.

Otra ventaja derivada de esto mismo es la mejor calidad de la cama que, al menos en las dos crianzas realizadas – aunque en la mejor época del año -, parece lograrse con un pavimento siempre caldeado y que, por consiguiente, proporciona un mejor confort al pollo.

Por otra parte, las “sensaciones”. Aunque hablar de resultados y mejor comportamiento es muy difícil por ser un proyecto que se inicia, se observa que la cama se conserva mejor, que se ventila menos, que los pollitos parecen arrancar mejor los primeros días con un suelo caliente y que el ambiente de la granja es siempre muy limpio.

Por último, aunque ello está por confirmar a más largo plazo, el mejor estado de la cama puede significar una menor incidencia de tarsos quemados, vesículas pectorales y, en definitiva, un menor número de pollos calificados “de segunda” en el matadero.

 

Las tuberías de agua caliente, procedente de la caldera y de retorno a la misma, antes de introducirse en el subsuelo.

 

 

Y, AL FINAL, ALGUNOS NÚMEROS

Como es lógico que algún lector se pregunte por el coste de una instalación como la que describimos, energéticamente autosuficiente, dotada de un sistema de calefacción que se aparta de lo más habitual y que lógicamente ha de amortizarse, veamos algunas cifras indicadas por el Departamento de Ingeniería de BonÀrea:

 

Coste base de las naves, excluyendo la preparación del 900.000 187,50 10,59
Coste de instalación de calefacción por suelo térmico, excluyendo calderas 48.000 10,- 0,56
Coste de las calderas de gas y agua 27.000 5,62 0,32
Coste del equipo y montaje de la instalación fotovoltaica 78.000 16,25 0,92
TOTALES 1.053.000 219,32 12,39

  Y ahora, para finalizar, que cada uno haga sus cuentas para comparar con sus propios costes y ver la rentabilidad de una instalación de esta envergadura en relación con lo que obtiene de la empresa para la que cría sus pollos …  

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En esta edición diciembre, 2019

Sumario ESPECIAL SISTEMAS DE CALEFACCIÓN en avicultura

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