El Prof. Peter van Horne, de la Universidad de Wageningen - Países Bajos - expuso en su presentación que el incremento de la demanda de alimento y la limitación de los recursos naturales, así como el impacto ambiental de la ganadería, conduce a buscar alternativas a la alimentación de las aves. La UE depende en un 42% de importaciones de granos proteicos, especialmente de Norte y Sudamérica. Las fuentes de proteínas alternativas incluyen, entre otras, los insectos.
Pero el consumidor no parece muy predispuesto a consumirlos directamente, y prefiere que sean alimento de las aves y comer después sus productos. Una barrera importante para la entrada de los insectos en la dieta de las gallinas es la normativa comunitaria, que impide alimentarlas con proteínas animales transformadas, pero no con insectos vivos.
Experiencias recientes en los Países Bajos muestran que la introducción de insectos en la ración de las ponedoras - con larvas como alimento - son muy positivas en cuanto a comportamiento - menos picaje -, la sanidad de las aves y una menor mortalidad, con muy poco más de trabajo extra en la granja. Hay ya varias empresas trabajando en la producción de insectos para alimentación animal.
El Prof. Jens Peter Christensen, del Departamento de Veterinaria de la Universidad de Copenhague, presentó los últimos datos delos estudios sobre daños en el esternón de las aves, desde las deformidades a las fracturas del hueso debidas a distintas causas, y que suponen problemas de comportamiento, productividad, alimentación y mortalidad. Expuso los datos de los trabajos con 40 granjas de las que se evaluaban 120 gallinas al final de la puesta en cada una. Se prevé seguir estudiando este tipo de lesiones para entender mejor cómo se producen y poder prevenirlas.
El Prof. Marty Matlock, de la Universidad de Arkansas, intervino en la Conferencia para exponer el efecto de la alimentación de las ponedoras en la sostenibilidad del sector del huevo. Los datos muestran que hay un importante margen para mejorar el impacto ambiental por la vía de la alimentación de las gallinas, la genética - alargar la vida útil de las aves - y la tecnología y equipamiento de las granjas.
Las tendencias del mercado del huevo, que impulsan un concepto de bienestar animal entendido según la percepción de la distribución y el consumidor centraron la ponencia del Prof. Peter Sandoe, de la Universidad de Copenhague. Contrapone el concepto acedémico y cientifico del bienestar de la gallina con la visión que se da del mismo en las distintas versiones del mercado: "gallina feliz, libre de jaulas", y otros términos comerciales.
Aboga por una mejora del bienestar real que vaya de la mano de la colaboración entre los agentes; productores, certificadores y comercializadores, y que no se fije solo en los equipamientos y condiciones de las granjas, sino en cómo está el animal en ese entorno para garantizar que realmente se está mejorando su bienestar. Como ejemplo, indicó la dificultad de algunos sistemas para lograr una baja mortalidad, a pesar de ser percibidos por los consumidores como más favorables para el bienestar de las aves.
Tipo de explotación |
2000 |
2015 |
2017 |
Jaula enriquecida |
5,9 |
3,2 |
2,2 |
Sobre yacija |
9,6 |
9,2 |
5,9 |
Campera |
10,8 |
13,9 |
10,9 |
Ecológica |
15,9 |
4,8 |
3,5 |
La presentación de Bastian Schimmel versó sobre la posibilidad de obtener gallinas con una más larga vida productiva, hasta las 100 semanas, un hito que se puede lograr con condiciones adecuadas de cría y producción. Sus beneficios se extienden a varios ámbitos: el de la productividad, al conseguir una mayor persistencia de la puesta, reducir las pérdidas por la muda y las paradas para despoblación, la limpieza y el vacío sanitario. Igualmente, un menor impacto ambiental al requerir menos pollitas de reposición por alargar la vida de las gallinas.
Steve Dvorak, presidente de la empresa DVO, trató sobre la producción de biogás a partir de restos de granjas avícolas, para generar energía, reducción de las emisiones de amoníaco y obtener un retorno a partir de los subproductos de las mismas. Antonio Kent presento la opción de obtener compost con los restos de las granjas de ponedoras, que puede emplearse posteriormente en usos agrícolas.
Fuente: INPROVO