Este artículo es parte de la edición de agosto, 2019

LA PUESTA EN AVIARIO DE POLLITAS CRIADAS EN JAULA

 

EQUIPO REDACCIÓN

Real Escuela de avicultura

 

Reportaje.

¿No es verdad que siempre se ha dicho que las gallinas explotadas para la puesta en un aviario han de haber sido criadas también en este sistema?. Pues bien, ¿debemos aceptar esto como base, sin cuestionárnoslo? Esto es lo que no hizo un importante productor de huevos de Lérida que pese a lo que se ha publicado sobre otras explotaciones de aviarios nacionales o de otros países, al disponer de recría propia, en baterías, y proponerse montar una nueva nave para gallinas en aviario, se ha arriesgado a realizar este cambio contra corriente.

La granja, ya conocida de nuestros lectores. Efectivamente, por haber sido objeto de un primer reportaje – junio del 2012 – en el que, con motivo de la descripción de su nuevo centro de clasificación de huevos, se describía la primera nave de puesta, para 130.000 gallinas en baterías.

Y un año más tarde – agosto del 2013 – volvíamos a ella con el fin de informarnos sobre la instalación fotovoltaica que acababan de montar, al propio tiempo que habían inaugurado su segunda nave de puesta, para otras tantas gallinas, también con el mismo equipo.

En los casi seis años transcurridos desde entonces muchas cosas han cambiado en el sector de la avicultura de puesta. En España, quizás la más significativa ha sido la de haber pasado de aquel 97,5 % de ponedoras que teníamos entonces en jaulas hasta alrededor del 80 % de hoy, una cifra que sin duda seguirá descendiendo, aunque siguiendo a bastante distancia de lo que hacen nuestros colegas europeos.

Como también es sabido, una muy buena parte de las ponedoras afectadas por este cambio ha sido instalada en aviarios, bien estando alojadas permanentemente en ellos – con huevos del código 2 – o bien, considerándose camperas por su salida al exterior – huevos no 1 -. Una decisión, sin duda, motivada por la mayor densidad de población con este sistema en comparación con los otros, como veremos más adelante.

Esto, junto con la evolución de las tendencias del mercado huevero hacia el denostado “huevo de jaula”, es lo que motivó a la empresa Ous de Ponent para montar su tercera nave de puesta en un sistema aviario, como nos indica Francesc Pujades, el hijo de Andreu, que nos había atendido en nuestra primera visita.

 

FIG. 1 Exterior de la nueva nave de puesta, para el aviario.

   

CARACTERÍSTICAS

La nueva nave es una edificación de 23 x 130 m, de ambiente controlado, en el que las 38.000 gallinas que se habían instalado en él unos dos meses antes se hallaban a una densidad de unas 13 aves/m2, si descontamos el espacio reservado al almacén de servicio, situado en el centro de la misma. Una cifra solo algo inferior que la que hemos visto en otros aviarios – hasta 18 aves m2 en un caso extremo-, teniendo en cuenta la máxima autorizada de 9 aves/m2 de superficie “útil”, descontando la ocupada por el ponedero pero añadiendo la de los varios niveles de slats a diferentes alturas

FIG. 2 Interior del aviario, desde el almacén.

 

EL CAMBIO AL “SEMI-AVIARIO”

Una vez tomada la decisión, de lo que no fue ajeno el hecho de estar integrada su producción de huevos en la de la Cooperativa de Guissona, la elección fue confiarse al departamento de ingeniería de ésta para el diseño de una nueva nave de puesta, construida por una empresa de la zona y equipada con un aviario de la firma Insavi, de Riudoms, Tarragona.

Las fotos interiores que se adjuntan muestran la menor altura del equipo que se eligió para esta instalación, lo que ha motivado que lo calificáramos de “semi- aviario”, a diferencia de las otras instalaciones de este tipo, objeto de diferentes reportajes.

¿Una decisión de riesgo?

Sin embargo, lo novedoso de esta nueva instalación no es el haberse montado un equipo algo diferente de los otros tipos comerciales que han sido objeto de otros reportajes en “Selecciones Avícolas”.

Pero sí el hecho mencionado al principio. Al entrar en la instalación, la primera manada de pollitas recriadas, procedente de una granja propia de crianza de Ous de Ponent, situada en otro lugar, en la que tienen unas 300.000 alojadas en baterías.

¿Una decisión arriesgada?. Pues posiblemente sí lo fue, en base a lo que se nos ha asegurado en diferentes ocasiones acerca de que las gallinas ponedoras explotadas en un aviario han de “aprender” a subir al mismo tal como han practicado durante su crianza, realizada en una nave provista de este sistema. En este caso, evidentemente, no ha sido así y las gallinas no han dejado de hacer pleno uso de las tres dimensiones del aviario, “tal vez por ser más bajo que otros modelos comerciales”, nos decía Francesc.

Y esto pese a que al instalarlas en el mismo, a 16 semanas de vida, procedentes de la granja de recría, solo se tuvieron una semana encerradas encima del mismo mediante una malla, sin permitirles su bajada a la zona de suelo, lo que para algunos otros productores podría ser insuficiente para que se acostumbraran al nuevo equipo.

Un detalle a hacer observar, en relación con el equipo en sí, es el de las abundantes rampas de acceso a la zona de slats desde el suelo, para que las gallinas puedan acceder fácilmente a las líneas de comederos y bebederos, allí situadas.

De noche o, mejor dicho, al apagarles la luz artificial – proporcionada mediante LEDS y ahora con un fotoperíodo ya de 16 h – prácticamente todas las gallinas duermen en los aseladeros metálicos de la zona del aviario, aunque para acostumbrarlas a ello durante las primeras semanas en el mismo tuvieran que pasar a recogerlas y subirlas a mano hasta que se hubieron acostumbrado.

PUESTA EN SUELO

La pregunta de rigor, en este caso, era la referente a la puesta de huevos en el suelo. Según nos aseguraron, en el momento actual, con las gallinas ya en el pico de producción, la proporción de huevos en el suelo era inferior al 2 %, obligándoles a realizar varias recogidas de ellos por la mañana, aunque claramente en descenso.

FIG. 3

La pantalla del ordenador de control de la nueva nave.

OTROS ASPECTOS DE LA GRANJA Y EL MANEJO

Como cabe suponer, una vez en la granja, no dejamos de interesarnos por otros aspectos que ya habíamos visto en nuestras visitas anteriores.

 

Uno de ellos fue el del rendimiento de las placas solares, proveedoras de buena parte de la energía fotovoltaica necesaria para el funcionamiento de las ahora ya casi 300.000 gallinas de la empresa.

Recordando lo que entonces nos había indicado Francesc de que la instalación les había resultado algo más económica al haber realizado el mismo el montaje de las baterías, el convertidor de la corriente y su acoplamiento al grupo electrógeno, ahora nos confirma que ya puede estar amortizada.

Referente a las placas fotovoltaicas en sí, indica Francesc que su mantenimiento es mínimo, aunque requieren ser lavadas unas tres veces al año para eliminar el polvo y el barro que pueden quedar depositados sobre ellas.

La pregunta que nosotros llamamos “del millón”, que Francesc no nos supo contestar con precisión por tratarse de la primera manada en el aviario, es la del consumo de pienso en comparación con el que tendrían las mismas gallinas en batería.De todas formas, una primera estimación, era la de que podría ser de 5 a 10 g diarios superior, lo que, de confirmarse, resultaría algo menos que las opiniones que hemos recogido en otros lugares similares.

Todos los huevos producidos, ya clasificados y embalados, son recogidos a diario por Bon Área, la cadena de tiendas franquiciadas de la Cooperativa de Guissona, Los sucios, bien de suelo, de nidales o de las jaulas, debidamente separados.

 

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