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La revista de la industria
Este artículo es parte de la edición de mayo, 2019
María del Mar Fernández Poza
Directora
ASEPRHU
En los últimos años resulta rentable políticamente pensar en las necesidades de los animales. Pero sobre todo, en las de las personas que los consideran importantes en sus vidas, que son las que votan. Las últimas elecciones en España han sido un termómetro para el partido animalista, que esperaba conseguir escaño propio en el Congreso.
PACMA tiene un programa amplio (disponible en su web) en el que propone incrementar la carga tributaria a la ganadería, prohibir las campañas institucionales de promoción y publicidad del sector ganadero avícola y cunícola y de sus productos o hacer campañas informativas sobre los beneficios para la salud de una dieta libre de productos de origen animal, entre otras muchas medidas.
Este discurso encuentra su público, conozca o no el programa a fondo.
Llamarse “Partido animalista contra el maltrato animal” da una imagen de gente civilizada y moderna, y seguramente sumará apoyos en los próximos años, como ocurre con partidos similares del ámbito comunitario. Celebremos por el momento que la ley electoral permita estrenar escaño al Partido Regionalista de Cantabria con 52.197 votos y no al PACMA, que ha logrado ni más ni menos que 326.045 (el 1% de los votos emitidos
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El disputado escaño animalista
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