Recibe Selecciones Avícolas en versión impresa
SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de septiembre, 2018
PROBLEMAS DE VENTILACIÓN Y CALEFACCIÓN EN ÉPOCA FRÍA
UK Ag Ext. Kentucky Poultry Fed.
De Zootenica International, 2018: 2, 40-44
Muchos problemas durante las épocas frescas y frías se pueden relacionar con unos niveles de ventilación inadecuados. La mala salud de los broilers, los problemas respiratorios y las vesículas pectorales son habituales en las naves con una ventilación o una calefacción insuficientes.
Ventilación y humedad
La eliminación de la humedad es uno de los factores clave para la ventilación en épocas frías. El nivel de ventilación mínimo es la cantidad de aire exterior fresco que se moverá en la nave para retirar la humedad interior. Unos niveles de ventilación adicionales proporcionarán un ambiente más fresco y aumentarán los costes de calefacción. Una humedad relativa de 50-70% evita un ambiente excesivamente polvoriento y hace que los organismos patógenos se hallen en condiciones menos viables.
La estrategia para ventilar en época fría pata la eliminación de la humedad es usar aire frío, pero relativamente seco, como una “esponja” para absorber la humedad dentro del gallinero que entonces, cargado de humedad, es evacuado. Este proceso depende de calentar el aire frío para aumentar su capacidad de retención de humedad.
Los niveles mínimas de ventilación de las aves dependen de factores como la humedad, la temperatura del aire exterior, la humedad relativa, los sistemas de bebederos que se utilizan y el manejo de la yacija.
En los sistemas actuales del control de la ventilación, la temperatura del aire se utiliza para controlar los ventiladores y los calefactores durante la época fría, disponiéndose de sensores para comprobar los niveles de humedad de forma que el criador pueda afinar en su estrategia. Con cierta práctica de manejo de las aves el nivel de amoníaco u otros aspectos de la calidad del aire puede exigir una nivel de ventilación mínimo más alto que el necesario para la eliminación de la humedad. El método de manejo de la yacija entre los manadas puede tener un impacto sustancial en la calidad del aire y el uso de combustible para calefacción, según se haya eliminado o no la misma al acabar la crianza (*).
(*) N. de la RT.: Recuérdese la práctica habitual en Estados Unidos de realizar la crianza de los broilers sobre la yacija acumulada de lotes anteriores.
Los broilers eliminan la humedad a través de la respiración, la evaporación y la evacuación fecal. El peso de los mismos, la temperatura ambiente, el tipo de nave y el manejo de la cama y de los bebederos contribuyen a la producción aparente de humedad. Se han encontrado diferencias significativas en la producción de humedad entre los pollos criados en naves con ventilación convencional contra la de túnel, atribuyéndose principalmente a cambios en los bebederos.
El equilibrio de humedad se produce cuando el vapor de agua producido por los pollos con su respiración y sus deyecciones, además de los posibles derrames de los bebederos, sea equivalentes a su expulsión por la ventilación, para la que debe fijarse un mínimo con esta base.
Niveles de ventilación
Los mínimos valores recomendados de ventilación son de 1,13 l/m por pollito para los broilers y van aumentando a medida que crecen y se incrementa su producción de humedad. Los criados sobre una la yacija fresca puede resistir períodos cortos con una baja ventilación porque la misma puede absorber la humedad. Sin embargo, un exceso de humedad en la cama origina problemas de amoníaco y enfermedades. Si se trabaja con un bajo nivel de ventilación, la humedad debe retirarse más tarde ventilando más.
Si los broilers se crían en la cama del o de los lotes anteriores, la ventilación mínima requerida podría ser hasta nueve veces lo recomendado normalmente para mantener los niveles del amoníaco dentro de lo deseado. Investigaciones recientes sugieren que los actuales broilers y las prácticas de producción de hoy dan lugar a una producción de humedad más alta que hace dos décadas, lo que debe traducirse en unos niveles de ventilación mínimos más altas para eliminar la humedad.
El nivel de ventilación mínimo del época fría en naves de broilers es frecuentemente menor que la capacidad de un ventilador de velocidad única de 90 a 120 cm. Un flujo de aire continuamente modulado, como el proporcionado por un ventilador de velocidad variable es preferible en época fría. Se necesita una nave muy bien construida (**) para disponer además de uno o dos ventiladores más pequeños para crear la presión estática necesaria para el ajuste de las trampillas de entrada de aire. Puesto que no todas las naves se construyen bien, muchas utilizan un ventilador de alta capacidad en un minutero de intervalos para la ventilación del época fría. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en los períodos en que la ventilación está detenida los pollos siguen respirando, el agua se sigue evaporando, las emanaciones de la cama se están produciendo y la calefacción están funcinando continuamente mientras que el aire fresco sólo se agrega una fracción del tiempo.
(**) N. de la R.: El texto original utiliza el adjetivo de “thightly” que nosotros hemos traducido por “bien” para calificar a las naves bien aisladas y sin puentes térmicos, aunque este término en inglés equivalga también a algo “ajustado” o “hermético”.
Una ventilación excesiva origina:
- •Un consumo excesivo de combustible.
- •Una temperatura ambiente demasiado fría, incapaz para mantener la temperatura corporal..
- •Una elevada concentración de polvo.
- Una ventilación insuficiente causa:
- •Una alta concentración de amoníaco y otros contaminantes del aire..
- •Unas zonas de humedad excesiva.
- •Condensaciones en las superficies interiores.
- Una mala distribución del aire – por funcionamiento incorrecto de las trampillas de entrada – origina:
- •Corrientes de aire.
- •Temperaturas desiguales, con puntos fríos y/o calientes.
- •Zonas de humedad excesiva.
La calefacción
Los requisitos de calefacción varían con el tipo de pollo, su edad, la densidad de población, las condiciones atmosféricas exteriores, los niveles de ventilación, y la temperatura interior deseada. El método preferido de calefacción dependerá del espacio ocupado por los pollos, los costes de energía y la etapa del crecimiento. A veces se utiliza más de un sistema de calefacción para proporcionar económicamente el calor suplementario necesario durante el crecimiento.
Para determinar las necesidades de calefacción, hay que tener en cuenta la pérdida de calor a través de la ventilación y superficies de la nave en relación con el calor generado por las aves. Como la pérdida de calor es mayor que esto último, se necesita una fuente de calor suplementaria para mantener las temperaturas en la zona de confort térmico de los pollos.
La pérdida de calor de la nave es la suma de las pérdidas hacia el exterior por conducción, convección y radiación. La pérdida de calor a través de la ventilación representa la mayor proporción de gasto en climas fríos, más de 50 %. Por cada metro cúbico de aire caliente y húmedo que hay que retirar de una nave se ha de ingresar la misma cantidad de aire frío exterior, que deberá calentarse para mantener la temperatura deseada.
Los niveles típicos de pérdida de calor para las aves de corral varían de 0 a 9,4 kcal por hora por kilo de peso vivo, con los valores más bajos para mantener la temperaturas del aire. Las pérdida de calor de los pollos también resultan afectadas por la iluminación, siendo mayores cuando las luces están encendidas que cuando están apagadas.
El equipo
En los criaderos de pollos hay dos tipos de calefacción: mediante aire caliente forzado y bien con criadoras radiantes. Mientras que los primeros caldean todo el aire en el local, las criadoras radiantes, tanto de campana como sin proporcionan un cierto calor al aire pero más que nada para calentar las aves y el suelo. Ambos tipos de calentadores pueden utilizar gas natural o propano y se evalúan por su rendimiento en cuanto a su producción de calor.
“La estrategia para ventilar en clima frío para la eliminación de la humedad consiste en el empleo del aire frío, pero relativamente seco, del exterior actuando como una “esponja” para absorber la humedad interior, que así retira. Este proceso depende de calentar el aire frío para aumentar su capacidad de retención de humedad».
La decisión sobre si utilizar un tipo u otro de calefacción no es fácil ya que los broilers se pueden criar con éxito con cualquiera de ellos. Cuando se hace hincapié en el confort de los pollitos hasta las dos semanas de edad, las temperaturas en el suelo son muy importantes y generalmente se criadores radiantes. Los pollos mayores son más tolerantes a las temperaturas frescas y aprenden a moverse para encontrar una temperatura confortable. Para estas situaciones, los calefactores ambientales pueden ser más económicos. Muchos productores han descubierto que el aumento del costo inicial y la mayor complejidad de utilizar ambos tipos de equipos de calefacción se compensan con el ahorro de energía a largo plazo y el confort de las aves.
La temperatura en una nave bien diseñada con un sistema de calefacción ambiental mediante aire caliente es relativamente uniforme en toda ella.. Los calentadores de aire forzados agrícolas varían desde unas 4.000 hasta más de 75.000 kcal/h, pero las utilizadas en avicultura suelen moverse entre 20.000 y 60.000 kcal/h. El estándar del sector es instalar alrededor de cuatro calefactores en naves de unos 150 m de longitud, en vez de uno o dos mayor capacidad ya que ello mejora la distribución del calor.
Los grandes calefactores son marginalmente más costosos que las unidades con la mitad de capacidad, por lo que es habitual su sobre-diseño para las naves. Algunos calefactores pueden operar hasta 60% de su capacidad nominal sin sacrificar la eficiencia de la combustión. Las unidades se instalan frecuentemente en un costado de las naves, distribuyendo el aire caliente y mezclándolo con el chorro de aire de ventilación entrante. El mantenimiento de una temperatura elevada cerca del suelo al comienzo de la crianza es un problema común con los mismos.
La mayor parte de los calefactores ambientales utilizan el aire interior y no están ventilados, lo que significa que el dióxido de carbono, la humedad y los productos de combustión incompleta queden en la nave. Aproximadamente 1,7 litros de vapor de agua se producen por kilo de propano quemado. Así, para prevenir la acumulación de la humedad causada por los calefactores sin ventilación, se recomienda que el nivel de ventilación mínima se aumente en unos 280 l/m por cada 1.000 kcal de capacidad de los mismos.
Las criadoras radiantes utilizan la radiación para dirigir la energía térmica hacia el suelo y los pollos. La cantidad de calor radiante que se siente en una superficie depende de la temperatura del elemento de irradiación y de la distancia entre el elemento de irradiación y la superficie. Para ser calentado, un objeto debe ser capaz de “ver” el elemento radiante caliente. Los broilers son calentadas tanto por la radiación térmica del piso de la pantalla como por el suelo caliente.
La zona de temperatura confortable de una criadora es en forma de rosquilla, como se refleja en el patrón en el que los polluelos se distribuyen debajo de la misma. Por ejemplo, con una campana convencional las temperaturas del piso directamente debajo puede ser tan alta como 65 ºC, mientras que a unos 2 m de distancia es de 24 ºC. Las recomendaciones de ubicación de las pantallas se basan a menudo en la cantidad de pollitos que pueden caldearse confortablemente sin apilarse debajo de ellas. Por tanto, conviene utilizar calefactores ambientales además de los elementos radiantes si no se puede mantener la temperatura del aire o si existen zonas de calor inadecuadas.
“Las criadoras radiantes utilizan la radiación para dirigir el calor hace el suelo y hacia los pollos cercanos a ellas. La cantidad de calor radiante que se siente en una superficie depende de la temperatura del elemento de irradiación y de la distancia entre éste y la misma”
Un aislamiento perimetral resulta importante en naves con calefacción radiante, ya que reducirá la pérdida de calor a través del piso caldeado.
Las temperaturas en las naves con calefacción radiante no son tan uniformes desde el suelo al techo como lo son las de calefacción ambiental y pueden parecer frescas para el criador. Así, mientras que a nivel de los pollos se puede mantener una temperatura deseable, el aire circundante puede estar a unos 3 a 5 ºC por debajo. Por tanto, los sensores de temperatura para las criadoras deben colocarse a unos 15 cm del suelo para un control adecuado. Además, hay que proporcionar protección radiante para el sensor para no ser calentado también por la energía radiante y que no refleje la verdadera temperatura del aire en el suelo.
Las criadoras radiantes o infrarrojas vienen con dos tipos principales de elementos radiantes: un pequeño disco de cerámica o grandes conos de acero inoxidable Cono. Tradicionalmente, las criadores de campanas radiantes se colocan espaciadas uniformemente, suspendidas cerca de las líneas de alimentación y a 45-50 cm del piso a lo largo de la sección de crianza de las naves.
Las criadoras radiantes modernas tienen ignición automática y una calefacción radiante más uniforme que los modelos más viejos. Las buenas criadoras tienen grandes zonas radiantes gracias a grandes elementos, son eficientes en cuanto a su consumo y se pueden colgar a unos 1,5 m del suelo, proporcionando calefacción en un diámetro de este de 9 a 12 m.