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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de agosto, 2018
Comprar barato... ¿o no?
Como es sabido, SELECCIONES AVÍCOLAS es un medio nacido para la producción avícola desde su origen en la que fue la primera explotación avícola española. Y, cómo tal, desde hace más de 60 años, su editor, la Real Escuela de Avicultura, ha estado intentando poner al alcance de sus lectores las formas más adecuadas para llevar al mercado los mejores productos.
Sin embargo, nos ronda por la cabeza la duda sobre si tal vez nos habremos equivocado pues pasados ya los tiempos en que había que divulgar las mejores técnicas productivas que habíamos conocido en otros países o en un congreso, hoy, tal vez, lo mejor es intentar orientar al productor cómo ganar más con la venta de sus pollos, sus pavos o sus huevos.
En esto, hay que reconocer que, posiblemente, todos los relacionados con la producción ya creemos saber cómo hacerlo de la forma adecuada para conseguir los mejores productos y de la forma más económica. Pero nuestra duda es sobre si producimos aquello con lo que nos podemos ganar mejor la vida, es decir si ya tenemos en cuenta el ponernos en el otro lado de la barrera, desde el punto de vista del comprador y de lo que éste, voluntaria o inadvertidamente, está dispuesto a pagar por lo que va a adquirir.
Y aquí, permítasenos recordar algo - aunque tal vez ya publicado antes - que nos decía un productor norteamericano al afirmar que “posiblemente los criadores de pollos somos estúpidos al intentar producir un artículo cada vez más barato pero que la sociedad no solo no nos agradece sino que, para colmo, a veces incluso desprecia”.
Valga esto a cuento para intentar explicarnos la reacción del comprador ante los alimentos que adquirimos, principalmente en los supermercados, con las clásicas “tiendas de la esquina” cada vez más olvidadas. Pues aunque ya sabemos que hay quienes compran por el precio más barato o por la oferta de turno, ¿no hay actualmente otros que lo hacen, por ejemplo, con la leche producida por las vacas que pastan 5 horas diarias en la pradera o con los yogures “griegos” - en vez de los normales – aunque ambos artículos sean bastante más caros?.
Esto, que seguramente todos habremos hecho en algún momento, puede ser aplicable a los productos avícolas actuales que se exhiben en los lineales de los supermercados, con una oferta cada vez mayor, por una parte, de despieces y elaborados de pollo, en detrimento de las canales enteras, y, por otra, de una diversidad de marcas, envases y tipos alternativos de producción de huevos, en detrimento de los de batería, con estos últimos ya desaparecidos en muchos establecimientos.
Y entonces, ¿qué nos interesa producir, y vender, el pollo entero tal cual o el huevo de batería, los productos más baratos del super o bien aquellos otros especializados con mayor “valor añadido”?. Y aunque ya sabemos que con esta pregunta no descubrimos la pólvora, como vulgarmente se dice, al menos intentamos hacer reflexionar sobre la forma en que la sociedad actual – la de España y los países desarrollados se entiende – ha evolucionado en torno a sus hábitos de compra de los productos que nosotros deberíamos saber ofrecerle.