Recibe Selecciones Avícolas en versión impresa
SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de abril, 2018
LA “GUERRA”, EN OTROS CAMPOS
Tranquilidad, aunque relativa, es el calificativo que podríamos aplicar a los mercados avícolas del ya pasado marzo, en base a la evolución de los precios de los huevos y los pollos en este período. Sin embargo, a efectos de los ingresos reales de los productores, la realidad es diferente, al no depender tanto los mismos de lo señalado en las lonjas como de lo que le pagarán a uno en el super o en los mercados con los que opere. Y de ahí el titular de hoy de esta sección.
Pero yendo al grano en lo concerniente al mes de marzo, nuevamente podemos apreciar dos tendencias muy diferentes para el pollo blanco y el amarillo, con una mínima cesión de precios de aquel al comienzo de este período, que pronto se recuperaría, y una fuerte caída de éste, que aun no ha tocado fondo a final del mismo.
Como explicación de esto último se ha especulado sobre la distorsión del consumo tradicional durante la Semana Santa, con unas ventas inferiores de productos cárnicos, aunque nos cueste creer que ello se produzca solo en aquellas zonas del país en donde se consume más pollo amarillo. Pero de una forma u otra, la cuestión es que, como, ya es habitual desde hace tiempo, si uno quiere tranquilidad, más vale dedicarse a producir pollo blanco que no amarillo.
Mientras, en el mercado del huevo, también tranquilidad, aunque con una muy ligera alza de precios de todos los calibres, a excepción del menor. De todas formas, al finalizar el mes se aprecia un cierto nerviosismo debido a menor actividad de la industria durante la Semana Santa, lo que, de persistir, podría inducir a una cierta cesión de los precios de abril.
Por último, en cuanto a la evolución de los precios de nuestros productos este primer trimestre del año, en la línea inferior de la adjunta tablilla puede verse que todos ellos han remontado en relación con los del año pasado.•