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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de abril, 2018
EVALUACIÓN DE LA CALIDAD DEL POLLITO RECIEN NACIDO SEGÚN EL ÍNDICE PASGAR (*)
(*) Entre los diversos métodos propuestos para evaluar objetivamente la calidad de los pollitos recién nacidos, la Universidad de Leuven -Países Bajos- desarrolló el baremo Tona, posteriormente ajustado por la empresa Pas Reform para convertirlo en el práctico Pasgar. En ambos casos se trata métodos visuales y repetibles para ser realizados por parte de observadores entrenados, que han demostrado estar correlacionados con la mortalidad de los pollitos durante su primera semana de vida.
S. Popovich y col.
66th Western Poultry Dis. Conf. Sacramento, marzo 2017
La producción de unos pollitos recién nacidos de la mejor calidad posible es el principal objetivo de las plantas de incubación y el haber conseguido una buena incubabilidad de los huevos de un lote no es ninguna indicación para predecir los resultados que se obtendrán en su crianza.
Las deformidades de las patas, los ombligos sin cicatrizar, los abdómenes hinchados, una deformación del pico y una pobre vitalidad en general son algunos de los defectos que pueden encontrarse en los pollitos recién nacidos que, por consiguiente, deben triarse en la planta de incubación para no ser criados.
Como sea que una evaluación de la calidad de los pollitos debe ser objetiva, se ha desarrollado el índice Pasgar con el fin de registrar todas aquellas características de los mismos que puedan descalificarlos para su crianza.
A la vista de los diferentes factores que pueden influir en la calidad del pollito recién nacido, hemos llevado a cabo un estudio para examinar los nacimientos de dos plantas de incubación comerciales del oeste de Canadá y relacionarlos con los datos de la procedencia de los huevos.
La evaluación de la calidad se realizó por el índice Pasgar, examinando un total de 7.978 pollitos procedentes de 138 manadas, agrupadas según la edad de los reproductores, en jóvenes -menos de 34 semanas-, adultas -de 34 a 49 semanas- y viejas -más de 49 semanas-.
A cada pollito se le asignó una puntuación de 10, restándole un punto por cada defecto que pudiera tener, bien en el ombligo, el abdomen, el pico, las patas o los reflejos indicativos de su calidad, por lo que la mínima puntuación individual asignada podía ser de 5.
Por último, un total de 1.696 huevos de los que no hubo nacimientos fueron examinados para determinar las causas de los fallos, clasificándose como resquebrajados, infértiles, o con abortos iniciales, medios o tardíos, o contaminados.
Resultados y evaluación
El índice Pasgar promedio de los pollitos procedentes de las manadas de reproductores jóvenes fue de 9,23, el de las adultas de 9,16 y el de las viejas de 8,99 y, como ya era de esperar, sus incubabilidades fueron del 86 %, 87,4 % y 76 %, respectivamente.
En la tría efectuada al nacer de los pollitos considerados no aptos para su crianza se separaron un 1,23 %, un 1,47 % y un 3,37 % procedentes de los tres grupos de reproductores, de más joven a más viejo. Y en cuanto a la mortalidad embrionaria, no se observaron diferencias relacionadas con la edad de los reproductores, ni tampoco entre la habida en las dos diferentes plantas de incubación.
También se observó un mayor grado de contaminación bacteriana en los huevos procedentes de reproductores viejos, lo que podría deberse a la peor calidad de la cáscara de sus huevos.
De todo ello se deduce la conveniencia de investigar más a fondo sobre la relación entre el índice de calidad del pollito al nacer con la mortalidad durante la primera semana de la crianza.•