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Este artículo es parte de la edición de febrero, 2018
Se insta a minoristas y restaurantes a suscribir nuevas directrices a nivel europeo en medio de las crecientes preocupaciones por la crueldad en la producción intensiva de carne.
Unas nuevas normas de bienestar para los pollos han sido exigidas por una gran coalición de grupos europeos de protección animal, incluida la RSPCA (*), en un intento por abordar la creciente preocupación sobre las condiciones de la producción intensiva y a gran escala de carne.
Para ello se ha instado a los supermercados y a los restaurantes a adherirse al nuevo plan, lo que representa la primera vez que se acuerda un conjunto único de requisitos en todo el continente.
En el Reino Unido, la complejidad de la larga cadena de los suministros y el lado feo del sector avícola quedó expuesta el año pasado cuando una investigación de Guardian e ITV News en un gran matadero reveló que los trabajadores alteraban los registros de seguridad alimentaria de los pollos procesados en la planta. La filmación encubierta, que también reveló niveles deficientes de higiene, originó el cierre temporal del mayor proveedor británico de pollos.
Para ayudar a controlar algunos de los aspectos más crueles del negocio, que implica la crianza de aves de crecimiento rápido, el nuevo estándar propone el empleo de razas de mayor bienestar. También prohíbe el colgado de los pollos vivos para su matanza y propone el criarlos en más espacio y con luz natural, así como proporcionarles aseladeros y elementos de “enriquecimiento” como paja y verduras para picotear.
Los autores de las directrices paneuropeas instan a los detallistas y empresas de alimentación de toda Europa a comprometerse a elevar los estándares de bienestar en toda su cadena de suministro de pollos para el año 2026. Marks & Spencer es el primer detallista que se ha suscrito a estos estándares más altos.
“A pesar de la demanda de pollos en rápido crecimiento, se ha progresado poco en mejorar el bienestar de la mayoría de los pollos criados para carne”, ha dicho Sophie Elwes, especialista en bienestar de los animales de la RSPCA. “La magnitud del sufrimiento es sustancial, debido al uso de razas de crecimiento rápido, que pueden criarse en condiciones dolorosas, con severas cojeras y problemas cardíacos. La selección genética es probable que tenga el mayor impacto en el bienestar de las aves, siendo uno de los mayores retos a superar porque ha cambiado la faz del sector y ha moldeado las expectativas del consumidor para disponer de un pollo barato y con gran rendimiento en carne de pechuga.
En el Reino Unido, las encuestas recientes realizadas por la RSPCA muestran que ocho de cada 10 personas -86 %- que compran pollo esperan que los supermercados se aseguren de que toda la carne que venden se críe con unos altos estándares de bienestar. El etiquetado puede eventualmente ser cambiado como resultado de la nueva campaña ya que en el Reino Unido actualmente sólo los productos etiquetados como “RSPCA asegurado” cumplen con el nuevo estándar en todos los sistemas de producción, bien en confinamiento, al aire libre o de tipo ecológico.
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