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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de febrero, 2018
todos los procesos
de la granja”
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Para estar entre los avicultores más disputados por la integradora, y en consecuencia disponer de las mejores condiciones, hay que cumplir una serie de requisitos en cuanto al manejo e instalaciones, ¿cuáles son?
Además de los temas legales, los objetivos de la integradora básicamente se resumen en dos: en la calidad del producto y en coste. ¿Qué influye en la calidad? Pues muchísimos elementos desde los pollitos de un día, el pienso, el manejo del granjero con sus instalaciones, y todo esto implica los temas de la seguridad alimentaria, de bienestar animal y de sanidad animal básicamente. La calidad es fundamental, sin calidad no se habla de precio o de dinero.
Y en cuanto al coste, las empresas compiten entre ellas, la distribución compite una con otra, y no podemos producir una calidad excelente a un coste que estaría fuera de mercado. Tenemos que producir una calidad adecuada, pero por un coste competitivo.
Digamos que soy avicultora, ¿qué puedo modificar en mi granja para cumplir estos criterios?
Muchísimas cosas. Todos los elementos de una granja son susceptibles de mejora. En cada granja se tiene que hacer una especie de auditoría interna en la que se identifiquen los elementos a mejorar. A partir de allí hay que pedir un presupuesto y hacer un estudio de valoración, coste y rentabilidad, o sea, coste y retorno. Pero básicamente se centran en elementos de aislamiento y estanqueidad de la granja, la calefacción, ventilación y los sistemas de distribución de alimento y agua. El punto de partida de cada granja es diferente.
¿Y si soy principiante y quiero comenzar a trabajar con una integradora, qué es lo primero que tengo que hacer?
Lo primero es ponerse en contacto con la empresa integradora y con los técnicos para conocer cómo, tanto ella y éstos, quieren que sean sus granjeros. Es importante que la empresa integradora participe con la orientación, con sus consejos y su apoyo técnico en la construcción de ese proyecto de granja. Creo que siempre es mejor contar con la opinión profesional y técnica de los veterinarios y técnicos de empresas profesionales que decidir hacer una granja porque mi vecino me ha dicho que lo haga así.
No es fácil empezar…
No es complicado, sobre todo hay que tener paciencia, pero no por la integradora sino por todos los trámites administrativos que se tienen que cumplir para que la administración te de la licencia de apertura de actividad porque hacen falta requerimientos y autorizaciones ambientales, de sanidad animal y muchos de estos procedimientos de autorización son largos y se demoran en muchísimas ocasiones un año, incluso dos años. Es importante ir de la mano de la empresa integradora o de las empresas integradoras que hay en la zona. Los técnicos y los veterinarios de las empresas están dispuestos a ayudar a cualquier futuro granjero que quiera empezar en la actividad.
¿Cuál debe ser el objetivo de cada crianza?
El principal objetivo debe ser la calidad en todos los aspectos y la uniformidad de esa calidad. A veces puede haber algunos pollos que tienen un defecto, lo que sería un problema menor, pero si hay muchos animales que tengan esos defectos, el impacto económico es muy elevado.
¿Cómo han cambiado los requerimientos de las integradoras en los últimos años en cuanto a la nutrición, higiene, instalaciones y manejos?
La exigencia cada vez es mayor. Esto viene acompañado también a que en los últimos años se han construido muchas nuevas naves, con una tecnología moderna, con una capacidad de control que no se tenía en las naves antiguas, con unas eficiencias productivas y energéticas mucho mejores, lo que facilita mucho el trabajo. Conociendo las características de estas naves se ha intentado exigir cada vez más a las naves antiguas que se aproximen en cuanto a las instalaciones y el manejo a estas granjas modernas. Al final, es una exigencia para todos, pero especialmente para aquellas granjas más antiguas.
Y los fallos habituales, ¿cuáles son?
Hay un fallo muy generalizado y es que, aunque haya cada vez mayores elementos de control, hay poca costumbre o poca disciplina en la documentación de todo lo que se hace en la granja. Se hacen muchas cosas y muchas bien, pero cuesta muchísimo que esto esté bien documentado. Entonces si todos estos elementos no se documentan, cuando alguien pregunta por ellos, no hay manera de demostrarlo. Y allí queda mucho por mejorar en esa mentalidad de los granjeros de que los aspectos de su trabajo se deben documentar.
¿Cuál considera que es el reto más grande que afronta el sector de la avicultura de carne?
El reto es transmitir la confianza a la sociedad. Si no hacemos las cosas bien y demostramos que lo hacemos bien, y tenemos transparencia con todos nuestros procedimientos y cumplimos con los protocolos necesarios, si eso no lo hacemos así, las futuras generaciones no van a recuperar la confianza en que trabajamos bien y que mantenemos el compromiso con la calidad. Porque las crisis alimentarias o escándalos van a salir en el futuro, otros, que ahora desconocemos, pero tenemos que recuperar la confianza por parte de la gente joven y de la sociedad en general. Si no hay consumidor que consuma nuestro producto, tendremos que dedicarnos a alguna otra cosa.
¿Qué consejo darías a una persona que está considerando entrar en el sector de la carne de pollo?
A pesar de que estamos en Europa, en España, creo que hay mucho por hacer. Las empresas integradoras o los sistemas de producción quieren granjas modernas, eficientes, con futuro, y en España todavía hay un parque de granjas que yo creo que van a tener que desaparecer a largo plazo por tamaño, por instalaciones, porque requieren unas inversiones para adecuarse a las actuales exigencias muy elevadas. Entonces para nuevos proyectos todavía hay muchas oportunidades. Yo animaría a los futuros granjeros que piensen, que consideren la opción de criar pollos como una alternativa de futuro y para varias generaciones.•