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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de febrero, 2018
AVIAR NO DESAPARECE
Por más que al no informar con la frecuencia que tuvimos el año pasado en relación con la influenza aviar -IA- podíamos dar la impresión de que el riesgo de la misma es menor, la realidad no es así.
Recordemos al respecto que el punto álgido de la enfermedad, en Europa, fue en los dos últimos meses del 2016 y los cuatro primeros del 2017, menguando luego la notificación de nuevos casos -ver el gráfico adjunto-. Y en España, concretamente, con los brotes presentados en Gerona a comienzos del año pasado, afortunadamente resueltos muy rápidamente. De todo ello SELECCIONES AVÍCOLAS se hizo eco, informando amplia y puntualmente a sus lectores durante el primer semestre del año pasado, aunque luego espaciando las noticias.
Si ahora volvemos sobre el tema es porque en lo que llevamos del 2018 el virus ha seguido haciendo acto de presencia en muy diversas partes del mundo, aunque afortunadamente lejos de nuestras fronteras.
Así, entre diciembre 2017 y enero 2018 han sido varios los países que han informado de casos de IA, bien en aves de granja o en otras silvestres. Los de mayor gravedad, por la alta patogenicidad del virus -HPAI- han ocurrido en extremo oriente -Japón, Corea del Sur y Taiwán- y en otros países asiáticos -Camboya, India e Irak-, seguidos por los habidos en Sudáfrica, Arabia Saudita y Turquía.
Por otra parte, mientras que en América también se ha informado de un caso de baja patogenicidad en una granja comercial de la República Dominicana, en un entorno ya más cercano a nosotros, nuevamente Francia, Italia, Alemania, Chipre y, últimamente los Países Bajos, han indicado la presencia del virus. Y, aunque en todos estos casos se ha tratado de baja patogenicidad, las autoridades sanitarias respectivas advierten sobre la conveniencia de no bajar la guardia frente al problema, calificado por algunos como la peor amenaza que se cierne sobre la avicultura mundial.