Recibe Selecciones Avícolas en versión impresa
SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de noviembre, 2017
La cabecera del criadero de pollos “Beter Leven”. Las ventanas superiores corresponden al altillo
de observación sin entrar en la nave. (Foto J.A. Castelló).
LOS POLLOS QUE “VIVEN MEJOR”...
EN LOS PAÍSES BAJOS
José A. Castelló
Como es sabido, en esta vida todo es relativo, aunque a veces se nos muestre como algo absoluto, casi como un dogma, cuando investigando un poco más, veamos que no es tal.
Y esto es lo que nos ocurrió cuando, en otros lares, movidos por nuestra habitual curiosidad en conocer lo que se cuece en los ambientes avícolas, aprovechamos la oportunidad que se nos brindaba para conocer un tipo de actividad avícola que, si bien no nuevo, al menos en los últimos años se está desarrollando activamente: la crianza del pollo “Beter Leven”.
El caso es que, en un viaje a los Países Bajos hemos podido visitar una granja de pollos amparados en esta categoría que, según la definición de este sistema de crianza, se supone que son los que “viven mejor” en el país de los tulipanes, aunque ello solo les retrase por unos días el mismo destino que sus casi hermanos broilers terminan por tener en el matadero de destino.
El autor del artículo, junto con Jason Gittins – ADAS, UK -, en
el altillo de observación de los pollos. (Foto Hanna Hamina)
La granja en cuestión está situada en Hazerswoude, una pequeña población en Zuid Holland – Holanda del Sur – en las cercanías de Leiden, en un terreno absolutamente llano, con canales por todas partes, como es habitual en casi todo el país. Como detalle curioso, nos indicaron que el suelo de la granja estaba a unos 2,5 m por debajo del nivel del mar…
Aparte de la nueva nave para pollos “Beter Leven”, la granja cuenta con otra nave para broilers y una planta lechera, con 125 vacas. La parte de pollos que describimos ya lleva en funcionamiento 2 años.
El concepto “Beter Leven”
Como ya indicamos en otro artículo anterior (1), el concepto de este pollo nació hace unos años en los Países Bajos como contraposición del broiler clásico, calificado de “pollo explosivo” por algunos medios, aprovechando la campaña imperante del “libre de antibióticos” - como si este último no lo estuviera, actualmente -. Se trata, sencillamente de un pollo que, para vivir mejor, requiere ser criado en unas condiciones específicas por:
- • Pertenecer a una genética de crecimiento lento
- • Recibir una alimentación ajustada de cara a ello
- • Realizar la crianza en un mínimo de 56 días
- • Ser criado en naves con acceso a luz natural
- • Tener acceso al exterior durante parte de su crianza
- • Tener limitada la densidad de población en el criadero
- • Disponer en la nave de elementos enriquecedores
(1) Ver “Economía y producción avícola, en diciembre 2015 de “Selecciones Avícolas”.
En lo referente al tipo de pollo, el requisito obligado es operar con aves de una genética limitando el crecimiento a un máximo de 45 g diarios. Por lo que parece, actualmente solo se dispone de dos tipos de pollos compitiendo en el mercado, el Hubbard Premium y el Aviagen Rowan Range – aunque actualmente en las mismas manos, de Aviagen, desde el pasado verano-, ambas de plumaje marrón, aparte de algunas otras genéticas empleadas para diferentes tipos de pollos camperos.
Interior de la nave, con los generadores de aire caliente en primer término, las claraboyas de la cubierta
y una pesadora de pollos. Foto Peter van Horne
En cuanto a la alimentación, para acomodarse a lo anterior se persigue el no forzar el crecimiento con unas raciones de alta energía y elevados niveles de proteína y aminoácidos, además del veto a los antibióticos promotores del crecimiento… aunque en esto último, actualmente ya no se diferencien de los broilers, que también los tienen vetados. Además, se prohíbe el empleo de las controvertidas materias GMO (2).
Lo referente al período mínimo de crianza es consecuencia directa de todo lo anterior, coadyuvando en el concepto de un crecimiento armónico para una mejor calidad de la carne …. aún con la elasticidad de este concepto para el consumidor.
(2) Para más información sobre los requerimientos, o “recomendaciones” nutricionales de este tipo de pollos aconsejamos la consulta del completo trabajo de Grashorn sobre el tema, publicado en el número anterior de SA.
En torno al acceso a la luz natural, la norma reguladora del tipo de pollo del que tratamos obliga a la crianza en naves que dispongan de aberturas al exterior en un 3 % de la superficie del suelo, no especificándose si pueden ser ventanas en las paredes laterales o claraboyas en la cubierta.
Y por lo que respecta a su acceso al exterior, se trata de un “jardín de invierno” o veranda, con posibilidad, además, de salida a un parque, aunque sin obligar a este último.
Por otra parte, la limitación de la densidad de población, concretamente en 25 kg/m2de superficie de la nave, es otro detalle a recalcar para poder distinguir al pollo Beter Leven de los broilers, por más que la diferencia no sea excesiva.
En el mismo sentido, velando por el bienestar del ave, se hallan los elementos “enriquecedores” – traducidos por algunos como “juguetes” – con los que se pretende que los pollos se entretengan para incentivar su movimiento y el que no permanezcan gran parte del día sentados sobre la cama.
En fin, una serie de obligaciones a las que, voluntariamente, se someten los productores que eligen esta forma de crianza, como lo era Jan Dirk de Wit, el joven productor de la granja visitada. Y, de entrada, vale la pena indicar lo que nos dijo acerca de la satisfacción que tenía con su trabajo, tanto por la calidad de vida que creía que proporcionaba a sus pollos como por los resultados económicos, al no variar el precio del venta de los mismos en todo el año, hasta ahora a 1,30 €/kg, lo que no está nada mal, pese a su mayor coste de producción.
Otra vista interior, con una de las dos líneas de
“aspersores” de trigo. Foto Peter van Horne
La nave visitada, igual pero diferente
En relación con la nave para pollos “Beter Leven”, se trata de un edificio de obra, de 20 x 117 m, aparte de una veranda para salida de los pollos al exterior, de 6 x 108 m, con la misma longitud que la de la nave en sí, sin incluir la zona de servicio de un extremo, sobre la cual un altillo con un amplio ventanal permitía la visión de los pollos. En cuanto a la veranda, la verdad es que el espacio de la misma era ridículo, sirviendo solo para cumplir con la exigente regulación holandesa sobre este tipo de pollo.
La nave tiene 3 m de altura en los costados y 7 en la cumbrera, mientras que la del punto inferior del jardín de invierno tiene 2 m. Este espacio está pavimentado, habiendo numerosas trampillas para salida de los pollos al exterior desde la nave al mismo y estando cerrado exteriormente con malla metálica de paso fino.
La ventilación es forzada, teniendo lugar la entrada de aire a través de trampillas en la parte alta de ambas fachadas y la evacuación por chimeneas en el eje de la cumbrera, aparte del tiraje natural que se produce cuando se abren las trampillas inferiores de una fachada para salida de los pollos a la veranda.
Para verano y/o con pollos ya crecidos se abren grandes persianas en el extremo del local cercano al almacén, en el lugar en donde en España solemos situar los paneles de refrigeración evaporativa. Solo que en este caso no los hay, consiguiéndose el efecto de refrigeración por hacerse pasar el aire, a gran velocidad, a lo largo de toda la nave hasta el muro piñón final, buscando un efecto “túnel” pero sin la misma.
La calefacción la proporcionan con 5 unidades Miltiheat, suspendidos a unos 2 m del piso y situados en el eje central de la nave, que proyectan el aire caldeado por tubos de agua, procedente de una caldera de 86.000 kcal. Se trata, pues, de generadores de aire caliente, aunque a diferencia de los más conocidos, mediante gas y proyectando el aire caliente en sentido horizontal en la nave, en este caso el aire, tomado de la parte más caliente de la misma, cerca de la cumbrera, se dirige hacia abajo sobre los pollos, sin el inconveniente de introducir en ella ningún gas perjudicial.
La nave dispone de 52 claraboyas en la cubierta, paro solo para proporcionar la luz natural a que obliga el sistema Beter Leben, no para ventilación. Son de doble vidrio, de algo más de 1 m2 de superficie, cubriendo sobradamente lo obligado por las ya citadas normas del pollo “Beter Leven”.
En cuanto al resto del equipo, en principio nada de particular que distinga esta nave de otras para broilers ya que se dispone de 4 líneas de comederos Roxell y 5 de tetinas Lubing, estas últimas intercaladas entre aquellas, como es habitual.
Sin embargo, para cumplir con otra de las regulaciones de este tipo de crianza, se cuenta, además, con 2 líneas aéreas de distribución de grano, mediante sinfin, colocadas a la altura del techo y a unos 3-4 m de las fachadas. El grano – trigo en este caso - se reparte sobre el suelo, desde unas pequeñas pantallas cónicas rojas adaptadas a las líneas de sinfines.
La iluminación artificial está resuelta con una sola hilera de focos Agrilight en el eje central de la cumbrera. Por su distribución estimamos que deberían responder al esquema expuesto en un artículo anterior nuestro sobre el tema (3).
(3) Ver el número de febrero de este año.
Finalmente se dispone de 4 básculas de plataforma para pesado automático de los pollos, diciéndonos el criador que le proporcionan una información muy exacta de la evolución de la media de pesos de la camada a través de la pantalla del ordenador, incluso en la parte final de la crianza.
La fachada de la nave en lo que se halla la veranda. Foto J.A. Castelló
Manejo
Los pollitos se crían sin sexar y no se hace aclarado, habiéndose sacado hasta ahora, en las crianzas realizadas, a 56 días de edad, con un peso vivo medio de 2.400 g y un índice de conversión de 2,05. Hasta la fecha solo ha utilizado los de la genética Hubbard.
Cada entrada de pollitos es de 30.000 cabezas, lo que significa una densidad de población inicial de 10,2 aves/m2, lo adecuado para criarlos hasta un peso vivo final no superior a 2,5 kg y cumplir así con la regulación propia del “Beter Leven”.
De Wit hace 5 al año, diciéndonos que solo dispone de unos 15 días para limpiar la nave antes de la siguiente crianza, pero que es suficiente.
Al iniciar la crianza pone tiras de papel debajo de los bebederos, al igual que ya estamos acostumbrados a hacer en España..
Aparte de la iluminación natural a través de las claraboyas de la cubierta, también se proporciona luz artificial para alargar el período en que los pollos pueden comer y beber. Durante la primera semana de vida de los pollitos el fotoperíodo es de 24 h y posteriormente durante el tiempo que sea necesario, según la época del año, aunque dejando siempre 6 h de oscuridad de noche.
La salida al exterior – al limitado “jardín de invierno”, ya citado – se permite a los pollos a partir de las 3 semanas de edad, fuere cual fuere la época del año.
Como yacija emplea viruta de madera, colocando 1 kg/m2, mucha menos de lo habitual en España. Nos dicen que con ello es suficiente, justificándolo por el elevado preció que han de pagar por la retirada de la cama usada debido a las estrictas regulaciones ambientales del país.
Para la alimentación utiliza tres raciones, la de arranque en harina, hasta 10 días de edad, y luego otras dos, en granulado. Contienen coccidiostatos y son raciones especiales para pollos Beter Leven.
El trigo, repartido de forma aérea, como “aspersión” sobre la cama, empieza a suministrarse a partir de 10 días de edad, proporcionando al principio 2 g diarios por pollito y aumentando gradualmente esta cantidad hasta el fin de la crianza. Su suministro tiene, además, una justificación económica por costar actualmente, 0,16 €/kg, bastante menos que el coste medio del pienso, a 0,30 €/kg.
En cuanto al cumplimiento de las normas del “Beter Leven”, para entretenimiento de los pollitos, se colocan varias balas de paja que al cabo de unos días de crianza luego reparten en la nave.
Los pollitos llegan ya vacunados contra la enfermedad de Newcaste y bronquitis, indicándonos de Wit que con este sistema de crianza casi no ha tenido que utilizar antibióticos y que la mortalidad media que ha tenido hasta ahora es del 3,5 %.
Con una venta de este pollo Beter Leven - casi siempre entero, no despiezado –“in crescendo”, la pregunta que nos hacemos al despedirnos es la de si un producto así, comercializado con esta imagen, podría tener éxito entre nosotros.•