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La revista de la industria
Este artículo es parte de la edición de noviembre, 2017
EL POLLO ENTERO, ¿A PÉRDIDAS?
Sin intentar buscar un título periodístico que llamara la atención, hemos de reconocer que, después de darle varias vueltas, nos hemos quedado con éste al creer que es el que mejor refleja el tema del que deseamos tratar.
Muy sencillamente, se trata del precio del pollo para el consumidor, es decir, de este producto que encontramos principalmente en los “supers” o, ya más raramente, en la llamada “tienda de la esquina” o en el mercado del pueblo.
El tema, se nos podría argumentar, no es para ser tratado en un medio como SELECCIONES AVÍCOLAS, dirigido fundamentalmente a la producción ya que, si por las razones que fuere, se vende por debajo de su coste, esto, además de alegrar al comprador, debería ser asunto solo de las empresas que lo comercializan. Sin embargo, si se nos sigue leyendo, ya se verá que ésta es solo una parte de la historia, pero no toda.
Pero en realidad, ¿cuánto cuesta producir un pollo? Una reciente información publicada en El País indicaba que su coste actual es de 2,70 €/kg, lo cual posiblemente ya sea lo acertado si nos basamos en los datos del “Observatorio del Precio de lo Alimentos”, publicado por el Ministerio de Agricultura en el 2009, para el coste acumulado, en canal, partiendo de un coste de producción, en vivo, de alrededor de 0,90 €.
¿Cómo se puede vender, entonces, a los 2,20 €/kg como se indicaba ahora en el citado medio, es decir, perdiendo dinero con ello?
Por nuestra parte, no planteándonos la falta de cordura de las empresas productoras ni la de los vendedores, para contestar a esta pregunta, hemos analizado el precio en la misma jornada y en la misma población de los pollos enteros y de sus diferentes partes, de igual forma que ya hicimos en este medio en un estudio publicado hace ahora 3 años. El resultado ha sido el de tener que dar, casi, la razón al citado artículo, al ver la absoluta concordancia de precios de los 4 establecimientos, concretamente en el día del estudio, a 2,29 €/kg. Y, como decíamos entonces, “ni que se hubiesen puesto de acuerdo”, aunque ya es de suponer que no pues por algo son competencia…
Sin embargo, la situación cambia al analizar el precio de venta de las diferentes partes del pollo, siguiendo con nuestro estudio, con las pechugas enteras entre 5,10 y 6,60 €/kg, las fileteadas entre 7,00 y 7,80 €/kg, los muslos entre 5,00 y 5,30 €/kg, etc. Y que conste que tratamos de pollos” broiler”, no de los de corral, camperos, rurales, de payés, etc. – pues con tal variedad de apelativos los pudimos ver en nuestro estudio – ya que aquí los precios eran mucho más elevados, como cabía esperar.
La conclusión de todo ello es el reafirmarnos en que lo indicado al principio: mientras que las canales enteras se expenden con pérdidas, el negocio se encuentra en las diferentes partes del ave, cuando no en los productos elaborados en los que el “valor añadido” ya queda enmascarado por la generalmente atractiva presentación con la que se nos muestran.
De ahí que coincidamos con el ya citado artículo de “El País” en que actualmente este sector, con las empresas integradoras a su frente, se halla cogido por el cuello por los grandes grupos de la distribución, que les imponen sus condiciones. Y, de rebote, aquellas, a su vez, también lo hacen con los criadores, con la consecuencia de realizar la crianza en unas naves cada vez mayores – con el abandono de los pequeños o medianos productores -, en el retraso en servirles las camadas pactadas, etc.
La conclusión, difícil, por estar todos inmersos en una cadena de la cual es difícil evadirse. Aunque, esto si, con la seguridad de que, en la cercanía ya de Navidad, todos seguiremos celebrándola con algún ejemplar alado en nuestra mesa, haciendo honor así a la tradición.
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