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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de septiembre, 2017
Enfermedades de la producción:
costes para los productores
Resultados de una extensa encuesta bibliográfica
Las enfermedades en las manadas avícolas pueden producir pérdidas económicas considerables por la reducción de los ingresos, por un menor volumen o una peor calidad de carne o de huevos y un aumento de los costes de la alimentación y la mano de obra. Sin embargo, aunque esto se entiende, hay poco consenso sobre el nivel de las pérdidas económicas resultantes de enfermedades individuales. Además, mientras que los costes de las medidas de prevención y los tratamientos pueden ser conocidos, el ahorro económico a menudo no es bien entendido.
Por lo tanto, un número de productores avícolas pueden no implementar unas medidas de tratamiento y prevención de las enfermedades económicamente óptimas. Este problema es probable que se llegue a ser más importante al aumentar la presión para reducir el uso de antimicrobianos en el tratamiento de las enfermedades de las aves.
Encuesta de estudios recientes
Para explorar el impacto total económico de enfermedades de la producción de las aves domésticas se ha llevado a cabo el proyecto PROHEALTH. Para ello se ha realizado una amplia encuesta de estudios recientes y una recogida de información sobre los gastos de las enfermedades no controladas, así como las ventajas derivadas de varias medidas de prevención o tratamiento, en base a los datos sobre varias enfermedades procedentes de estudios pertinentes de modernas producciones comerciales. Los estudios analizados variaron considerablemente en cuanto a su escala, desde algunas aves en una sola nave, a decenas de miles en varias granjas.
Aquí exponemos los costos estimados para 7 diferentes enfermedades de las aves.
El coste de las enfermedades de las aves
Los riesgos de enfermedades de la producción se relacionan con sus niveles de incidencia y severidad. La incidencia de las enfermedades de producción registrada en los estudios revisados se muestra en la figura 1 en base al porcentaje de aves en manadas que son suficientemente severas para tener un impacto económico negativo.
Las enfermedades más prevalentes en los estudios revisados fueron las de naturaleza entérica, es decir, coccidiosis y clostridiosis. Mientras que las formas clínicas de las enfermedades obviamente tienen síntomas más severos, incluyendo mortalidad, las subclínicas también pueden conducir a pérdidas económicas considerables, por ejemplo, en cuanto a un empeoramiento del índice de conversión del pienso, por mayores requerimientos nutricionales para el crecimiento o la producción de huevos.
Se ha realizado una amplia encuesta de estudios recientes y una recogida de información sobre los gastos de las enfermedades no controladas, así como las ventajas derivadas de varias medidas de prevención o tratamiento, en base a los datos sobre varias enfermedades procedentes de estudios pertinentes de modernas producciones comerciales.
Los costos de producción debidos a enfermedades varían según la causante de la infección y la gravedad de las mismas. En cada una de las que se han revisado se evaluaron los costos para los broilers – figura 2 – y las ponedoras – figura 3 -. Las pérdidas económicas por ave en las gallinas son mayores que las de aquellos ya que las enfermedades las afectan durante mucho más tiempo.
Las pérdidas económicas totales de lesiones incontroladas en el esternón representan unos 4 € en la vida de una gallina ponedora, mientras que las debidas a una bronquitis infecciosa incontrolada unos 3,20 €. Unas pérdidas de esta categoría casi todos los años, harían que la manada no fuese rentable.
Entre las enfermedades de los broilers la clostridiosis incontrolada representa la mayor pérdida, alrededor de 1 € por pollo de 2 kg de peso, mientras que las debidas a coccidiosis ascendieron a 0,21 € por cabeza.
Las figuras 2 y 3 también revelan que algunas pérdidas debidas a enfermedades pueden reducirse mediante medidas de tratamiento o prevención. Por ejemplo, las intervenciones para salpingoperitonitis, ascitis y clostridiosis tienen un largo camino por delante para reducir las pérdidas, pero en la coccidiosis y las lesiones en el esternón las intervenciones estudiadas han sido mucho menos efectivas.
Las enfermedades más prevalentes en los estudios revisados fueron las de naturaleza entérica, es decir, coccidiosis y clostridiosis
Se ha realizado una amplia encuesta de estudios recientes y una recogida de información sobre los gastos de las enfermedades no controladas, así como las ventajas derivadas de varias medidas de prevención o tratamiento, en base a los datos sobre varias enfermedades procedentes de estudios pertinentes de modernas producciones comerciales.
Las enfermedades más prevalentes en los estudios revisados fueron las de naturaleza entérica, es decir, coccidiosis y clostridiosis
Implicaciones
Los resultados destacan el hecho de que las granjas que sufren de enfermedades de la producción pueden tener substancialmente menos beneficios que las libres de ellas. Sin embargo, estas pérdidas pueden reducirse frecuentemente por una serie de intervenciones, como son las vacunaciones, un mejor manejo de la cama, o la mejora de la nutrición y la higiene. El beneficio económico de las intervenciones para el control de enfermedades de la producción varía enormemente según la enfermedad y la intervención particular que se haya elegido.
Como se han observado que algunas de estas intervenciones pueden reducir la incidencia de las enfermedades o la gravedad de varias enfermedades, el siguiente paso del proyecto PROHEALTH es realizar una investigación más amplia sobre las más útiles para minimizar las pérdidas económicas en la avicultura, especialmente donde las mismas tienen un potencial para reducir el uso de antimicrobianos.•
Salpingoperitonitis
Las pérdidas económicas totales de lesiones incontroladas en el esternón representan unos 4 € en la vida de una gallina ponedora, mientras que las debidas a una bronquitis infecciosa incontrolada unos 3,20 €.
La incidencia de las enfermedades puede reducirse por una serie de intervenciones, como son las vacunaciones, un mejor manejo de la cama, o la mejora de la nutrición y la higiene.