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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de mayo, 2017
Con un nuevo brote de influenza aviar en el centro de Méjico, un colega nuestro de ese país se preguntaba públicamente si tendríamos que acostumbrarnos a convivir con el virus… y nadie era capaz de contestarle.
Pero en fin, intentando resumir la situación mundial en torno a este quebradero de cabeza del sector avícola, al cerrar este resumen, a comienzos de mayo, diremos que los informes en nuestro poder muestran que el virus ha mostrado su presencia en todos los continentes.
Así, en Asia concretamente se ha detectado en Vietnam – con la variante H5N1, de alta patogenicidad, afectando a una pequeña manada de aves camperas -, en Taiwan – con el H5N2 presente en 7 explotaciones de gallinas de este tipo y una de gansos -, en Corea del Sur, en donde ha diezmado, por el momento, las tres cuartas partes de su parque de puesta, etc.
Pero casi peor es la situación de Méjico, en donde ya estaban más tranquilos desde que el virus de la IA no les visitaba desde las mismas fechas del año pasado y ahora ha vuelto a aparecer. El lugar, el área de Tepatitlan, en el centro del país y el meollo del principal Estado productos de huevos, con la variante H7N3 como protagonista, afectando a una manada de 151.000 ponedoras ya viejas – 126 semanas -, obviamente sacrificadas.
Y también en Europa
Mientras, aunque en la vieja Europa las cosas pintan mejor, tampoco nos libramos de la amenaza de la IA pues han sido varios los países que han informado de brotes de la enfermedad.
El más lejano, uno en la región de Oblost, en Rusia, a causa del virus H5N8 afectando una población de 282.000 ponedoras, que tuvieron que ser sacrificadas. Luego, de este a oeste, le tocó el turno a Hungría, con 4 brotes en el sur del país, afectando a varias granjas de ocas de diferentes edades y, siguiéndole Eslovaquia, con una pequeña explotación de gallinas camperas.
Más al norte, mientras que a mediados de abril los gobiernos del Reino Unido, Dinamarca y los Países Bajos anunciaban el fin de su prohibición de que las gallinas camperas salieran al exterior debido a una reducción del riesgo de contagio por aves migratorias, poco más tarde, a principios de mayo, aquel ha vuelto a dar la voz de alarma al detectarse dos brotes en otras tantas manadas de gallinas camperas en Lancashire, en el noroeste de Inglaterra. Pero entretanto, los gobiernos de Escocia, Gales e Irlanda del Norte anunciaban el levantamiento de las restricciones implantadas previamente en las llamadas “Zonas de prevención de IA”.
Por último, en Francia, posiblemente el país europeo más afectado por el problema por haber afectado principalmente a las granjas de palmípedas del sudoeste, su Ministerio de Agricultura ha reducido el nivel de riesgo de moderado a insignificante, comprometiéndose a un pacto de lucha contra la IA y de recuperación de este sector, un producto “estrella” de la gastronomía gala.
… ¿Y en España, se preguntarán nuestros
lectores?.
Pues, por el momento, después de los brotes habidos en Gerona el pasado febrero, tranquilos. Todo parece indicar, pues, que habremos hecho las cosas bien, por lo que habremos de felicitar a nuestras autoridades sanitarias, las centrales y las autonómicas.