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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de agosto, 2016
Jornada de Anitox sobre la mejora de la eficiencia en alimentación avícola
El pasado 14 de julio la empresa Anitox celebró en Lleida una jornada sobre la mejora de la eficiencia en alimentación avícola que, conducida por el gerente de Anitox en España, Jordi Armengol, se focalizó en la mejora de la eficiencia alimentaria. Para ello contó con la presencia de representantes de la empresa de diferentes sectores de Europa. Anitox lleva operando en España desde 1995 en el sector de los aditivos para pienso y la investigación para mejorar el rendimiento de la alimentación animal.
Eficiencia y sostenibilidad en la alimentación animal del futuro
La creciente población mundial y su alimentación en un futuro fue el tema de la ponencia de Ian Hamilton, fundador de Aviagen, quien también trató de la importancia de la seguridad alimentaria, cuya falta puede suponer grandes pérdidas y daños de imagen para las empresas que no cumplan los requisitos mínimos en éste ámbito.
Aun así, lo más destacado fue la cuestión sobre como alimentar a los animales con la limitación de los recursos naturales.
Habrá que optimizar la eficiencia del grano que se está produciendo actualmente, mejorándolo introduciendo nuevos conceptos tales como aditivos, nutrientes y modificaciones genéticas, que ya se están llevando a cabo demostrando su efectividad con notorias mejoras en el índice de conversión.
Esto nos obliga a contemplar cada vez más otras alternativas para aumentar la oferta en proteína animal al coste más bajo y así poder cubrir las crecientes necesidades para alimentar el mundo.
Situación del uso del formaldehído en Europa
Actualmente la aplicación de formaldehído como aditivo para piensos en Europa está en constante debate en la Comisión Europea, con un marco regulatorio indefinido que crea muchas incertidumbres en el sector. Esto hace que empresas de aditivos luchen para que se apruebe su uso, después de que fuese desautorizado como conservante. Desde Anitox es Phil McGuire quien ha hecho que el tema sea su caballo de batalla, intentando conseguir que se acepte dicho elemento como aditivo para piensos que ayuda a prevenir la Salmonella. Actualmente está permitido en algunos países mediante prórrogas y autorizaciones temporales, pero prohibido en otros, como España, en cuanto finalizaron dichas prorrogas.
McGuire se mostró optimista, ya que muchos de los países europeos apoyan el uso del formaldehído como aditivos. Aun así, afirma que habrá que convencer a algunos de los que votaron en contra, como Polonia, que tiene numerosos casos de Salmonella y Bélgica, que importa carne de países que aprobaron su uso, para conseguir el 65% de aprobación requerido para su final autorización en una nueva votación en septiembre.
La UE está contemplando autorizar el uso del formaldehído solamente en aquellos piensos en los que se hubiera detectado presencia de Salmonella, medida que, a nivel de campo sería poco práctica, destacó el experto de Anitox.
McGuire lamentó el carácter político de la decisión que se aleja del criterio científico que debería sustanciar este tipo de conclusiones. De este modo, se vería la eficacia del formaldehído, que, en su opinión, no ha causado ningún problema, frente al daño que puede provocar la Salmonella.
Alternativas al uso del formaldehído
Ante la posibilidad de la prohibición del formaldehído en Europa, hay que buscar alternativas a su uso para controlar la contaminación por bacterias que en la mayoría de los casos afecta al pienso.
Neil Turner habló de la aplicación de las nuevas tecnologías en el control y la prevención de patógenos. En este sentido, fruto de varios años de investigación, Anitox desarrolló “Finio”, un producto eficaz para el control bacteriano sin formaldehído. Con la aplicación de 700 gramos en una tonelada de pienso se consigue reducir en un 97% el riesgo de aparición de Salmonella y sabiendo lo difícil que es detectar la bacteria en el pienso esto requiere un extenso muestreo, disparando así los costes de control.
Prevención de la aparición de bacterias y virus
Pese a una aplicación de productos que ayuden a prevenir la aparición de virus y bacterias, es importante combinar otras medidas para extremar la lucha y poder cortar el problema de raíz.
Hay muchas medidas en bioseguridad para prevenir la aparición de enfermedades, pero el pienso está expuesto a infinidad de posibilidades de ser contaminado, desde roedores hasta aves migratorias si no está bien almacenado.
La dificultad de detectar la Salmonella en el pienso, un importante vector de esta bacteria, insta a un control más exhausto del mismo para evitar su contaminación. Y no solo para la Salmonella, sino para otras enfermedades tan peligrosas como es la influenza aviar, que además puede sobrevivir durante 18 días en el pienso.
Es por eso que John Thornton presentó “Termin-8”, un producto de Anitox, como la solución más efectiva en el control de dichas amenazas y que ofrece a su vez una protección de 21 días contra la re-contaminación.
La importancia del granulado en el rendimiento de las aves
No todo debe ser prevención de riesgos: es por eso que Henri Rijnders mostró los beneficios que se pueden conseguir con una buena presentación del granulado, destacando la importancia de una adecuada absorción de agua para prevenir la aparición de polvo y restos que puedan contener bacterias perjudiciales para los animales. Es fundamental para el rendimiento de las aves una correcta presentación del pienso, lo que se puede mejorar con aspectos como la formulación, limpieza o tamaño.
El granulado debe tener una presentación óptima para las aves. De este modo, se consigue una mejora en el índice de conversión.
Es por eso que recomendó el uso de Maxi-Mil, un aditivo líquido de Anitox que supone una gran mejora respecto, según Rijnders, a otros productos por una mayor eficacia en la molienda, una buena absorción de agua y una mejora de calidad y valor nutricional del granulado.
Conclusiones
Anitox ha arrojado luz sobre un tema con incertidumbre regulatoria y de elevada importancia en el sector con la jornada ofrecida en Lleida. Además, la empresa tiene previsto seguir difundiendo conocimientos de aditivos para piensos con objeto de conseguir que la sociedad acepte que, en un futuro, se requerirán mejoras en dichos productos si se quiere abastecer al mundo. •
Los resultados son satisfactorios en cuanto a países a favor del uso de formaldehído como aditivo, pero no se llegó al 65% de población necesario para su aprobación final.