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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de marzo, 2016
El mercado chino del pollo, en la encrucijada
Hace poco más de un año, en enero del 2015, a consecuencia de los brotes de influenza aviar –IA– en Estados Unidos, el gobierno chino prohibió la entrada de cualquier tipo de producto avícola de este país, intentando suplir la entrada de canales norteamericanas de pollos con un aumento de su propia producción. Aunque en parte lo logró, pasando así de los 13 millones de toneladas –mt- producidas en el 2014 a 13,4 mt el año pasado, las previsiones para el año actual son el bajar hasta 12,7 mt.
Esta caída se atribuye a las dificultades de China para proveerse de reproductores, que antes de prohibirse las importaciones de Estados Unidos provenían en un 90 % de este país, con Francia y Nueva Zelanda ocupando el resto del cupo. Pero a consecuencia de los brotes de IA en Francia, China también ha cortado las importaciones de productos avícolas de este país. Así que la solución que han adoptado algunas empresas chinas ha sido la de re-utilizar sus manadas de reproductores pesados, recurriendo a practicar con ellos unos programas de muda forzada.
En cuanto a su comercio exterior, mientras que en el 2014 China importó 260.000 t de pollo y el año pasado 270.000 t, en el actual se prevé llegar a las 400.000 t, procedentes principalmente de Brasil. Pero aun así, como también exporta, principalmente a Japón, este año no lo podrá hacer en igual cuantía que en el pasado.
Esto es en lo que se refiere al pollo broiler, consumido mayoritariamente en las cantinas de las fábricas, especialmente por su bajo precio. Porque a nivel doméstico hay un consumo elevado de pollo campero, de plumaje de color, adquirido en vivo en los mercados, que el gobierno chino está intentando eliminar debido al peligro de propagación de la IA. •