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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de febrero, 2016
El «aclarado»
Tal como podrán ver nuestros lectores en este número, una de las noticias destacadas en la prensa avícola mundial del pasado enero y de la que nos hemos hecho eco nosotros ha sido la de la prohibición en el Reino Unido de la práctica del ”aclarado” de las manadas de broilers, es decir, este vaciado parcial de una nave a media crianza con el fin de retirar una cierta proporción de pollos para un mercado determinado, en España el que denominamos “tipo asador”.
El objetivo primario de esta prohibición, reducir el riesgo de aumento de contaminación por Campylobacter, al reconocerse que aumenta con el aclarado, aunque también se indique que, al evitar un stress en el gallinero, mejora el bienestar de los pollos.
Ante esta medida, ya en vigor en el Reino Unido, es plausible que alguno se plantee la posibilidad de que en la Unión Europea y, en consecuencia en España, también llegase a plantearse tal prohibición. Por ello, aventurando la misma, creemos conveniente hacer ver nuestro punto de vista sobre ello.
En primer lugar, creemos que los motivos de la prohibición del aclarado están bien justificados por dos razones, la más evidente por la demostración, ya conocida, del efecto de esta práctica sobre un aumento de la contaminación por Campylobacter , a la que ahora los británicos han añadido una aparentemente lógica argumentación sobre el bienestar del pollo… Porque, en el fondo, no se puede negar que el aclarado a media crianza representa un stress para los pollos que quedan en el gallinero, tanto por el haber estado privados de pienso por unas horas como por el trastorno originado con la captura de sus hasta ahora compañeros.
En cambio, lo que no se indica es si este stress repercute en los resultados finales de la crianza de los pollos restante en la nave, aunque sería de suponer que sí, en poco o en mucho.
Trasladando esta situación a nuestro país, lo primero que se nos ocurre es que, requiriendo los mataderos, y el sector del pollo, unas aves de tipo asador, si bien tendrían que dejar de realizar al aclarado por ley, no podrían prescindir de comercializar unas canales de este tipo, es decir, de bajo peso. Y para ello, las únicas formas, a nuestro criterio, serían el hacerlo o bien en unas granjas determinadas que solo les criasen unos pollos más pequeños o bien, en algunas otras mayores y disponiendo de varias naves, criar unos pollos sexados y retirar antes a las hembras para este tipo de mercado.
¿Que ello trastocaría profundamente la forma tradicional de operar en el sector del broiler en nuestro país?. Evidentemente, nadie lo niega, de igual forma que también hemos tenido que aceptar otros cambios impuestos por la legislación… aunque algunos más razonables que otros. Desde luego representaría un trastorno para los pequeños criadores disponiendo de una sola nave, obligados a acogerse a la primera solución que hemos apuntado, que en sí no tendría que ser tan mala si la integradora les aumentase el número de crianzas al año.
Y otro, no menor, derivado de la legislación en torno a la densidad de población en los criaderos, que actualmente permite la entrada de un número determinado de pollitos recién nacidos, a sabiendas de que, al practicarse el aclarado, no se sobrepasa el límite legal en ningún momento. Por tanto, el no acudir a tal práctica representaría, cuando menos, un cambio en las relaciones entre las integradoras y los criadores.
Por último, recordaremos que las ventajas de la crianza de los sexos por separado ya son archiconocidas desde hace años. Sin embargo, la verdad es que no se hayan materializado demasiado, por más que el empleo actual de unas estirpes de reproductores de “slow feathering” – plumaje lento – de las principales líneas de genética, hoy predominantes en España, lo permitiría. Por ejemplo, una muy evidente: la de los menores requerimientos nutricionales de las hembras, algo que puede aprovecharse o bien para una formulación diferente –más económica– o bien para unos cambios más precoces de una dieta a la siguiente.
Pero, en fin, soluciones las hay… aunque realmente hoy nos estemos adelantando a algo que quizás tarde en llegar.