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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de enero, 2016
Las gallinas de desvieje, el nuevo problema del sector
Información facilitada por INPROVO
La gallina de desvieje, ¿un problema o un valor?
Hace solo unos meses, en las últimas Jornadas Profesionales de Avicultura, celebradas en Soria, una de las conferencias impartidas fue la que tenía que llevar este título – aunque a última hora se ampliase, añadiendo “El alto precio actual de la gallina …”, más periodístico -.
Decíamos entonces que se trataba –y se trata- de un tema inédito que no suele ser tratado casi nunca, desarrollándolo magistralmente Humberto Carrasco González, Consejero Delegado de la empresa Nutrave, una de las primeras del sector de las plantas de sacrificio de aves en España.
Hoy, el tema vuelve a estar de actualidad, por lo que al lado de la noticia de INPROVO, añadimos un resumen de la conferencia que en aquellas JPA impartió Humberto Carrasco.
Una vez que la gallina de puesta ha cumplido su objetivo y finaliza su vida productiva el avicultor se plantea su venta a un matadero de aves para su sacrificio y posterior comercialización, tanto en el mercado interior como exterior.
Si tenemos en cuenta que en España se sacrifican anualmente entre 30 y 35 millones de gallinas, observamos como semanalmente se realizan operaciones de compra-venta entre el granjero y el matadero por un volumen de casi 700.000 gallinas semanales. Esta operación, a priori muy sencilla, lleva aparejada una serie de condicionantes entre el avicultor y la industria cárnica:
- la fecha del sacrificio: el avicultor siempre fija la fecha según su conveniencia, no pensando nunca en la programación de la industria y comunicándolo, además a ésta con muy poca antelación,
- los días de carga durante la semana,
- el tiempo de carga: en cuántos días se realiza la retirada,
- el precio: se fija en función de la Lonja, del peso de las gallinas y de la distancia de la granja a la industria,
- la forma de pago de la mercancía: se efectúa una vez terminado de sacar todas las gallinas.
Solucionadas las cuestiones anteriores, el avicultor debe preparar los requisitos legales para el transporte de las gallinas – guías sanitarias y de transporte – y los equipos de carga. Estos deben ser expertos en la carga de los animales y así conseguir un doble objetivo:
- que la carga se realice en el menor tiempo posible,
- que se cumplan estrictamente las normas para que los animales no sufran golpes que produzcan hematomas y así evitar que sean decomisadas por los Servicios Veterinarios Oficiales.
A su llegada al matadero y una vez inspeccionadas por estos y por el personal habilitado por la empresa, se procede al sacrificio. En este momento el matadero toma la decisión de preparar esta carne para el consumo interno o para la exportación. En los últimos años más del 80% se prepara para esta última, fundamentalmente para países africanos y asiáticos, quedando un volumen muy reducido para la venta directa y en menor proporción durante los meses de más temperatura.
Esta situación provoca que en la actualidad dependamos prácticamente del mercado exterior. Si llegase el momento que dejáramos de ser competitivos en calidad y en precio volveríamos a una situación ya conocida por el sector, hace no tanto tiempo, que es considerar a la gallina de desvieje como un subproducto no utilizado para consumo interior y con unos precios muy bajos, e incluso teniendo que pagar por la retirada de las mismas.
Para evitar este tipo de situaciones, los avicultores y las industrias cárnicas del sector deberían plantearse coordinadamente las siguientes cuestiones:
- Mantener unos criterios de calidad superiores a la de los países de nuestro entorno, con la participación de las dos partes.
- Coordinar actuaciones de programación para el sacrificio de la totalidad de la gallina dispersadas en el tiempo.
- Buscar canales de comercialización externa a otros países diferentes de los actuales.
- Realizar campañas conjuntas sobre el consumo de carne de gallina en el mercado interior, involucrando a las organizaciones que nos representan y a las autoridades competentes.
Si conseguimos estos objetivos, o al menos una gran parte de ellos, nos beneficiaríamos tanto el sector productor como el industrial.
Dicho lo anterior, vemos como hoy tiene una gran importancia la venta de la gallina de puesta finalizado su ciclo productivo, pero no caigamos en el error porque estamos hablando de un producto muy poco consumido en nuestro país y por tanto sujeto a vaivenes de decisiones de compra en el exterior y a lo que hagan los avicultores de otros países de nuestro entorno.
Por tanto, busquemos soluciones para que la gallina de desvieje tenga su importancia a la hora de venderse, tanto para el avicultor como para la industria. •
Los productores de huevos de varios países de la Unión Europea tienen problemas para retirar sus gallinas de desvieje de las granjas, ya que los mataderos han reducido sus exportaciones a Benin, el país africano al que se destinan gran parte de las canales de ponedoras exportadas desde la UE. (*)
Entre 2011 y 2014 las exportaciones de la UE de carne de ave a Benin han aumentado casi un 30%, y en 2015 crecieron hasta julio, pero en agosto disminuyeron drásticamente. Este mes fue malo para las exportaciones de carne de ave a Benin, no solo para la UE, sino para los otros dos principales exportadores después de la Unión Europea: Brasil y Estados Unidos.
La razón parece ser que Benin ha impuesto un arancel del 35% a la carne de aves de corral. La delegación de la UE en ese país no ha podido confirmar aún la aplicación efectiva la tasa y su impacto en el nivel de las importaciones y producción local.
Las organizaciones de productores de huevos de España, Francia, Reino Unido, Italia y Hungría están en contacto para seguir este tema y valorar si se está dando alguna dificultad de gestión de las aves de desvieje para tratar con la Comisión las posibles soluciones en caso de que se trate de un problema común.
(*) N. de la R.: Benin es un pequeño país –10,3 millones de habitantes- del oeste africano que tiene la ventaja de estar al lado de Nigeria, el país más poblado de África –173 millones– en el cual el valor de la carne de gallina es muy superior que el de la de pollo…