Este artículo es parte de la edición de marzo, 2015

CRECIMIENTO, EFICIENCIA Y RENDIMIENTO DE LOS BROILERS DESDE 1957

M.J. Zuidhof y col.

Poultry Sci., 93: 1-13. 2014

A diferencia de la política de SELECCIONES AVÍCOLAS de resumir los trabajos de investigación, publicados en muy diversos lugares, en nuestras ya clásicas “Fichas de Investigación”, en el caso que nos ocupa hemos encontrado de tal interés el artículo cuyo título figura en cabecera que no hemos dudado en reproducirlo, aunque traducido y resumido de una forma más extensa que lo habitual.

Introducción

Según Hunton –2006-, gracias a una selección genética intencionada mediante técnicas cuantitativas tradicionales, la productividad del sector del broiler ha experimentado unos cambios muy profundos. Entre 1960 y el 2004 el índice de precios para el consumo de los productos avícolas ha aumentado en Estados Unidos la mitad de lo que lo han hecho todos los otros productos, debido a las mejoras en el crecimiento y la eficiencia –USDA Economic Res. Service, 2004-. Esto ha sido el factor más importante que ha contribuido al gran aumento que ha habido en el consumo de pollo, desde 9,4 kg per cápita y año en 1950 hasta 39,2 kg en el 2014. Al mismo tiempo, las formas de consumo han cambiado profundamente: en 1962 el 83 % de los pollos norteamericanos se comercializaron como canales enteras, el 15 % despiezados y el 2 % post-faenados, mientras que en el año 2005 las proporciones respectivas fueron del 11 %, 43 % y 46 %.

Por otra parte, ya desde hace muchos años los genetistas han aprovechado la capacidad estadística para enfocar sus trabajos en la mejora de unos caracteres de alta heredabilidad, como son el peso vivo, el índice de conversión y el rendimiento de la canal. Más adelante, atendiendo a las demandas del consumidor, la selección genética ha tenido en cuenta los defectos esqueléticos, los trastornos metabólicos y las funciones inmunitarias.

Aunque algunos de los cambios a los que nos referimos han podido deberse a mejoras en la nutrición y a factores ambientales, de acuerdo con Chambers y col. –1981– y Havenstein y col. –1994 y 2003-, entre el 85 % y el 90 % son atribuibles a la mejora genética.

La medición de las consecuencias de estos cambios actualmente puede hacerse mediante un desarrollo estadístico comparativo no lineal que proporcione una mejor comprensión de los mismos. De ahí el trabajo que hemos llevado a cabo con el fin de comparar los resultados durante el crecimiento de 2 estirpes de pollos para carne, de 1957 y 1978 con un tipo de broiler comercial del 2005.

Figura_3_opt.jpg

Fig. 1. Desarrollo de los pollos de los 3 tipos seleccionados, con aves sin sexar, vistas de frente.

Material y métodos

El trabajo se llevó a cabo en la Universidad de Alberta, Canadá, partiendo de las dos estirpes mencionadas de pollos, de 1957 y 1978, mantenidas en la misma sin haberse seleccionado, y comparándolas con unos pollitos Ross 308, obtenidos de un criadero de Aviagen en Alabama, EE.UU. En los 3 casos la edad de los reproductores de donde procedían los pollitos era de 46 semanas.

Al nacer, se separaron 180 pollitos de cada tipo genético, sin sexar, criándose sobre yacija a baja densidad –4 pollos/m2– y alimentándose con las mismas raciones según las recomendaciones de Aviagen –2003-: 3.068 kcal/kg y el 23 % de proteína en el arranque hasta 14 días –en migajas-, 3.152 Kcal/kg y el 20,15 % de 15 a 28 días y 3.196 kcal/g y el 19 % en el acabado –en forma granulada-.

Cada semana se registró el peso de los pollos, así como el pienso consumido, separándose además un par de aves de cada grupo con objeto de disponer de un registro fotográfico de su desarrollo. Además, a partir de los 21 días se triaron 8 aves por tratamiento para ser sacrificadas, tras 11,5 horas de ayuno, siendo luego evisceradas y despiezadas para determinar su rendimiento, lo que se repitió semanalmente hasta el final de la prueba, a 56 días de edad..

Los broilers actuales han alterado su posición al cambiar su centro de gravedad, retrayendo la cabeza hacia el cuerpo

Los datos obtenidos se analizaron estadísticamente por modelos empíricos en base a las curvas de crecimiento, el rendimiento alométrico y un análisis no lineal de covarianza.

Figura_2_x_opt.jpg

Fig. 2. Curvas de crecimiento de los 3 tipos genéticos de pollos.

La figura y los pesos

Las imágenes fotográficas de los pollos de cada tipo genético se muestran en las figuras 1 y 3, mientras que los resultados del crecimiento se exponen en la tabla 1, ilustrándose también gráficamente en la figura 2.

Cabe destacar, ante todo, que aunque todos los reproductores tenían la misma edad, los pesos al nacer de los pollitos de la estirpe de 1957 –AMC-1957– eran muy inferiores que los de las otras dos –AMC-1978 y Ross-2005-.

Tabla 1. Aumentos diarios de peso e índices de conversión finales (*)

Estirpes

AMC-1957

AMC-1978

Ross-2005

Días de edad:

0 a 7

4,6c

8,9b

15,9a

8 a 14

8,7c

17,2b

34,5a

15 a 21

12,5c

26,1b

62,4a

22 a 28

15,3c

33,2b

81,9a

29 a 35

18,6c

38,0b

96,3a

36 a 42

20,6c

42,5b

99,6a

43 a 49

21,8c

43,7b

104,0a

50 a 56

23,0c

42,0b

101,1a

Índices de conversión:

a 14 días

3,300 a

1,506 b

1,275 c

a 28 días

3,084 a

1,706 b

1,483 c

a 42 días

2,882 a

1,899 b

1,674 c

a 56 días

2,854 a

2,135 b

1,918 c

(*) Las cifras de la misma línea seguidas de una letra distinta son significativamente diferentes (P < 0,05)

A las 4 semanas de edad el peso vivo relativo de los pollos AMC-1978 llegó a un “plateau” de un 43 % del de los Ross-2005 y el de los AMC-1957 a un 21 % del de estos. En cuanto al máximo crecimiento medio diario, mientras que con los pollos AMC-1978 y los Ross-2005 ocurrió entre 43 y 49 días de edad, en los AMC-1957 tuvo lugar una semana más tarde.

Otro aspecto interesante es la postura adoptada por los broilers, como se evidencia en la figura 3, mostrando la imagen de perfil de los mismos.

En general, los pollos de 1957 tenían una postura más eréctil y con un cuello más extendido, lo que coincide con una observación de Carr –2003– de que los broilers actuales han alterado su posición al cambiar su centro de gravedad, retrayendo la cabeza hacia el cuerpo.

Figura_3_opt.jpg

Fig. 3. Desarrollo de los pollos de los 3 tipos seleccionados, con aves sin sexar, vistas de perfil.

Figura_4_opt.jpg

Fig. 4. Índices de conversión de la pechuga (g de pienso/g de pechuga) de 22 a 56 días

Indicadores de la eficiencia

Examinando las conversiones a 42 días de edad –tabla 1– se deduce que el broiler del 2005 requirió 1.208 g menos de pienso que el de 1957. Además, es interesante observar que la evolución del índice de conversión acumulado del pollo de 1957 fue totalmente diferente que la de los de otras genéticas, por llegar a un máximo a 14 días de edad y reducirse luego ligeramente, mientras que en los broilers de 1978 y 2005 va empeorando a medida que avanza la crianza.

Si se observan los índices de conversión por períodos, el de los pollos AMC-1957 de 8 a 14 días fue de 3,64, llamando la atención que en la semana siguiente se redujo hasta 3,10 y dos semanas más tarde hasta 2,53. Esto podría atribuirse al cambio del tipo de pienso, en migajas hasta 14 días y luego en granulado, y a un excesivo desperdicio en el primer período.

La reducción del índice de conversión en la estirpe moderna de broilers puede estar relacionada con unos menores requerimientos de mantenimiento debido a que su rápido crecimiento aumenta la proporción de energía utilizada para el mismo en comparación con la que se precisa para aquel – Latshaw y Moritz, 2009 -.

Otro aspecto a destacar es el índice de conversión de la pechuga, es decir, los gramos de pienso necesarios para producir 1 g de pechuga, siendo ésta la suma de los músculos pectoralis minor y pectoralis major. En la figura 4 pueden verse estos índices de conversión de 22 a 56 días de edad, siendo las medias de este período de 28,2 g, 17,0 g y 9,4 g para los tres tipos de pollos, AMC-1957, AMC-1978 y Ross-2005, respectivamente. Este dramático descenso desde el tipo más antiguo al más moderno es el resultado sinergístico de los aumentos en velocidad de crecimiento, en eficiencia alimenticia y en rendimiento.

En cuanto a la carne del muslo, se observó una significativamente menor proporción en las hembras que en los machos, así como el los Ross-2005 que en los AMC-1957 y AMC-1978 –.

Rendimientos de las vísceras

Apenas ha habido cambios en el peso de los intestinos en relación con los cambios genéticos, aunque si se observaron diferencias en el peso del corazón en relación con el sexo, siendo significativamente más pesado el de los machos que el de las hembras.

Los pesos del hígado en relación con la estirpe fueron significativamente más elevados los de los pollos Ross-2005 que los de AMC-1978 y los de éstos que los de AMC-1957. Como el hígado es un principal órgano de apoyo metabólico, no debe sorprender que su mayor masa en relación con el peso vivo del ave sea el resultado de la presión de selección que se ha ejercido ya que este aumento puede facilitar los mayores ritmos de crecimiento de las estirpes seleccionadas.

Desde el año 1957 hasta el 2005 el ritmo de crecimiento de los broilers ha aumentado en un 400%

Por último, la proporción de grasa abdominal ha aumentado más rápidamente en las hembras que en los machos en relación con el peso vivo de las aves. En proporción con el peso vivo de los pollos de los 3 tipos genéticos, la grasa abdominal de los Ross-2005 fue mayor que la de los AMC-1978 y la de éstos mayor que los de los AMC-1957. Sin embargo, la curva de aumento de la grasa abdominal de los Ross-2005 tendió a reducirse más rápidamente que la de los AMC-1978.

Nuestros resultados contrastan con la opinión de Wang –2010-, con la que no estamos de acuerdo, de que el contenido en grasa del ganado doméstico y las carnes de elevada proporción de grasa se deben al confinamiento, a la selección por aumentar el peso vivo y a la falta de ejercicio, por la crianza en espacios cerrados. En cambio, nuestro estudio proporciona un evidencia razonable de que la presión de la selección comercial de los broilers ha reducido la deposición de grasa abdominal.

En resumen

Desde el año 1957 hasta el 2005 el ritmo de crecimiento de los broilers ha aumentado en un 400 %, mientras que el índice de conversión ha mejorado en un 50 %$. Según Burton – 1994 – el ritmo de crecimiento de los broilers había ido aumentando a un ritmo anual de un 3,1 %, aunque en nuestro estudio hemos visto que entre 1957 y el 2005 su evolución anual ha sido de un 3,3%, yendo acompañado de una mejora del índice de conversión de un 2,55 % por año.

El resultado neto ha sido que a lo largo de los últimos 50 años el sector del pollo ha sido capaz de reducir la cantidad de alimento necesario para la producción de carne a la mitad y para producir la carne de la pechuga en un 67 %. Y debido a que el coste de la alimentación supone aproximadamente los dos tercios de los costes totales de producción, el resultado es un sustancial ahorro para el consumidor. •

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