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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de octubre, 2015
Mejora del estatus antioxidante de la gallina y de sus resultados productivos mediante la suplementación de un antioxidante primario, MELOFEED®
Marta Revuelta Gutiérrez (1) y Juan Ignacio Santamaría Navajo (2)
(1) Responsable técnico-comercial de monogástricos. [email protected]
(2) Veterinario técnico-comercial. [email protected]
Lallemand BIO S.L.
En los últimos años, parece que cada vez toma más peso la teoría de que el estrés oxidativo puede explicar el desarrollo de ciertas patologías durante los estados fisiológicos en que los animales son más vulnerables, y que corresponden con acumulaciones de estrés fisiológico, psíquico, inmunitario y nutricional que generan el mismo.
El organismo produce unas moléculas muy reactivas conocidas como “especies reactivas de oxígeno o ROS” que atacan constantemente a los tejidos más vitales del cuerpo. Las ROS son moléculas muy reactivas – con electrones desapareados – entre las que se encuentran los iones de oxígeno, los radicales libres y los peróxidos.
En situaciones normales, estas moléculas son neutralizadas por mecanismos protectores del organismo, llamados antioxidantes, que les impiden alcanzar sus objetivos y producir daños. Los antioxidantes más conocidos son las vitaminas C y E, el selenio y los oligoelementos quelados – cobre, zinc, etc. -. Pero en periodos de estrés la producción de ROS es mayor a la de antioxidantes. Si la alimentación no compensa este déficit, este desequilibrio provoca un estrés oxidativo que favorece el desarrollo de patologías.
Fig. 1. En azul, las defensas antioxidantes primarias; en verde, los antioxidantes secundarios
Las principales ROS son el anión superóxido – ºO2 ̄ -, el peróxido de hidrógeno – H2O2 – y el radical hidroxilo – OHº -. Si estas ROS no son transformadas por la cadena de un antioxidante enzimático primario, pueden reaccionar con el ADN, proteínas celulares y lípidos, y generar radicales libres secundarios – ROOº -.
El estrés oxidativo
Es importante tener en cuenta que la formación de ROS es un proceso fisiológico normal: los ROS ejercen algunas funciones celulares y señales celulares necesarias, como la apoptosis, y también tienen un papel en el sistema inmune – son utilizados como armas por las células inmunológicas para combatir virus y bacterias -. Bajo condiciones normales, estas ROS son detoxificadas mediante dos vías antioxidantes muy diferentes – figura 1 -:
Cadena antioxidante primaria: sistema enzimático de defensa que detoxifica y recicla los ROS antes de que puedan dañar las células. Las enzimas antioxidantes principales son la superóxido dismutasa – SOD -, la glutatión peroxidasa y la catalasa.
Antioxidantes secundarios: moléculas como la vitamina E o la C, polifenoles, etc., que inhiben la actividad de los radicales libres frenando el “efecto bola de nieve” una vez que los principales componentes de la célula -lípidos, proteínas, etc.- han sido fijados y transformados en radicales libres secundarios.
Mientras que las enzimas antioxidantes primarias actúan en la primera parte de la cascada oxidativa, las moléculas antioxidantes secundarias actúan más tarde y de una forma estequiométrica – una molécula antioxidante para cada radical libre -.
Las condiciones de producción animal actuales son importantes fuentes de estrés oxidativo – figura 2 -, teniendo efectos negativos a varios niveles y conllevan pérdidas de rendimientos y problemas sanitarios:
Fig. 2. Factores estresantes responsables del elevado estrés oxidativo en animales.
A nivel molecular: el exceso de ROS produce una degradación de ácidos grasos, lípidos, ADN y aminoácidos.
Consecuencias a nivel celular: alteración de la membrana celular, pérdida de funcionalidad celular, mutagénesis, apoptosis.
Consecuencias fisiológicas: estatus sanitario bajo, disminución de la eficiencia del sistema inmune, impacto sobre los resultados reproductivos – fertilidad, parto – y los resultados zootécnicos – crecimiento, ingesta de pienso, mortalidad, etc. -.
Para el ganadero: estas consecuencias negativas se transforman en una reducción de los resultados del ganado, una disminución de la calidad de los productos producidos – carne, leche, huevos – y, en definitiva, en unas pérdidas económicas.
La suplementación con antioxidantes es recomendable durante el crecimiento de los animales, y en especial, durante los periodos clave de producción que implican un incremento del estrés – vacunación, transporte, estrés térmico, transiciones, etc. –
MELOFEED®, la fuente natural de antioxidantes primarios
La superóxido dismutasa -SOD- es una enzima antioxidante clave: se ha demostrado que la SOD es la única enzima capaz de transformar el radical libre más potente, el anión superóxido – +O2 ̄ en el peróxido de hidrógeno – H2O2 -, que es transformada luego en agua y oxígeno por la catalasa y la glutatión peroxidasa – figura 1 -. Estas tres enzimas actúan de manera sinérgica en la primera línea de defensa antioxidante.
MELOFEED® es una fuente natural de SOD y catalasa obtenidas de una variedad de melón que contiene grandes concentraciones de estas moléculas. Contiene una concentración garantizada y estandarizada de SOD y es resistente a los jugos gástricos gracias a una tecnología de microencapsulación patentada.
Beneficios del uso de MELOFEED® en avicultura
En Francia – 2013 -, se desarrolló una prueba con gallinas ponedoras dónde la principal inquietud del productor era la mejora de la calidad del huevo, y en especial de la frescura. La frescura del huevo es una cuestión económicamente importante para el productor de huevos de consumo humano directo. Para valorar la frescura del huevo, se realiza la medición de la altura del albumen (H) y del peso del huevo (W), y se calculan las Unidades Haugh – HU – mediante la siguiente fórmula:
Unidades Haugh (HU) = 100 x log (H – 1.7 W0.37 + 7.57)
Por debajo de 60 HU la frescura del huevo se considera pobre, o incluso muy mala. La suplementación con MELOFEED® ha demostrado mejorar la frescura del huevo, siendo este efecto más claro cuando se incrementa el tiempo de almacenamiento de 0 a 28 días. Los huevos puestos por las gallinas del grupo MELOFEED® mantienen su frescura en 60 unidades Haugh hasta los 14 días de almacenamiento, mientras que los huevos del grupo testigo perdieron parte de la misma, llegando a 52 HU en el mismo período.
La suplementación con MELOFEED® permite, por lo tanto, ganar una semana adicional de frescura: los huevos producidos por las gallinas suplementadas con MELOFEED® son tan frescos a los 21 días de almacenamiento como los huevos testigo a los 14 días – línea verde discontinua en la figura 3 -.
Fig. 3. Puntuación de la frescura de los huevos a lo largo del tiempo de almacenamiento.
Las gallinas ponedoras están expuestas a un riesgo de estrés oxidativo debido al proceso de puesta y a las condiciones propias de la granja y necesitan un aumento de la movilización de las defensas antioxidantes. La transferencia de vitamina E al huevo parece ser un interesante biomarcador indirecto del estatus antioxidante de las gallinas: la mejora del estatus antioxidante les permite contrarrestar una producción excesiva de radicales libres e incrementar la transferencia de vitamina E al huevo. Por ello, durante esta prueba, también se analizó la concentración diaria promedio de vitamina E transferida al huevo – figura 4 -, viéndose que MELOFEED® incrementó la misma en un 9% y mejoró eficientemente el estatus antioxidante de las gallinas.
Fig. 4. Transferencia diaria promedio de vitamina E al huevo, con y sin la suplementación de MELOFEED®.
Como ya es bien conocido, el metabolismo de las reproductoras suele estar en unos niveles muy altos de actividad y el estrés oxidativo es importante. De hecho, el desarrollo del embrión induce a una intensa producción de radicales libres que pueden ser perjudiciales para las funciones celulares cuando las defensas antioxidantes están saturadas.
Una buena estrategia antioxidante debe combinar diferentes moléculas complementarias para conseguir los efectos sinérgicos de todas ellas, en lugar de suplementar una única molécula a dosis muy elevadas. Para trabajar en esta línea, en Francia se realizó una prueba – 2009-2010 – en la que se combinaron MELOFEED®, selenio orgánico – ALKOSEL® – y vitamina E. Los grupos A y B fueron alternativamente suplementados con la combinación de antioxidantes: se suplementaron los antioxidantes al grupo A durante las semanas 19 a la 35, y posteriormente al grupo B durante las semanas 37 a la 41.
Esta combinación de moléculas antioxidantes mejoró los resultados zootécnicos de las reproductoras: entre los parámetros mejorados, destacaron la disminución del número de huevos desclasificados a nivel de granja, el aumento del número de huevos incubables y la reducción de la mortalidad de pollitas – figuras 5, 6 y 7 -. En esta experiencia, estas mejoras se transformaron para el productor en un retorno a la inversión de 1 a 3.
Fig. 5. Porcentaje de mortalidad acumulada de gallinas durante la prueba.
Fig. 6. Porcentaje de huevos desclasificados.
Fig. 7. Porcentaje de huevos incubables.
Conclusiones
La inclusión de una fuente antioxidante primaria – SOD – como MELOFEED®, dentro de la estrategia de mejora del estatus antioxidantes de las a las gallinas, ayuda a mejorar tanto la calidad del huevo como los resultados reproductivos y productivos de las gallinas:
- Mantenimiento de la frescura del huevo durante más tiempo – una semana más, en esta prueba -.
- Mejora del estatus antioxidante y reducción de la tasa de mortalidad de las gallinas.
- Mejora de los resultados reproductivos: mayor porcentaje de huevos incubables, reducción del porcentaje de huevos desclasificados,…
Podemos concluir que MELOFEED® ayuda a las gallinas a optimizar las reservas de defensas antioxidantes y las preserva de un agotamiento fisiológico relacionado con la fuerte movilización que realiza el metabolismo en periodos de estrés, como el proceso de puesta y las propias condiciones de producción – crecimiento, movilización de calcio, temperatura, etc. –