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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de julio, 2015
Carlos Buxadé
Catedrático de Producción Animal de la UPM
Carlos Buxadé es ampliamente conocido en el sector por su actividad como docente, conferenciante, periodista agrario y asesor de empresas. Es ingeniero agrónomo (E.T.S.I. Agrónomos de Valencia) y una de las primeras referencias españolas en investigación de mercados ganaderos. En su haber tiene cerca de un centenar de libros publicados,
es profesor invitado por diversas universidades europeas y americanas, e imparte también clases de finanzas. De su paso por la empresa privada destaca, entre otros, haber trabajado para Provimi, el Grupo NANTA, el Grupo Kubus, FIGAN y estar a cargo de la dirección de la revista Mundo Ganadero.
Marisa Montes
Hay mucha expectación en torno al TTIP. ¿Por qué cree que hay tanto secretismo?
Porque se están abordando temas de gran calado. No perdamos de vista que estamos abriendo un mercado que va a ser el mayor del mundo, y en este mercado hay muchos intereses cruzados, y que va a favorecer, según mi punto de vista, de manera especial a las grandes corporaciones y a grandes áreas de actividad de negocio. Por ejemplo, en el tema de automoción, el tema armamentístico, ciertos temas de servicios… En todas estas cosas siempre hay un perdedor y un ganador. Si se empieza a hablar del tema, las cosas se complican. Si se supiera realmente lo que subyace, si hay ahora protestas, yo creo que habría muchas más.
“Si se supiera realmente lo que subyace tras el TTIP, habría más protestas ”
Si favorecerá a las grandes corporaciones, ¿que pasará con los pequeños y medianos productores?
Este es el problema que tenemos en ciernes en el horizonte. No perdamos de vista que en Europa el 95% de las empresas son medianas o pequeñas. Bueno, yo creo que tiene que ser todo por el camino de las fusiones, uniones, joint-ventures, de las defensas de las cercanías y de buscar otros métodos de comercialización y de presencia en el mercado ante un panorama más competitivo y más agresivo, sin duda alguna.
Se tiene la impresión de que no se está trabajando mucho en este tema porque, aparte de algunas manifestaciones esporádicas, no se escucha que las interprofesionales, asociaciones o administración estén realizando alguna acción…
Hay que tener en cuenta que tenemos un problema muy importante aquí: la poca importancia económica bruta que tiene el sector. No se valora adecuadamente la importancia logística del sector. La gente puede ir desnuda, puede ir descalza, pero no puede dejar de comer. Por otra parte, políticamente hablando, no somos potentes, no somos lobby, no estamos unidos. Ni somos depositarios de muchos votos. Y en general, desde mi punto de vista, los sindicatos no son profesionales, son políticos, con lo cual no tenemos correa de transmisión adecuada desde el sector hasta el poder público; por tanto, se nos ignora y nos sumergen en la niebla del desconocimiento.
¿Tenemos cuantificadas las cifras de lo que supondrá el TTIP y cómo quedará de tocada la avicultura?
Sí, hay estudios hechos. Habrá una merma importante en la facturación: en España 1.700 millones -hablo en términos globales-, la pérdida de 25.000 empleos… Pero además hay otro tema preocupante: la destrucción del tejido social en el medio rural, que es muy, muy importante, porque las regiones deben estar equilibradas entre lo que es la población urbana y la población rural y que generen riqueza en todo el ámbito geográfico. Ejemplos como México DF, Singapur, Buenos Aires nos deberían hacer meditar profundamente sobre estas cuestiones, y a mí esto sí me preocupa cada vez más. Sabes el problema que hay con la renovación generacional; es un problema terrorífico. ¿Cómo un padre va a invertir, va a arriesgar, a asumir créditos y proyectarse a largo plazo si no tiene segura la continuidad en su propia sangre? En Estados Unidos las explotaciones son cada vez más grandes y van hacia la robotización y automatización; esto en Europa no puede ser así, así que es otro punto de discordia entre Estados Unidos y la UE.
“Los sindicatos no son profesionales, son políticos; no tenemos correa de transmisión desde el sector hasta el poder público”
Para no quedarnos sólo con esta preocupación, ¿nos traerá algo bueno el TTIP?
Sí, a nivel global, sí. A nivel macroeconómico, estoy convencido de que al final tendrá bondades. Lo que pasa es que yo estoy en el sector primario de la agricultura y la ganadería, y ahí es donde sufro. Si me dedicara a la confección de zapatos, a la fabricación de coches o armamento o a la industria náutica, tendría una preocupación muy relativa. En el sector primario no puedo ser optimista, si las cosas siguen como hasta ahora. Mi visión es que o tomamos medidas proteccionistas o estamos listos.
Europa no está dispuesta a cambiar su modelo productivo, pero es que Estados Unidos tampoco. ¿No parece que la UE ha claudicado frente al gigante norteamericano?
En Europa hemos aceptado que las dos partes respeten su modelo. Me parece bien, pero el paso siguiente debería ser decir: “mire usted, como su modelo es muy diferente al mío, el mío es más caro, y además usted tiene una materia prima (cereales, soja…) y yo no, pues usted tiene que respetar lo que es sensible. NO es un acuerdo entre iguales. ¿Quién negocia? ¿El sector agrícola, el sector ganadero? No, está negociando Exteriores. Y yo siempre he dicho que Agricultura debería ir pegada a Economía. Los parlamentarios no se enteran, es como si usted y yo negociamos alegremente las normas de la Iglesia ortodoxa griega sin saber nada.
¿Qué pasará con el mercado interno?
Hay que ver cómo se firma definitivamente el TTIP y cómo reaccionan nuestros consumidores. La crisis es terrible, porque no es una crisis económica, es ética, estética, moral con repercusiones en la economía. Por eso es tan grave. Tenemos una corrupción que nos come, una falta de principios morales manifiesta… y todo esto lleva al consumidor a una carencia de recursos, a buscar lo barato, a una situación de miedo de lo que pasará mañana. Esta situación va a favorecer a lo barato y por tanto a aquellos productos que no sólo puedan venir de Estados Unidos, sino de otros países que negocian con Estados Unidos a través del tratado de libre comercio y que luego puedan llegar a Europa.
¿Hay alguna pista sobre cuándo se hará efectiva la firma?
No, yo creo que hay muchos retoques. Estados Unidos está intentando que sea en este año 2015, pero la verdad es que no lo sabemos. Cuanto más tarde, mejor.
¿Habría tiempo para que el sector se organice y constituya algún tipo de lobby?
Yo tengo pocas esperanzas en ese sentido, porque es que no veo movimiento. Hay un montón de protestas, pero son de índole política, no son sustentadas en argumentaciones técnicas. •