Este artículo es parte de la edición de junio, 2015

DIVERSIFICACIÓN ECOLÓGICA

Juan Millán

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El auge de las granjas ecológicas en la provincia de Girona no sólo afecta a instalaciones de ponedoras, sino que también aumenta la crianza de pollos de engorde. Bajo el paraguas de la marca Viu-Bé, de Jesús Rovira (*), aparecen nuevas instalaciones de este tipo que surten cadenas de supermercados como Sorli en Catalunya. Pollos de 90 días, con pesos de 4 kilos y carnes rojas tienen un público fiel que quiere recuperar el sabor de los pollos de antaño.

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En Canet d’Adri, municipio de poco más de 500 habitantes de la comarca del Gironés, al pie de la sierra de Rocacorba y fronterizo con la Garrotxa –tierra de volcanes- visitamos a Xavier Gubau. Xavier junto a su padre, son propietarios de una exitosa explotación de vacuno de carne. Para aprovechar unos terrenos de la finca decidieron diversificar sectores y después de diversos estudios apostaron por granjas de pollo ecológico. Con muchos trámites burocráticos de por medio -auditorías medioambientales de contaminación, ruidos, cercanías con otras granjas por exigirse un mínimo de un kilómetro a la redonda para la misma especie, etc.- en setiembre de 2014 consiguieron los permisos de explotación, y su primera cría llegó a tiempo para Navidad, el momento de mayor consumo de este tipo de pollo.

Los pollos llegan recriados con 28 días de edad y están hasta los 90 días con las puertas abiertas y libertad para campar a sus anchas. El acuerdo con la empresa Viu-Bé es el cobrar por pollo criado, independientemente del peso. La integración se hace cargo de la alimentación, que suministra Piensos Salleras de Manresa. Xavier está contento con el trato ya que le ofrece una buena rentabilidad.

El aislamiento de la instalación mantiene una temperatura idónea para la cría

Requisitos para el engorde de aves ecológicas

Para evitar la contaminación del subsuelo por nitratos y otros elementos nocivos, la cantidad máxima de gallinaza no puede exceder del equivalente a 170 kg de nitrógeno por hectárea, lo que equivale a las deyecciones de 580 pollos de carne por hectárea.

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Vista general de la granja.

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Líneas de bebederos RELIA-FLOW.

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Comederos Chore-Time.

La superficie cubierta mínima en alojamiento fijo es de 10 pollos/m2, con un máximo de 21 kg peso vivo/m2, a lo que hay que añadir un espacio de 4 m2 por pollo al aire libre.

En alojamiento móvil las cifras cambian a 16 aves/m2, con un máximo de 30 kg peso vivo/m2 de superficie cubierta y 2,5 m2 al aire libre.

El número máximo de animales por gallinero no excederá de 4.800 pollos y la superficie máxima del gallinero para producción de carne no excederá de 1.600 m2. Las instalaciones móviles permiten un mayor número de animales por explotación debido a que la contaminación del suelo por los nitratos del estiércol se reparte en diferentes zonas. El problema es que al tener que desplazarlas en cada pollada, deben tener unas características especiales de resistencia y estar preparadas para los movimientos.

Todos y cada uno de los detalles están pensados para obtener una larga duración de las instalaciones, unas crianzas rentables y la comodidad y bienestar tanto de los animales como del granjero

En el caso de la granja que visitamos, las medidas de cada una de las naves son de 26 m de largo por 8 m de ancho, con un total de 208 m2. Estas medidas no permiten más de 2.600 pollos por nave en el inicio de la cría. Para no superar el máximo de kilos permitido se lleva a cabo un clareo de entre 500 o 1000 pollos -dependiendo de las necesidades del mercado- cuando están cerca de los tres kilos. Este clareo es necesario también para retirar a los ejemplares más desarrollados y evitar agresividad entre ellos. En el momento de nuestra visita quedaban 2.160 pollos por nave.

El equipamiento

Las naves se encargaron a la empresa Maker Farms, SL , de Olot. Jaume Santaulària, el gerente, nos explicó que una vez que la empresa Estructures Forts montó la estructura, ellos se encargaron del equipamiento y montaje del interior.

La estructura está construida sobre unos patines que permitirán arrastrar la estructura con el tractor. Xavier nos explica que es realmente cómodo y el vehículo no sufre en absoluto, ya que se desliza con mucha facilidad mientras el suelo no esté embarrado. La estructura se construye con acero galvanizado para resistir mejor el desgaste, sobre todo de los elementos exteriores. También se refuerza la estructura interior con tubos transversales para evitar que sufra desperfectos durante los traslados y soportando el silo –una tolva grande-, así como los comederos y bebederos que también se desplazan con la nave.

Las trampillas se abren y cierran desde el exterior mediante una manivela, al igual que los toldos que cubren a las aves del sol. Los aleros del tejado tienen un canal pluvial para redirigir el agua y evitar encharcamiento en las puertas.

Las naves están equipadas con tres líneas de tetinas RELIA-FLOW, de Chore-Time, y dos de comederos alimentados con un transportador FLEX AUGER 55, también de Chore-Time que directamente desde el silo llena las tolvas. Este sistema de comedero fue elegido para tener una reserva de pienso en el caso de no tener el alternador en marcha. Una característica especial de los comederos es que para evitar problemas con los motores y pérdidas de pienso, cada uno de ellos tiene su propio tubo alimentador que proviene de un dispensador central conectado al cajón de pienso.

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Tomas de luz y agua.

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Manivela que abre trampillas y toldo solar.

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Perfil de una nave con la tolva de pienso.

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Vista interior de una de las naves donde se observa el refuerzo interior de la estructura.

Un silo individual de 9 toneladas fijado al inicio de la finca, permite rellenar con un alargador los cajones de pienso que lleva cada una de las naves.

No es necesaria la instalación de calefacción ya que, además de que los pollos ya llegan recriados, el aislamiento de la instalación mantiene una temperatura idónea para la cría.

Hay tomas de luz y agua repartidas en diferentes puntos del terreno para conectar las naves en los desplazamientos. En cuanto al terreno, sólo se necesitó preparar una serie de desagües para evitar inundaciones con la lluvia.

Todos y cada uno de los detalles están pensados para obtener una larga duración de las instalaciones, unas crianzas rentables y la comodidad y bienestar tanto de los animales como del granjero. Desde Maker Farms no se ha dejado nada al azar y se mantiene un seguimiento continuo por si fuera necesario optimizar el funcionamiento de los equipamientos.

Si la crisis lo permite, este tipo de ganadería será, en el futuro, un medio de subsistencia para núcleos familiares. Sin una gran inversión podrán crearse unos puestos de trabajo dignos y gratificantes. Las tendencias de los mercados del norte de Europa nos indican que el auge de este tipo de productos llegará, en un corto plazo de tiempo, a todas las provincias españolas. Esto conllevará que prosperen los cultivos de cereales de tipo ecológico, ya que hasta ahora las materias primas provienen de países como Francia, lo que hace que el coste de la alimentación sea más elevado que en el caso de los broilers.

Además, dentro del sector ganadero, el avícola es el menos contaminante, por lo que si aumenta la producción ecológica de hecho disminuiría la ya mínima huella de carbono producida. •

(*) Ver los dos reportajes que hemos publicados sobre la empresa Viu Bé, en marzo del 2014 sobre su producción de pollos ecológicos y el pasado enero sobre la de pavos negros.

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Preciosa panorámica de Canet d’Adri, Girona.

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