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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de mayo, 2015
Garantías y controles para la correcta codificación del huevo
Jesús Salas Calvo
Jefe de servicio. Subdirección General de Productos Ganaderos. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente
Importancia del sector de puesta alternativo en España
Tradicionalmente, el sector de puesta alternativo ha mantenido una importancia discreta en el perfil productivo de nuestro país en relación con otros países de nuestro entorno, en los cuales a lo largo de los últimos años este tipo de producción ha experimentado un incremento muy marcado, de manera que si en 2008 aproximadamente el 62% de todas las gallinas ponedoras de la UE se alojaban en jaulas, en el 2012 ello se redujo a apenas un 42%1.
En España, aunque se parta de niveles mucho más bajos, durante los últimos 6 años hemos pasado de tener menos del 3% de gallinas en sistemas alternativos, incluyendo en este apartado los sistemas de cría ecológicos, camperos y en suelo, a más del 7% de gallinas criadas bajo estos sistemas de cría fuera de jaula en 20142. En este mismo periodo el número de explotaciones de gallinas en sistemas alternativos ha pasado del 32%, aproximadamente, a casi la mitad del total de explotaciones de gallinas ponedoras2.
Esta reestructuración del sector hacia el subsector de puesta alternativo se ha producido por dos motivos fundamentalmente:
- 1. Por un lado, como consecuencia de la adaptación a la normativa de bienestar animal, que provocó que algunos operadores optaran por reorientar su producción hacia este tipo de modelos, evitando así la adaptación de las jaulas a los nuevos requisitos.
- 2. Por otra parte, esta reestructuración se puede explicar por el tímido, aunque sostenido, incremento del consumo de huevo alternativo, que parece que ha descendido menos que el de huevo jaula en los últimos años, destacando especialmente el incremento durante los dos últimos ejercicios, en un periodo particularmente complicado para la economía de las familias3.
Además, el sector alternativo presenta un potencial de crecimiento notable, de una parte por exigir, en muchas ocasiones, menores inversiones y, por otra, por ofrecer un producto diferenciado y de mayor valor añadido, que en principio podría competir en un contexto mundial en el que la UE ha ido perdiendo competitividad, tal y como refleja el último informe sobre la competitividad del sector del huevo comunitario de la Universidad de Wageningen4. Tampoco debe desdeñarse el potencial exportador de este subsector, fundamentalmente a socios comunitarios donde el consumo de este tipo de huevo está mucho más consolidado, sin menospreciar el potencial de crecimiento en mercados locales, a través de pequeños productores, cuyas explotaciones, además, exigen, en muchos casos, menores inversiones. De tal manera que el sector de puesta alternativo presenta una capacidad de desarrollo evidente en nuestro país, tanto por el potencial crecimiento de la demanda interna, como por el potencial de los mercados exteriores e incluso de los mercados locales, apoyado en su competitividad en determinados nichos de mercado.
Sin embargo, el potencial de crecimiento y la consolidación de este subsector pasa, irremediablemente, por la correcta diferenciación del producto en el mercado y por el fortalecimiento de la confianza del consumidor en este tipo de productos, para lo que resulta fundamental luchar contra el fraude potencial a distintos niveles, máxime en un producto indistinguible en apariencia y, por tanto, tentador para posibles prácticas fraudulentas.
Garantías y controles para la correcta codificación del huevo
Desde la Administración, en estos momentos, existen dos grandes vías para garantizar y controlar la correcta codificación del huevo alternativo, para, a su vez, tratar de garantizar prácticas equitativas en el comercio del mismo y proteger los intereses de los consumidores: los controles oficiales y la revisión de la legislación vigente, para dificultar las prácticas fraudulentas en el sector.
El potencial de crecimiento de este subsector hace fundamental la lucha contra el fraude, en un producto indistinguible en apariencia
Los controles oficiales, a través de la detección de incumplimientos e infracciones y la consiguiente apertura de expedientes sancionadores, se configuran como la forma tradicional de asegurar el cumplimiento de la normativa vigente por parte de las distintas Administraciones. En el control del marcado del huevo, con el reparto competencial de los servicios de control oficial de nuestro país, pueden intervenir varias unidades de los servicios de agricultura y sanidad de las distintas Comunidades Autónomas. Por este motivo, entre otros, y para tratar de coordinar las actuaciones en este ámbito, a principios del pasado año 2014 se aprueba, en Conferencia sectorial, el “Protocolo de campaña de control de huevos destinados a consumo humano 2014” -en adelante “protocolo”- elaborado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente –MAGRAMA-, en colaboración con las autoridades competentes de las Comunidades Autónomas –CCAA-.
Protocolo de control de huevos destinados a consumo humano
El protocolo surge por la necesidad de garantizar la confianza del consumidor en el sector del huevo alternativo, en un mercado europeo que exige transparencia y que ha mostrado una gran sensibilidad ante el fraude alimentario, así como con el fin último de fomentar la coordinación técnica entre las distintas Administraciones, a través de la elaboración y aprobación de un procedimiento común para las autoridades competentes de las CCAA.
El protocolo de inspección presenta tres grandes objetivos: el control del cumplimiento de los requisitos relativos a los sistemas alternativos, el control del destino de los huevos rotos, puesto que se trata de otro fraude potencial dentro del sector del huevo y, por encima del resto, el control del marcado y etiquetado de los distintos sistemas de cría. Este último, fundamentalmente en dos puntos de la cadena: las explotaciones de gallinas ponedoras en sistemas alternativos y los centros de embalaje, siendo estos el objetivo prioritario aunque los controles también podían ampliarse a otros puntos de la cadena. Así, el centro de embalaje o envasado de huevos se configura como el elemento más importante para el control del marcado y etiquetado por forma de cría, al tratarse del establecimiento donde se clasifican y marcan, mayoritariamente, los huevos y donde resulta primordial controlar la trazabilidad de entrada y salida de producto, para relacionar a los distintos operadores del sector con las cantidades marcadas.
Objetivos prioritarios del protocolo de inspección
- 1. Controlar el cumplimiento de los requisitos relativos a los sistemas de cría alternativos
- 2. Controlar el marcado y el etiquetado por forma de cría
- 3. Control del destino de los huevos rotos
El protocolo desarrolla además todos los principales elementos en los que se deben centrar las inspecciones para la comprobación del cumplimiento de los requisitos que marca la legislación vigente en estos establecimientos. En las explotaciones de gallinas ponedoras en sistemas alternativos, la inspección debe centrarse en la densidad de los gallineros, en los requisitos de las instalaciones y de materiales y suelos -comederos, bebederos, nidales, aseladero, yacija, trampillas y accesos…-, en las pautas de manejo y en las características de los espacios exteriores -densidades, distancias, refugios, cubierta vegetal…-.
Sin embargo, tal y como se ha mencionado, el protocolo consideraba el centro de embalaje como el establecimiento prioritario para el control del fraude en el marcado del huevo, desarrollando, en primer término, unos factores de riesgo para la selección de aquellos que se consideran prioritarios a la hora de organizar las inspecciones y estableciendo, además, unas pautas generales para la inspección de este tipo de establecimientos. Con carácter general, las inspecciones a este tipo de establecimientos deben centrarse en el control del marcado del huevo, en el control de la trazabilidad de las partidas, sin lugar a dudas el aspecto más importante del control, comprobando, básicamente, la correspondencia de las partidas con las granjas de origen, si la granja se corresponde con el sistema de cría marcado y si tiene una capacidad de producción coherente con el censo y las cantidades clasificadas, entre otras cuestiones. Además, las inspecciones en estos establecimientos también deberán centrarse en el control de los registros del centro -huevos recibidos, cantidades clasificadas por categorías, sistemas de cría y días-, obligatorios según el Reglamento de comercialización de huevos5 y que, según el artículo 23 de esta norma, deben conservarse al menos 12 meses. Finalmente estas inspecciones también deben centrarse en el control del etiquetado de los estuches, especialmente en la verificación de la mención relativa al sistema de cría y su correspondencia con el marcado del huevo. El protocolo incluye también pautas para el control de huevos rotos, así como otros epígrafes de gran interés para las autoridades de control y para el desarrollo del mismo, como las actuaciones a realizar en caso de incumplimiento y el modelo de informe para la comunicación de los resultados de la campaña al MAGRAMA.
En estos momentos, en plena fase de análisis de los resultados, podemos afirmar que el número de actuaciones realizadas ha superado ampliamente las previsiones iniciales, que se han centrado, eminentemente, en los centros de embalaje, donde se han realizado más del 80% de las inspecciones y, en menor medida, en explotaciones ganaderas y en centros de almacenamiento y distribución.
En lo que se refiere a las irregularidades evidenciadas en los controles oficiales, a la espera de un análisis más detallado de los resultados, resulta complicado encontrar un patrón común y, por ende, extraer conclusiones generales. El mayor número de incumplimientos detectados se deben a defectos de etiquetado, con diferencia los más frecuentes, seguido de los incumplimientos por trazabilidad incompleta o incumplimientos en la gestión de huevos rotos. Con menor reiteración se han evidenciado incumplimientos en registros, en pesos, fechas o en los censos de las explotaciones.
Conclusiones
La importancia del sector avícola alternativo en España se ha reforzado durante los últimos años, tanto en lo que a cuota de mercado se refiere como en su importancia en el tejido productivo en el sector del huevo. Esta evolución, junto con el comportamiento de la demanda y del sector en los países de nuestro entorno, hace prever que el sector alternativo de puesta no ha alcanzado su techo productivo, aunque la confirmación de este potencial de crecimiento debe basarse en un pilar: la credibilidad.
Aunque reforzar la credibilidad de un sector es una labor del propio sector y de todos los operadores implicados, las administraciones tienen un importante papel a través del control oficial, que debe garantizar que se cumplen los elementos mínimos que marca la legislación comunitaria y nacional. En este sentido, la puesta en marcha del protocolo de control ha sido muy positiva para reforzar y coordinar las actividades de control en este subsector y para concienciar a las autoridades competentes de la importancia de mantener un férreo control en este ámbito.
El objetivo principal del protocolo de inspección es el control del marcado y etiquetado de los distintos sistemas de cría
Tras este primer año de aplicación del protocolo, y a falta del análisis detallado de los resultados obtenidos que deberá realizarse entre todas las Administraciones implicadas y los representantes sectoriales, se puede considerar que el mismo ha cumplido ampliamente con los objetivos inicialmente previstos, como herramienta de coordinación de las actuaciones de control entre aquellas y como herramienta de concienciación de sector en la lucha contra el fraude en el sector del huevo. A lo largo de los próximos meses se evaluará la posibilidad de establecer campañas anuales de control oficial con objetivos variables, tal y como se hizo en 2014, y se evaluará la posibilidad de estructurar estos controles en el ámbito de aplicación de los programas de control existentes con el objetivo de mantener una presión inspectora que sea capaz de detectar potenciales problemas, reforzando así la credibilidad del sector.
Al margen de las actividades de control oficial, también a lo largo de los próximos meses se evaluará la posibilidad de establecer medidas legales complementarias que dificulten las prácticas fraudulentas. En este sentido, existe margen para la revisión de las exenciones al marcado que establece el Real Decreto 226/2008, de 15 de febrero, por el que se regulan las condiciones de aplicación de la normativa comunitaria de comercialización de huevos, aunque se considera imprescindible alcanzar previamente un acuerdo sectorial amplio, especialmente si las medidas implican algún coste adicional para el sector.
En cualquier caso, desde el MAGRAMA consideramos que es fundamental seguir por el camino de la coordinación de las actividades de control en el sector del huevo, como medio para reforzar el potencial del sector de la avicultura de puesta y para proteger los intereses de los consumidores, con la posibilidad de complementarlo con modificaciones legislativas que dificulten las prácticas fraudulentas en el sector del huevo.
Bibliografía
- 1. ITAVI y Comisión Europea.
- 2. Registro General de explotaciones ganaderas (REGA). MAGRAMA
- 3. Panel de consumo. MAGRAMA.
- 4. Competitiveness of the EU egg sector. PLM Van Horne. International comparion base year 2013. LEI Wageningen
- 5. Reglamento (CE) Nº 589/2008 de la Comisión, de 23 de junio de 2008, por el que se establecen las disposiciones de aplicación del Reglamento (CE) nº 1234/2007 del Consejo en lo que atañe a las normas de comercialización de los huevos. •