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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de noviembre, 2014
La UAB no está de acuerdo
Hasta ahora, la única que impartía esta carrera en Cataluña era la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), que ha remitido un escrito al president de la Generalitat, Artur Mas, argumentando que la apertura de una nueva facultad de veterinaria incidirá negativamente en la calidad de la enseñanza y en el futuro laboral de los profesionales, ya que, de acuerdo con las recomendaciones de la European Association of Establishments for Veterinary Education (EAEVE) y la Federation of Veterinarians of Europe, se puede afirmar que “en el estado español el número de facultades y estudiantes está sobredimensionado”. También la carta apunta que en Lleida “no hay una gran demanda” de estudiantes que quieran estudiar veterinaria, o “al menos, no tienen la nota suficiente para acceder”, a tenor de la procedencia de los actuales estudiantes de la UAB. Por último, recuerda que los estudios de veterinaria requieren de unas instalaciones y servicios. Con el nuevo grado de Veterinaria, “la UdL recibiría 2,5 millones de euros”, que irían en detrimento del resto de universidades catalanas, además en un contexto de recortes constantes de los que la Facultad de Veterinaria de Barcelona tampoco se ha librado.