Este artículo es parte de la edición de julio, 2014

COMPARACIÓN DE LA INGESTA DE AGUA DE LOS BROILERS A LO LARGO DE LOS AÑOS

C.L. WILLIAMS y col.

J. Appl. Poultry Res., 22: 934-9431. 013

Los constantes avances en genética y nutrición, principalmente, pero también en el manejo y el control ambiental de los gallineros han conducido a una mejora progresiva en los rendimientos de los broilers a lo largo de los años. Aunque sobre todo ello se dispone de amplia información, el consumo de agua de bebida, un nutriente vital para los pollos no se halla bien documentado a partir de los datos del NRC –1994-. De ahí que nos propusiéramos recoger toda la información de que disponemos de las sucesivas crianzas de broilers en la granja experimental de la Universidad de Arkansas, desde 1991 hasta el año 2011. Todas las crianzas se realizaron en las mismas 4 naves, de 12,2 x 122 m, en las que criamos 18.800 pollos en 1991 y 20.600 en los años 2000-2001 y 2010- 2011. En los dos primeros períodos la ventilación fue solo natural y en los años 2010-2011, con las naves ya totalmente renovadas anteriormente, por sistema túnel. En el primer período los bebederos fueron tetinas Ziggity, con recuperador, en el segundo las mismas sin recuperador y en el tercero, tetinas Cumberland en dos de las naves y Lubing en las otras dos.

Habiendo utilizado siempre pollos Cobb sin sexar, puede decirse así que las sucesivas crianzas objeto de este estudio –6 en el año 1991, 11 en el período 2000- 2001 y 10 en el 2010-2011- tuvieron lugar en condiciones comerciales (&).

Resultados

En la tabla adjunta se muestran los resultados promediados de los consumos de agua registrados en los 3 períodos estudiados, junto con una comparativa con los datos del NRC 1994, mientras que en la figura adjunta se exponen los datos que relacionan las ingestas de agua y de pienso.

Resumiendo todos estos datos, diremos que el consumo medio de agua de los broilers criados en condiciones comerciales en la Universidad de Arkansas hasta los 42 días de edad ha sido de 140 litros/día/1.000 pollos en el año 1991, 160 l/d/1.000 en el período 2000-2001 y 190 l/d/1.000 en el 2010- 2011. Esto apunta hacia un aumento significativo en las ingestas de agua, lo que ha ido unido a la evolución positiva que ha habido en esos 20 años en el crecimiento de los pollos.

Por otra parte, hay que hacer observar que de la relación agua/pienso que se muestrea en la figura adjunta se deduce que esta fue aumentando, siendo significativamente menor en el año 1990 que en el período 2000-2001 y algo menor en éste que en el 2010- 2011. Las medias del conjunto de los 42 días de crianza fueron de 1,90 en el 1991, 1,98 en el período 2000-2001 y 2,02 en el 2010-2011.

Como comentario final queremos recalcar la importancia de que las naves de pollos estén adecuadamente equipadas con el fin de proporcionar a estos el adecuado volumen de agua que requieren para tener un crecimiento óptimo. El hecho de que la ingesta de agua haya ido aumentando significativamente en los 20 años analizados evidencia la importancia que tiene asegurar este aspecto para adaptarse a la continua mejora que tiene lugar en crecimiento de los broilers.

(&) Los autores no indican en ningún momento las temperaturas con las que se realizaron las sucesivas crianzas, un factor de importancia capital en relación con la ingesta de agua. Sin embargo, hay que suponer que fueron las habituales, de acuerdo con la edad de los pollos y considerando que las crianzas abarcaron todo el año natural.

Tabla 1. Consumos medios semanales de agua (litros/día/1.000 pollos) de diferentes años (*)

Semana

NRC

(1994)

1991

2000-2001

2010-2011

32

20

28

39

68

61

81

104

104

110

130

163

143

164

182

220

179

214

237

272

214

253

285

310

Las diferencias en los consumos de los 3 períodos considerados fueron altamente significativas (P < 0,05)

934_41J_Appl_Poult_Res_2013_Williams.jpg

Fig. 1. Relación de las ingestas de agua y pienso de los pollos criados en condiciones comerciales en la Universidad de Arkansas.

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