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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de abril, 2014
ANDA alerta a los consumidores del ingente número de pollos industriales vendidos como “de corral”
El bienestar de los animales se ve seriamente comprometido a causa de este etiquetado engañoso
En una nota emitida el pasado 3 de marzo la Asociación Nacional para la Defensa de los Animales -ANDA- se ha dirigido a la Comisión Europea para pedir que los pollos sean etiquetados de forma que el consumidor pueda saber qué tipo de vida ha llevado el animal.
Los elementos que deben integrarse en cualquier sistema de etiquetado para el pollo son edad del ave al ser sacrificada -45 días para las gamas más bajas de pollo industrial-, la alimentación y otros aspectos relacionados con el bienestar animal tales como densidades o acceso a corrales, exteriores o no.
Para cubrir estos aspectos el Consejo de Europa publicó el año 2008 un Reglamento de obligado cumplimiento en toda la Unión Europea sobre comercialización de carne de aves de corral en el que se establecían cinco categorías de etiquetado según el método de cría de las aves. El Reglamento no obligaba a su empleo pero establecía expresamente que en caso de no utilizarse estas categorías no podrían incluir ningún otro término. En España a las empresas no les gustaban las definiciones pero en vez de abstenerse de usar otros términos, tal y como exigía el Reglamento, decidieron ignorarlo y usar otras acepciones más ilusorias que reales frente a una administración incapaz de poner orden.
ANDA ha contactado con la Comisión Europea para alertar del abuso del término “corral” entre los productores de pollos españoles. Esta denominación nació del esfuerzo honesto de una serie de productores que sí incorporaron altos estándares en la producción y se desvivieron por hacer un hueco en el mercado al pollo criado con acceso al exterior.
“Con el tiempo y ante el éxito que tenía su producto en el mercado, muchos otros productores empezaron a comercializar como “de corral” pollos industriales, generando una competición injusta para los inventores originales del término, que no podían competir dados los mayores costes que suponía la aplicación de altos niveles de bienestar animal. Además del engaño que esta situación supone para los consumidores”, puntualiza el portavoz de ANDA, Alberto Díez.
ANDA es una asociación sin ánimo de lucro que trabaja por el bienestar animal desde 1989, especialmente desde el campo de la legislación. Además, es miembro de Eurogroup for Animals, una organización que coordina desde Bruselas las diferentes acciones que los países miembros de la Unión Europea llevan a cabo en defensa de la mejora de la calidad de vida de los animales.
Contacto de prensa: Alberto Díez: 630 84 27 33 [email protected]