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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de diciembre, 2013
Ahorrar en energía
Coincidiendo en el tiempo el proyecto que ya teníamos sobre la publicación en este número de un artículo sobre intercambiadores de calor con las últimas noticias sobre las nuevas tarifas eléctricas de España, hemos querido dedicar este comentario al tema de la energía, el componente más importante de los costes de producción del avicultor actual.
Centrados principalmente en el productor de pollos, para quien el coste de la calefacción es motivo de preocupación, creemos que todo lo que se diga sobre estos nuevos equipos que son los intercambiadores de calor –o “recuperadores”, como los llamen otros– es poco si uno se propone ahorrar en energía. Así nos lo confirman los datos que ya tenemos de algunas instalaciones realizadas en nuestro país, siendo avalado además por el artículo que destacamos en este número, una exhaustiva encuesta llevada a cabo en Francia, en donde ya nos llevan unos años de delantera en este campo.
Es más, en base a lo que ya anticipábamos el mes pasado con un reportaje sobre una granja holandesa equipada con una marca comercial determinada y apuntalamos este mes con otro reportaje de otra empresa, creemos que hoy en día no tendría que haber ningún criador de pollos que deje de plantearse la posibilidad de instalar estos equipos. E incluso, tampoco descartamos el posible estudio de su conveniencia en otros tipos de granjas, como bien puede verse en el estudio reproducido del país vecino.
Pero ahondando en el tema de la energía, hay un elemento pasivo que tampoco hay que descuidar, el aislamiento. Aunque ligado a la necesidad de renovación del aire, en todo caso hemos de procurar que la nave, sin descuidar la ventilación, tenga la máxima estanqueidad posible, procurando el grado de aislamiento necesario en función de la ubicación geográfica de la granja, evitando los llamados “puentes térmicos” –lugares sin aislar–, etc.
Afortunadamente, esto último es algo que hoy en día ya se contempla en la mayoría de instalaciones “llaves en mano” que se montan en el país, con elementos prefabricados y paneles tipo “sándwich” que ya de por si proporcionan un buen grado de aislamiento. Sin embargo, una precaución que debería tener todo quien esté interesado en montar una nave nueva, en la habitual comparación de presupuestos, es observar el tipo y el valor aislante que le ofrecen las empresas consultadas, porque no siempre es lo que debería ser…
Y ya que tratamos de energía, y de su ahorro, otra partida –pequeña, pero cierta– a la que muchas veces no se le presta la debida atención es la de la iluminación. Y si en las actuales naves de ponedoras en batería reviste la complicación de conseguir una buena uniformidad en superficie y en altura, en las de pollos nos encontramos con un absurdo legal –no justificado científicamente– que obliga a una intensidad determinada en el 80 % de su superficie. En resumen, aun sin poder ahondar en el tema, si queremos recordar que esta electricidad que requerimos es otro componente de la energía que pagamos. El empleo de los modernos LEDs, a los que ya nos hemos referido en alguna ocasión, puede ser una idea que brindamos a todos aquellos que quieran profundizar en este tema.
Con todo ello, adrede nos hemos dejado ya el tema “político” indicado al principio: las nuevas tarifas eléctricas de España. Aunque a la hora de cerrar este comentario aun no sabemos a cuanto ascenderá la factura de la electricidad del año que viene, una cosa es ya segura: que el incremento que el Ministerio de Industria pacte con las empresas eléctricas se “laminará” –como se ha dicho- para los consumidores para que estos puedan pagar a plazos la deuda colocada en el mercado y los costes financieros de la misma. Así que, ¡preparémonos!, porque tal vez no se incrementará en el tremendo 12 % que se había pedido, pero en algo sí.
Llegados a este punto, no queremos cerrar el año sin pensar que cuando este número llegue a manos de nuestros lectores estaremos ya cerca de Navidad. Por ello, vaya por delante nuestra habitual felicitación a todos ellos, suscriptores y anunciantes, para que puedan celebrar plenamente lo que significa esta festividad para los cristianos.