Este artículo es parte de la edición de noviembre, 2013

Una bomba de relojería

Hace ahora ya unos meses, el pasado junio, titulábamos este comentario editorial como “una nueva amenaza para la avicultura”. Y ahora, aun no queriendo pecar de pesimistas, pues no lo somos por naturaleza, creemos que debemos aportar aquí nuestro comentario sobre otra amenaza que se cierne sobre este sector y, más concretamente, sobre el del huevo.

El tema lo hallarán nuestros lectores en la sección de noticias del extranjero, tratándose concretamente de la prohibición en un Estado federal de Alemania, con aplazamiento de un año, del sacrificio de los machitos hermanos de las pollitas para puesta, practicado por eutanasia en las todas las salas de incubación. Levantado el tema por una de las potentes organizaciones “verdes” de ese país, calificando de “horrible” tal sacrificio, lo malo es que ya en otro Estado federal vecino se propongan hacer algo parecido y quien sabe si, luego, la marea se extiende a otros países de la UE y al final termina por afectarnos a todos, como en su día lo fue la prohibición de las baterías de puesta convencionales, con unas consecuencias económicas que aun estamos arrastrando.

Según la argumentación de la organización promotora del tema, el sacrificio de esos machitos debe detenerse independientemente de las alternativas que existan para criarlos, de que su sacrificio actual se realice por eutanasia o no, de cómo compensar lo que representaría su falta para los parques zoológicos o como alimento para aves de cetrería, o de que el sector avícola no disponga actualmente de ninguna solución para solventar el problema que se le viene encima. Es decir, ahí te las compongas…

Y la verdad es que, tanto allí –en la “verde” Alemania, de donde ha partido la idea–, como aquí o en cualquier otro país desarrollado, actualmente no disponemos de ninguna solución para resolver el problema. Porque, aun aceptando renunciar al sacrificio del machito en la incubadora y aceptando también el criar a un ave tan poco eficiente –en crecimiento y en conversión alimenticia– hasta alcanzar un peso “rentable” –pero ¿cuál?–, ¿podría alguien decirnos qué ventaja en su bienestar habría en prolongarle la vida dos o tres meses más?

Lo malo es que la opinión actual en las sensibleras mentes de algunos políticos de la Unión Europea se halla en la protección de los animales y en lo que pensarán los consumidores si ven que ellos no solventan un tema de tal importancia para la opinión pública. Pero, naturalmente, no se han planteado los problemas que habría con la crianza de estos machitos, así amnistiados de recién nacidos: por hallar el espacio necesario para criarlos, por alimentarlos, por eliminar sus subproductos –la cama, los residuos del matadero, etc.–, por lo que costaría procesar a un ave tan poco eficiente en comparación con el broiler actual, etc.

Nos decía un amigo español, comentando el tema, que el problema es de coste pues el no poder sacrificar a estos machitos haría elevar el precio de las pollitas. De acuerdo hasta aquí, pero esto no lo es todo, por lo dicho hasta ahora. Es que, ni regalados, los querría alguien, por lo que volvemos a lo de antes, es decir, ¿quién acepta un regalo así “envenenado?. Porque, de no sacrificarlos, ¿dónde criarlos, cómo alimentarlos, etc.?

En fin, una pescadilla que se muerde la cola y para la que, lamentablemente, hoy por hoy no tenemos solución. ¿Habrá que convocar un concurso de ideas para ofrecer a nuestros políticos para el día en que ello se pueda discutir en el Parlamento Europeo?… y Dios quiera que no lo veamos.

Con el apoyo de:
Categorías
En esta edición noviembre, 2013

Coccivex

Leer

Cosma

Leer

Chore-Time

Leer

New Farms

Leer

Verbeek

Leer

Tigsa

Leer

Otras ediciones

12 / 2022 LEER
11 / 2022 LEER
10 / 2022 LEER
09 / 2022 LEER
08 / 2022 LEER
07 / 2022 LEER
06 / 2022 LEER
05 / 2022 LEER
04 / 2022 LEER
03 / 2022 LEER
02 / 2022 LEER
01 / 2022 LEER
12 / 2021 LEER
11 / 2021 LEER
10 / 2021 LEER
09 / 2021 LEER
08 / 2021 LEER
07 / 2021 LEER
06 / 2021 LEER
05 / 2021 LEER
04 / 2021 LEER
03 / 2021 LEER
02 / 2021 LEER
01 / 2021 LEER
12 / 2020 LEER
11 / 2020 LEER
10 / 2020 LEER
09 / 2020 LEER
08 / 2020 LEER
07 / 2020 LEER
06 / 2020 LEER
05 / 2020 LEER
04 / 2020 LEER
03 / 2020 LEER
02 / 2020 LEER
01 / 2020 LEER
12 / 2019 LEER
11 / 2019 LEER
10 / 2019 LEER
09 / 2019 LEER
08 / 2019 LEER
06 / 2019 LEER
06 / 2019 LEER
05 / 2019 LEER
04 / 2019 LEER
03 / 2019 LEER
02 / 2019 LEER
01 / 2019 LEER
12 / 2018 LEER
11 / 2018 LEER
10 / 2018 LEER
09 / 2018 LEER
08 / 2018 LEER
08 / 2018 LEER
07 / 2018 LEER
06 / 2018 LEER
05 / 2018 LEER
04 / 2018 LEER
03 / 2018 LEER
02 / 2018 LEER
01 / 2018 LEER
12 / 2017 LEER
11 / 2017 LEER
10 / 2017 LEER
09 / 2017 LEER
08 / 2017 LEER
06 / 2017 LEER
05 / 2017 LEER
04 / 2017 LEER
03 / 2017 LEER
02 / 2017 LEER
01 / 2017 LEER
12 / 2016 LEER
11 / 2016 LEER
10 / 2016 LEER
09 / 2016 LEER
08 / 2016 LEER
07 / 2016 LEER
06 / 2016 LEER
05 / 2016 LEER
03 / 2016 LEER
02 / 2016 LEER
01 / 2016 LEER
11 / 2015 LEER
10 / 2015 LEER
09 / 2015 LEER
08 / 2015 LEER
07 / 2015 LEER
06 / 2015 LEER
05 / 2015 LEER
04 / 2015 LEER
03 / 2015 LEER
02 / 2015 LEER
01 / 2015 LEER
12 / 2014 LEER
11 / 2014 LEER
10 / 2014 LEER
08 / 2014 LEER
07 / 2014 LEER
06 / 2014 LEER
05 / 2014 LEER
04 / 2014 LEER
03 / 2014 LEER
02 / 2014 LEER
01 / 2014 LEER
12 / 2013 LEER
10 / 2013 LEER
09 / 2013 LEER
08 / 2013 LEER
07 / 2013 LEER
06 / 2013 LEER
05 / 2013 LEER
04 / 2013 LEER
03 / 2013 LEER
02 / 2013 LEER
01 / 2013 LEER