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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de febrero, 2013
Bert Heuvelman
Consultor avícola
Licenciado en ingeniería agrícola, Bert Heuvelman se graduó por la Wageningen Universiteit, en la especialidad de Economía y Política Agraria. En 1970 se incorporó a Euribrid-España y ocho años más tarde entró a formar parte de Euribrid Internacional (Nutreco). Desde 1998 ejerce como asesor independiente.
Marisa Montes
Tras la dura adaptación de las granjas europeas a la Directiva de bienestar animal, ¿cómo ve actualmente el futuro del sector de puesta?
Yo creo que siempre podemos ver un futuro positivo si sabemos producir de forma eficaz y adaptarnos a las exigencias de los consumidores, que cada vez es más sensible hacia temas como sosteni-bilidad, bienestar animal, calidad, seguridad, etc. Si cumplimos con todo esto seguro que hay un buen futuro para la avicultura.
¿Qué tendencias cree que se darán en los próximos años en cuanto al bienestar animal?
Con respecto al bienestar animal lo que vemos es que los grupos de presión que actúan, sobre todo en el norte de Europa, en Alemania, Holanda, Bélgica…. cada vez tienen más influencia y están forzando a las grandes empresas de distribución a cumplir con lo que ellos exigen. Ellos saben conseguir con sus sistemas todo lo que quieren; al inicio utilizan sus armas, por ejemplo rompiendo cristales de los grandes supermercados; pero luego tienen sistemas más sofisticados, como la propaganda en radio. Si una cadena de distribución no cumple con el bienestar animal, hacen una campaña negativa, con mensajes cortos emitidos cada hora, de forma que en poco tiempo consiguen que esta superficie cambie su estrategia.
“El sistema de producción de huevos en baterías no tiene futuro, es cuestión de tiempo”
¿Qué tiene que hacer un productor de huevos para producir de forma sostenible?
Lo que tiene que hacer, primero, es cumplir con la legislación. Segundo, ser fiable, buscar controles. La administración tiene la obligación de supervisar también a asociaciones y a empresas privadas que realizan controles. Por ejemplo en Alemania esto lo hace la empresa Kat – “Association for Controlled Alternative Animal Husbandry”-; habitualmente las cadenas de distribución exigen que el productor esté auditado por estas empresas de control para asegurarse que no hay fraude en ningún momento.
¿Qué nivel de seguridad alimentaria cree que existe actualmente en Europa?
Pienso que en estos momentos es alto, porque hay muchos controles, aunque siempre es mejorable. La Unión Europea ha copiado el sistema de Estados Unidos de la “Food and Drug Administration” – hay un organismo muy parecido en Europa – y yo creo que por todo esto el nivel actual es alto. Pero repito, siempre hay que buscar mejoras.
¿Qué busca un consumidor en el huevo como producto?
Lo que busca fundamentalmente es que se haya producido pensando en el bienestar animal, en la sostenibilidad, la calidad, en que el producto sea seguro y sea sano. Y añadiría el precio, aunque es lo que menos importa. El consumidor ingiere de promedio unos 200 huevos al año. Producir un huevo en sistemas alternativos -por ejemplo gallinas en el suelo- cuesta un céntimo más por huevo, lo que al año sería 2 euros por persona. Por tanto, hay muy poca diferencia.
¿Cree que tiene futuro el sistema de producción en jaula?
Personalmente, pienso que a medio-largo plazo, no. Es cuestión de tiempo. En Holanda, Alemania y Bélgica es imposible hoy en día encontrar en una tienda un huevo procedente de gallinas en jaula, es que nadie lo vende. Y esto debido a la presión de los grupos que hemos mencionado anteriormente. España tardará un poco más, le quedan todavía diez o quince años como máximo. Esto es difícil de saber, pero pienso que en este periodo estaremos en una situación parecida a la del norte de Europa.
¿Hay también retos para afrontar en el ámbito del comercio internacional?
Siempre existe la amenaza de que terceros países vendan productos más baratos, aunque todavía no se exige que los productos que vengan de fuera cumplan con la legislación europea, algo imprescindible. El sector avícola europeo tiene que organizarse, tener continuamente un bloque de presión en Bruselas para exigir que los políticos finalmente tomen estas medidas tan necesarias y justificadas. Es increíble que no se exija lo mismo a un productor argentino que a uno europeo. Esto es injusto y tiene que cambiar.