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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de agosto, 2012
REPRODUCCIÓN
MANTENER LOS MACHOS SIEMPRE JÓVENES. Planteamiento de una alternativa en el manejo de los machos reproductores
M. Kolanczyk y R. Meijerhof
•
International Hatchery Practice, 26: 2, 15- 17. 2011
Una de las claves de los factores de éxito para una óptima producción de los reproductores es la de asegurar una buena fertilidad desde el principio hasta el fin. El porcentaje de fertilidad es el principal factor determi- nante del nivel de incubabilidad y de los resultados de la manada.
Hay dos puntos críticos concernientes a la fertilidad de la manada. Ante todo, el período inicial durante el cual los machos y las hembras deben establecer una jerarquía estable y unas buenas interacciones. En este período es importante que los machos no sean demasiado agresivos y dominantes ya que esto podría asustar a las hembras y perjudicar más tarde a una buena conducta de cubri- ción. Esto significa que debe controlarse adecuadamen-
te el desarrollo sexual y sincronizar la madurez de ambos géneros. Demasiados machos o el hecho de que sean demasiado agresivos serán causas de que se produzca un exceso de cubriciones precoces, por lo que las hembras se asustarán y tenderán a evitar el aparea- miento.
Otro período crucial es la segunda mitad de la pro- ducción, donde podemos observar una caída de la ferti- lidad después de 45 semanas. La razón de este descenso de la fertilidad está parcialmente relacionada con una mala calidad del semen pero, principalmente, se debe a una menor actividad de los machos.
Aunque existen diferencias entre razas y sistemas de manejo, el mantener la incubabilidad en un alto nivel en
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MANTENER LOS MACHOS SIEMPRE JÓVENES
la segunda mitad del período de producción es siempre |
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| spiking al lote a mitad de camino del período de produc- | |||||
el punto clave de atención. |
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| ción, introduciendo nuevos machos jóvenes. | |||
A menudo, una grave caída de la fertilidad constituye |
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| Aunque este sistema suele funcionar muy bien, es | |||||
un factor decisivo para forzar al propietario a dar por |
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| muy importante que se aplicación se haga de forma | |||||
terminado el lote. |
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| correcta. El introducir machos jóvenes, ligeros, en un | |||
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| viejo lote regido por machos dominantes y pesados para | ||
Mantener a los machos motivados |
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| que se apareen con “sus” hembras, comporta el riesgo de | |||||
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| que los gallitos jóvenes se vean intimidados y sean | ||||||
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| incapaces de asumir la tarea de los antiguos machos de | ||
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Con la cubrición na- |
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| la manada. |
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| Los machos usados | ||
tural, es muy importante |
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| No | resulta beneficioso | instalar un | para spiking son a menu- | ||||
conseguir que los machos |
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se mantengan activos y |
| número elevado de machos al principio | do los sobrantes de la re- | |||||
motivados hasta el final |
| de la producción |
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| cría y, frecuentemente, | |
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| de segunda categoría. Su |
del período de produc- |
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| númerotampocosueleser | ||
ción.Paralograrloesesen- |
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| suficiente para substituir por completo los viejos gallos. | ||||
cial gestionar un buen peso corporal, seleccionarlos |
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adecuadamente y mantener unas buenas condiciones |
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| Una empresa integrada ofrece otra posibilidad. Nor- | |||||
de alojamiento. |
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| malmente el período de producción es el doble de largo | |||
Para asegurar una suficiente actividad de los machos |
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| que el período de recría. Por tanto, durante un ciclo de | |||||
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| producción se deben alojar otras dos manadas para la | ||||||
después de las 45 semanas de edad necesitamos poder |
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| recría. |
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disponer en este momento de bastantes machos de |
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buena calidad. Sin embargo, no resulta beneficioso ins- |
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| Los machos sobrantes de la manada alojada en el | |||||
talar un número elevado de machos al principio de la |
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| momento en que nuestro primer lote está a punto de | |||||
producción. Los machos |
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| iniciar la puesta consti- | |
acaban demasiado frus- |
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| tuyen potencialmente |
| Cuando se usa la inseminación artificial | |||||||
trados por la competen- |
| una reserva para el | ||||||
cia entre ellos y si están |
| es | suficiente un | número | de machos | spiking. Estos machos es- | ||
ligeramente más avan- |
| tan bajo como del 2% para mantener | tán a punto en el momen- | |||||
zados en su maduración |
| la | fertilidad |
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| to en que el lote anterior |
respecto a las hembras, |
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| alcanza su edad crítica de |
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éstas sufrirán un exceso |
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de cubriciones, arañazos y lesiones y habrá una alta |
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| Normalmente, al final de la recría tenemos un 10- | |||||
mortalidad entre los machos. Y muchos de los machos |
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| 11% de machos de buena calidad, lo cual no es suficien- | ||||||
menos dominantes permanecerán inactivos. |
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| te para el lote básico y para, al mismo tiempo, hacer el | ||||||
Además, los machos que no se muestren bastante |
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| spiking en el antiguo. Sin embargo, podríamos intentar | ||||||
dominantes en la primera parte del período de produc- |
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| utilizar los machos de diferente forma. | |||||
ción, no se volverán activos en la segunda parte. Esto |
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| Si tenemos el 11% de machos buenos, podemos | |||||
significa que el alojar un mayor número de machos al |
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| utilizar la mitad de ellos con la manada joven y la otra | ||||||
principio, creando más motivos de lucha y estrés entre |
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| mitad con los viejos que en este momento están alcan- | ||||||
ellos, no significará necesariamente que haya un nú- |
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| zando las 40 semanas de edad, donde reemplazamos el | ||||||
mero mayor de machos buenos al final del ciclo de |
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| conjunto completo de machos viejos. | ||||||
producción. |
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| Con este sistema tendríamos solamente | ||
Realizar el “spiking” (*) de forma |
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| 20 semanas y podríamos reemplazar los machos restan- | |||||
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| tes a las 40 semanas con un equipo completamente | ||||||
diferente |
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| nuevo de un 5,5% de machos. En una empresa con | |||
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Una de las soluciones para solucionar los problemas |
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| (*) Spiking: Sustitución de los gallos en un gallinero de repro- | ||||||
de la fertilidad al final de la manada es el de hacer un |
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| ducción |
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MANTENER LOS MACHOS SIEMPRE JÓVENES
muchos grupos el reemplazo podría ser todavía más frecuente.
Este bajo número no es por sí mismo necesariamente un problema siempre que los machos permanezcan activos. Cuando se usa la inseminación artificial es suficiente un número de machos tan bajo como del 2% para mantener la fertilidad. Incluso cuando se coloca un 8% de los machos en una situación de cubrición natural, solamente algunos de los machos participan activamen- te en el proceso de apareamiento.
De este sistema se derivan potencialmente diversos beneficios:
Machos más pesados
Para asegurar que los machos
Lacorreccióndelacurvadecrecimientoajustadadesde las
También se espera que los niveles de mortalidad en los machos sean más bajos de lo normal, ya que al poner un menor número de machos con las hembras aquellos expe- rimentan menos estrés y, en consecuencia, disminuye la competencia entre ellos. Mientras que el porcentaje de machos activos de buena calidad no descienda por debajo
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del 4%, este porcentaje será suficiente para sostener la fertilidad. Si tenemos en cuenta las consideraciones previas, podemos sugerir una lista de posibles pros y contras del sistema, que exponemos en los recuadros adjuntos.
Efectos positivos esperados
•Menos agresiones de los machos a las hem- bras al principio de la producción, debido al bajo número de machos. Esto se traduce en:
– una mejor aceptación de los machos por parte de las hembras y, de ahí más preco- cidad en los nacimientos,
–una menor mortalidad en las hembras de- bida a un exceso de cubriciones,
–una menor mortalidad de los machos debido a la disminución de las agresiones y de la rivalidadentreellos,conelestrésconsiguiente.
•Mejor fertilidad en la segunda mitad del pe- ríodo de producción, como resultado de la mejor calidad de los machos jóvenes.
•Menos rivalidad con los machos jóvenes de reemplazo a las 40 semanas, debido a la ausencia de machos viejos. Esto contribuye también a mejorar la fertilidad a las 40 sema- nas, a conseguir una mayor persistencia de la fertilidad y a disminuir la mortalidad entre los machos jóvenes.
•Una logística más simple y menos peligros para la bioseguridad, como resultado de implementar un sistema continuado de en- tradas y reemplazos.
•La posibilidad de hacer más fácil el manejo de la recría debido a una menor restricción del pienso.
Puntos negativos posibles
•El número de machos podría ser demasiado bajo para hacer subir la fertilidad. Éste resul- tado, sin embargo, podría ser sorprendente. La baja fertilidad, a temprana edad, general- mente suele ser consecuencia más bien de una actividad excesiva de los machos que de una actividad insuficiente.
MANTENER LOS MACHOS…
•Los machos no son lo bastante dominantes para sobrepasar la dominancia de las hem- bras a las 40 semanas de edad. Esta situación constituye un riesgo normal relacionado con el spiking. El uso de machos de primera cali- dad, preparados especialmente y sin rivali- dad, hace que este peligro sea muy pequeño.
•Debido al mayor peso corporal necesario para que los machos sean dominantes a su debido tiempo, estos se muestran ya demasiado agre- sivos en el momento de su ingreso en la nave de reproducción, a pesar de que su número sea limitado. Esta dificultad puede solucionarse clasificando los lotes al final de la recría. Los machos más pesados podrían ir a la manada de más edad mientras que los más ligeros a la de los jóvenes.
•Puede producirse una alta e inesperada mor- talidad de los machos en la recría, con la consecuencia de el que no haya el número suficiente de ellos a las 20 semanas para proveer a ambas manadas con la proporción adecuada de ellos. En este caso, la solución es la de volver al sistema normal y mantener a los machos, durante todo el período de pro- ducción, sin spiking.
Mientras que el porcentaje de machos activos de buena calidad no descienda por debajo del 4%, este porcentaje será suficiente para sostener la fertilidad
¿Nuevas perspectivas?
Aunque nosotros pensamos que este sistema de manejo puede ser una alternativa viable al sistema tradicional de manejo de los machos, no poseemos datos ni experiencia para demostrarlo. Basándonos en el cono- cimiento y experiencia general estamos convencidos de que ésta puede ser una nueva idea que vale la pena poner a prueba en algunos lotes.
Creemos que este sistema alternativo de manejo puede abrir nuevas perspectivas para la avicultura, no solo en el campo práctico, sino también en la reproducción.
El uso actual del reponer machos jóvenes cada pocos meses hace posible el empleo de gallitos genéticamente más pesados, puesto que el peligro de que se reduzca la fertilidad al final de la manada es menor.