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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de mayo, 2012
E D I T O R I A L
¿UN MUNDO EN EQUILIBRIO?
Apartándonos por una vez de los temas estricta mente avícolas que suelen ocupar mayoritariamente nuestra atención editorial, creemos que como parte fundamental que es nuestra actividad del sector primario vale la pena echar una
ojeada a este y a nuestra relación con el mismo.
El aspecto básico que deseamos destacar es el papel que incumbe a la avicultura en relación con la producción de proteína animal, a nivel global concretado en unos 165 millones de toneladas al año, lo cual es una parte muy significativa de la producción total de la misma en nuestro planeta. Y aunque siempre que se trata de estos temas solemos pensar en la carne de pollo, no se puede olvidar que, de este total, algo más del 40 % proviene del huevo y que, dentro de la carne de ave, el pollo no es el único protagonista pues no en vano la de pavo está creciendo en bastantes lugares – e incluso, aunque lentamente, en España – mientras que la de pato tiene un papel prepon- derante en varios países asiáticos.
Sin embargo, la parte más difícil de un encaje entre la producción y las necesidades proviene de los muy diversos factores a considerar. Véase, como ejemplo, el cuadro proyectado en una reciente conferencia sobre el tema (*) en el que se muestra la relación entre los hábitos alimen- ticios y el poder adquisitivo en diferentes regiones del globo:
Si, además y permitiéndonos el redondeo, consideramos que actualmente la población humana es de unos 7 mil millones de almas y que para el año 2050 se espera que haya ascendido hasta unos 9 mil millones, podemos hacernos cargo de la enorme complejidad que hay en alimentar adecuadamente a la misma en las cantidades necesarias para su subsistencia.
Otros factores a considerar, aparte de los citados en el cuadro anterior, haciendo aun más complejo el problema
*) Fuente: L. Roppa (Alltech´s Seminar, 2011)
de alimentar a la humanidad, y principalmente en cuanto al suministro de proteína animal, son:
–el muy diferente crecimiento demográfico de cada continente, por ejemplo, en recesión en Europa, en ligero crecimiento en América del Norte y ¡ con el 49 % de aumento previsto desde la actualidad hasta el año 2050 en África ¡
–el progresivo envejecimiento de la población, gracias a una mejor cobertura médica – aunque también con muy acusadas diferencias entre re- giones
–unos más que posibles desequilibrios en el sumi- nistro de energía, por reducción de las reservas de combustibles fósiles, por una parte, así como por desviación de una proporción creciente de recur- sos vegetales a la producción de biocombustibles,
–una mejora general en el nivel de vida de la creciente población de clase media de algunos países de considerable peso demográfico – China e India, por ejemplo
Otros muchos factores de posible consideración conver- tirían a este comentario en algo tan complejo que se escaparía del contenido de esta página. Así, los conflictos sociales surgidos en los últimos tiempos en la misma Unión Europea, teóricamente tan cohesionada, pero también tan inestable a consecuencia de una crisis que ojala no acabe por fracturarla, la falta de recursos hídricos en muchas regiones, el desperdicio de alimentos en la socie- dad desarrollada, enfrentada a la falta de lo más elemental en “terceros” países, la creciente preocupación por el bienestar animal y por la seguridad alimentaria, etc. son factores de desequilibrio que no se pueden olvidar.
En todo ello no cabe duda de que el papel que puede jugar la avicultura es fundamental. No en vano, se trata de la producción animal que más se ha desarrollado tecnológicamente, en su mayor parte debida a los avances en genética y, secundariamente, en materia de nutrición y de manejo de nuestras aves. Pero, en contrapartida, esto último también nos permite prever que, en el futuro, los avances que se consigan serán mucho más lentos pues nos hallamos cerca de unos límites biológicos que costará mucho sobrepasar.
Todo ello, en resumen, son unos retos de envergadura, tanto para los productores como para los técnicos, los sociólogos y los políticos, cabiendo confiar en que entre todos seamos capaces de salir adelante en este difícil mundo en equilibrio.