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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de marzo, 2012
PATOLOGÍA
Vacunación frente a Gumboro en pollitas de recría:elvalordeunsistemainmunitarioóptimo
Manuel Pizarro y Cristina Gómez
Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria (VISAVET)
Facultad de Veterinaria (UCM)
INTRODUCCIÓN
La bursitis infecciosa (infectious bursal disease
Avibirnavirus, familia Birnaviridae. Aunque puede darse la infección en broilers y pone- doras, la enfermedad clínica sólo aparece en aves jóvenes. Existen, asimismo, diferencias entre estirpes de ponedoras, siendo las estir-
pes ligeras más sensibles a la infección que Fig. 1. Forma clínica de la enfermedad de Gumboro en pollitas de 56 días de vida. las semipesadas.
La presentación más frecuente de la enfermedad de | se observan bolsas inflamadas e hipertróficas, | |
Gumboro en pollitas de recría es la forma clínica aguda, | ||
edematosas o hemorrágicas (Glisson y Kleven, 1993) | ||
causada por cepas víricas muy virulentas o vvIBDV, | ||
(Figura 2 y 3). | ||
afectando normalmente a las aves entre las 3 y 6 | ||
Hay reconocidos dos serotipos del virus, 1 y 2, que | ||
semanas de vida y asociándose con una mortalidad muy | ||
pueden diferenciarse mediante ensayos de neutraliza- | ||
elevada, desigualdad del lote, dificultad para alcanzar el | ||
ción cruzada. El serotipo 1 es el único que se asocia con | ||
peso estándar, peor índice de conversión, etc. También | ||
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puede presentarse la forma subclínica en aves menores |
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de 3 semanas, y, aunque no suele valorarse de forma |
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rutinaria en las explotaciones, debe tenerse en cuenta ya |
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que puede dar lugar a cuantiosas pérdidas (Figura 1). |
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Debido al tropismo del virus por los linfocitos B y sus |
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células precursoras en la bolsa de Fabricio y la replicación |
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del mismo en estas, pueden producirse lesiones que |
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desemboquen en una disfunción del órgano (bursectomía |
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vírica), manifestación inmunopatológica que se carac- |
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terizará por una menor respuesta inmunitaria de base |
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humoral y una mayor sensibilidad a otros patógenos |
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(Alonso, 2002). |
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Las lesiones de la bolsa de Fabricio varían en función |
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de la forma clínica de la enfermedad: si es subclínica se |
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caracteriza por atrofias variables, y, si es la forma clínica | Fig. 2. Hipertrofia de la bolsa de Fabricio |
Artículo patrocinado por
VACUNACIÓN FRENTE A GUMBORO EN POLLITAS DE RECRÍA: EL VALOR DE UN SISTEMA INMUNITARIO ÓPTIMO
Fig. 3. Atrofia y edema de la Bolsa de Fabricio | Fig.4. Inflamación, edema y necrosis linfoide por IBD aguda (HEx10) |
la enfermedad clínica y contra el que se han desarro- llado vacunas (OIE, 2008).
En los últimos años, en nuestro país, han sido caracterizadas varias cepas que no siendo similares a las cepas variantes, si lo son a las cepas altamente virulentas europeas y japonesas, por lo que puede concluirse que las cepas vvIBDV están presentes de forma continua y predominante en nuestro país. (Majó y col., 2000). Estas cepas provocan enfermedad con graves lesiones inflamatorias y necrosis linfoide en bolsa de Fabricio (Figura 4).
Existe un grupo de antígenos comunes para los serotipos 1 y 2 que se expresan en las proteínas víricas 2 y 3 (VP2 y VP3). Los anticuerpos frente a la proteína 2 probablemente son los que producen mayor protec- ción (Azad y col., 1987; Becht y col., 1988), ya que se sabe que los anticuerpos frente a la VP3 no inducen protección.
TIPOS DE VACUNAS FRENTE A GUMBORO EN POLLITAS DE RECRÍA
La utilización de las diferentes vacunas y el progra- ma de vacunación empleado, varían en función del riesgo de exposición a la enfermedad y, en el caso de las vacunas vivas, del título de anticuerpos maternos. Las vacunas disponibles actualmente en el mercado son:
Vacunas vivas atenuadas: inducen la formación de diferentes títulos de anticuerpos circulantes, e incluso, procesos patológicos (Luker y Saif, 1991; Mazariegos y col, 1990). Suelen administrarse en el agua de bebida. A su vez, se clasifican en función de la patogenicidad residual de las cepas en:
•Vacunas “suaves”: con virus muy atenuados, dan lugar a títulos de 1:100 o menores, producen un daño bursal limitado o alteraciones no detectables.
•Vacunas “intermedias”: con virus medianamente atenuados, producen títulos mayores de 1:250, dan- do lugar a una atrofia detectable de la bolsa e inmunodepresión de los animales, si son vacunados sin anticuerpos.
•Vacunas “intermedias plus” o “calientes”: con virus poco atenuados, producen títulos que superan los 1:500, pero pueden dar lugar a formas clínicas de la enfermedad si se usan como
Vacunas inactivadas: suelen emplearse en aves reproductoras para maximizar los anticuerpos maternos transmitidos horizontalmente a las pollitas. Se adminis- tran mediante inyección intramuscular cerca del inicio de la puesta.
Vacunas vectoriales: se trata de una vacuna recombinante que utiliza un vector vírico, en concreto, un herpesvirus del pavo, para expresar el antígeno VP2. Confiere protección frente a todas las cepas conocidas del virus de IBD. Ésta no se ve afectada por la presencia de anticuerpos maternos (Bublot y col., 2007). La apli- cación se realiza en la sala de incubación, bien “in ovo” (huevo embrionado de 18 días) o mediante inyección subcutánea al día de vida.
VACUNAS AUTORIZADAS EN ESPAÑA PARA POLLITAS DE RECRÍA
En la actualidad, se encuentran autorizadas en Espa- ña para la vacunación de pollitas de recría 11 vacunas
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frente a IBDV, 10 de las cuales son vacunas vivas atenuadas y 1 de tipo vectorial (Tabla 1).
ANALISIS HISTOLÓGICO
Las alteraciones histológicas ocasionadas por las vacunas son generalmente muy discretas, a excepción de las vacunas calientes en animales sin anticuerpos donde podría llegar a aparecer un auténtico cuadro clínico con inflamación de la bolsa y necrosis de los linfocitos, observándose una población linfocitaria algo menor de lo normal.
Para ello es muy interesante poder conocer y diferen- ciar imágenes histológicas normales a diferentes eda- des. Por el uso de vacunas vivas suelen aparecer bolsas con imágenes histológicas que no se corresponden con la edad real del ave, siendo de menor tamaño y por consiguiente una menor densidad linfocitaria.
Los tejidos linfoides experimentan un gran desarrollo en las primeras semanas de vida de las aves, pero después van disminuyendo y atrofiándose a lo largo de la vida de
Fig. 5. evolución fisiológica del tamaño de la bolsa con la edad (1,7,14,21 y 28 días de vida)
un modo fisiológico mediante mecanismos de apoptosis. Esta atrofia, en ocasiones puede verse incrementada en situaciones de estrés (como el frío, calor, trauma, etc.), por factores nutricionales, (vitaminas A, E y Se), e incluso por el efecto de micotoxinas (inhiben síntesis del ADN, ARN).
El virus patógeno de la enfermedad de Gumboro provoca en primer lugar inflamación y posteriormente atrofia de la bolsa de Fabricio. Tiene una acción muy directa sobre los linfocitos T, pudiendo observar imáge-
Tabla 1. Características de las vacunas autorizadas en España
VACUNACIÓN FRENTE A GUMBORO EN POLLITAS DE RECRÍA: EL VALOR DE UN SISTEMA INMUNITARIO ÓPTIMO
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nes de picnosis y cariorrexis marcada en estos |
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elementos. La bolsa suele apreciarse tumefacta |
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con edema y hemorragia inicialmente y posterior- |
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mente sufre una gran atrofia. |
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Debido al uso de las vacunas vivas, la lesión |
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puede variar desde una ligera depleción o disminu- |
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ción de la población linfoide transitoria y de fácil |
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recuperación, hasta una auténtica necrosis de lin- |
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focitos, similar a la propia lesión de la enfermedad. |
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Una disfunción de la bolsa de Fabricio provoca- |
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rá un cuadro de inmunodepresión, cuyo grado |
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dependerá de la gravedad de la afección del propio Fig.6. Evolución del desarrollo de la bolsa con la edad (HEx4) | |||
órgano, del que podemos sospechar ante la presen- |
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cia de alguno de los siguientes signos: | También resulta interesante el estudio histológico de | ||
1. Mal rendimiento y mayor incidencia de patologías. |
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| la bolsa para observar las posibles imágenes de picnosis, | ||
2. Disminución de peso, mal índice de conversión, |
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| necrosis linfoide o procesos inflamatorios y confirmar el | ||
mala homogeneidad, mortalidad. |
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| grado de atrofia al compararlo con el normal para su | ||
3. Reacciones vacunales largas y complicadas, bro- |
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| edad. Los grados de atrofia también pueden clasificarse | ||
tes de enfermedad respiratoria. |
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| entre I (mínimo grado de atrofia o máximo desarrollo, con | ||
Pudiendo realizar un diagnóstico presuntivo ante la |
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| folículos repletos de células linfoides) y IV como máxima | ||
presencia de alguno de los siguientes casos: |
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| atrofia (prácticamente sin linfocitos). El grado de atrofia | ||
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1. Atrofia o lesión en bolsa de Fabricio |
| normal o involución fisiológica se corresponde con los | |
| siguientes grados: | ||
La bolsa se desarrolla a partir del nacimiento alcan- |
| 1 semana: Grado II | |
| 4 semanas: Grado I (máximo desarrollo) | ||
zando un gran desarrollo a las 4 a 7 semanas. Posterior- |
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| 7 semanas: Grados | ||
mente comienza a atrofiarse a las 10 semanas y se |
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| 10 semanas: Grado | ||
aprecia totalmente atrófica a las 25. Este hecho hace |
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| 25 semanas: Grado | ||
necesario la medición o peso de la misma, el peso de los |
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animales, y la edad, para llegar a determinar una posible |
| Así, variaciones en el grado de atrofia con la edad, | |
lesión en el órgano. |
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| probablemente se corresponderán con animales | ||
Es muy importante conocer el tipo de ave y los |
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| inmunodeprimidos. | ||
programas vacunales, ya que la morfología de la bolsa |
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| A continuación se muestran imágenes histológicas | ||
puede cambiar de unos a otros casos. En broilers, la |
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| de bolsas de Fabricio normales de diferentes edades | ||
evolución del peso de la bolsa en relación al peso corporal |
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| (Fig.6). Se observa la evolución de una población linfoide | ||
es paralela, manteniendo una relación aproximada de 1/ |
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| muy limitada y un tamaño de folículos muy pequeño en | ||
300 (Tabla 2). |
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| pollitos de 1 día, al aumento del tamaño de folícu- | ||
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| los y la cantidad de linfocitos en los mismos en | |
Tabla 2. Pesos de bolsa de Fabricio y peso corporal a diferentes pollos de más edad. | |||
edades (Broilers mantenidos en jaulas y sin vacunas) |
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| 2. Atrofia de bazo y relación |
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| bolsa/bazo |
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| Numerosos autores han postulado que la re- |
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| lación entre el peso de la bolsa y el bazo tiene un |
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| gran significado. A continuación se muestran |
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| algunos datos preliminares obtenidos en un estu- |
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| dio propio, que presentan gran variación. Por ello, |
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| es importante adaptar los datos al tipo de produc- |
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| ción y a los programas vacunales usados. |
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VACUNACIÓN FRENTE A GUMBORO EN POLLITAS DE RECRÍA: EL VALOR DE UN SISTEMA INMUNITARIO ÓPTIMO
LA VACUNACIÓN DE LAS POLLITAS
Como se ha mencionado anteriormente, el virus de la IBD presenta un marcado tropismo por la bolsa de Fabricio y en concreto por los linfocitos B y sus precur- sores en esta. La principal proteína antigénica del virus (VP2) induce apoptosis de las células infectadas. Por tanto, ya sea por infección natural o por la vacunación con ciertas vacunas vivas atenuadas, que pueden cau- sar cuadros leves de enfermedad en función del momen- to de aplicación, la integridad y función de la bolsa puede verse comprometida (Quinn y col., 2002).
Un agotamiento de los linfocitos B en los primeros días de vida generará unas respuestas inmunes altera- das, que tendrán como consecuencia una menor resis- tencia a otros patógenos y una respuesta ineficaz a las vacunaciones. Por el contrario, si el daño bursal se produce tras los
Las vacunas vectoriales, al no contener virus de Gumboro en su estructura, no presentan problemas en lo que a la integridad y función de la bolsa se refiere, por lo que no tienen consecuencias inmunológicas negativas.
En el caso de las vacunas vivas administradas en el agua de bebida, los programas de vacunación variarán en función del nivel de anticuerpos maternos, el riesgo de enfermedad o presencia de cepas muy virulentas. El cálculo de la fecha óptima de vacunación en los lotes de pollitas de recría, a menudo, resulta complejo debido al número de animales que componen los lotes, frecuen- temente elevado (incluso 100.000 aves), y a que el grado de dispersión de los títulos de anticuerpos puede ser también elevado. Si el nivel de anticuerpos presente es elevado y uniforme en el grupo, podrá retrasarse la primera vacunación y por tanto se limitarán los posibles dañosenlabolsa.Siporelcontrario,elniveldeanticuerpos no es el adecuado o uniforme en todas las aves, o existe un riesgo elevado de infección, la vacunación deberá adelantarse a los primeros días de vida. Generalmente,
y en este último caso, se usan vacunas parcial- mente atenuadas del tipo “intermedio” o “calien- te”, que sean capaces de superar los niveles de anticuerpos materos presentes, que causarán un dañovariableenlabolsa(TorrubiayGibert,2010).
En este sentido, el uso de vacunas vectoriales, evita el cálculo de la fecha óptima de vacuna- ción, ya que al no verse afectada por el título de anticuerpos maternos, se administra en la sala de incubación independientemente del nivel de éstos, confiriendo una protección total y homo-
génea de todas las aves sin lesionar la bolsa de Fabricio. Un correcto estado inmunológico, se traduce en una mayor resistencia a otros patógenos y una adecuada respuesta a las vacunaciones, lo que supone un óptimo estado de las aves y por tanto unos óptimos índices productivos. En este sentido han sido desarrollados nu- merosos estudios en broilers y ponedoras, en los que se observa una mejora en los índices productivos con el uso de vacuna del tipo vectorial en comparación con el uso de vacuna viva atenuada, muy probablemente debidos a la ausencia de daño de la bolsa y la consiguiente ausencia de cuadros de inmunodepresión (Torrubia,
2009a; Torrubia, 2009b; Garcés y col., 2011).
Con respecto a la influencia de la vacunación con vacuna vectorial y la respuesta a la vacunación frente a otros patógenos, han sido realizados estudios que ponen de manifiesto una mejor respuesta a la vacuna- ción frente a la enfermedad de Newcastle, en compara- ción con aves vacunadas con vacuna viva atenuada. Asimismo, se ha probado efectiva la vacunación al día de vida frente a las enfermedades de Marek, Newcastle, bronquitisinfecciosayenfermedaddeGumboro(Torrubia, 2009b).
CONCLUSIÓN
Es muy importante mantener la bolsa de Fabricio íntegra para un correcto desarrollo del sistema inmune y mejor respuesta del animal a las vacunas y a las enfermedades, ya que su capacidad de formar anticuerpos será mucho mejor. Así, las aves tienen una mejor respuesta a los planes vacunales y sufren menos enfermedades, por lo que llegarán a la fase de puesta en mejores condiciones físicas, más peso y uniformidad, lo cual se podrá conseguir con planes vacunales adecuados.
BIBLIOGRAFÍA
(Se enviará a quienes la soliciten).