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La revista de la industria
Este artículo es parte de la edición de enero, 2012
E D I T O R I A L
AL INICIARSE EL AÑO
De igual forma que al terminar un año natural es bastante frecuente hacer un balance del mismo para analizar su desarrollo y en que ha afectado a
nuestra actividad económica, creemos que una oportuni- dad igual se presenta al iniciarse el siguiente ejercicio, pero más para examinar los retos que se presentan, tanto a nivel global o nacional, como en su relación con el sector en el que operamos, el de la avicultura.
Sin duda alguna, la situación actual, tanto a escala mun- dial como en la Unión Europea y, más concretamente, en España y en la mayor parte de nuestras Comunidades Autonómas es muy complicada por los retos con los que nos enfrentamos, simplemente a nivel económico… y no hablemos ya del político, por más que ambos guarden relación. Y aunque no queramos mezclar churras con merinas, como vulgarmente se dice, el batiborrillo de problemas e ideas lanzados por distintas organizaciones
Comenzando por la FIAB
Por otra parte, un comentario de la segunda referencia antes citada, tratando del problema del hambre en el mundo – actualmente con más de mil millones de perso- nas sin tener que comer – y de la especulación financiera que hay detrás de la escalada del precio de los alimentos, preconiza que los mercados de materias primas alimentarias deberían tener una mayor transparencia pues nadie tiene derecho a jugar con el derecho a la vida de los demás.
Sin duda alguna, uno de los términos que mas se han utilizado últimamente es el de la “sostenibilidad”, aplica- da tanto a las producciones agrícolas y ganaderas, como para relacionarla con el crecimiento demográfico, el desperdicio de alimentos, etc. El problema ya lo aborda- mos en el mes de mayo pasado, debiendo recordar que posteriormente
(1)Ver editorial sobre “Demografía y Avicultura”.
(2)Véase, como ejemplo, la injusta condena de la Comisión Nacional de la Competencia, o CNC, a INPROVO, según noticia publicada el pasado diciembre en SA.
del círculo. Pues si en nuestro propio país ya no nos entendemos (2), ¿no convendría que las leyes de defensa de la competencia, nacidas para evitar las prácticas distorsionadoras de los mercados, facilitasen las alianzas comerciales del sector productor para abastecer mejor a sus clientes?
Sin rozar siquiera el tema del desperdicio de alimentos en las sociedades desarrolladas, mientras que en muchos países del llamado “tercer mundo” se está pasando ham- bre, desde el punto de vista de la producción creemos que la avicultura tiene mucho que decir. Veamos solamente unos datos, recogidos a vuelapluma:
Años |
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| 1970 | 1990 | 2010 |
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| |
Población | mundial, |
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| |
millones |
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| 3.600 | 5.300 | 6.800 |
Producción de huevos, |
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000 ton. |
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| 19.500 | 35.200 | 67.000 |
Consumo | de | huevos, |
|
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|
Kg/persona y | año | 5,8 | 6,6 | 9,8 | |
Producción de carne |
|
|
| ||
de ave, 000 ton |
| 15.000 | 41.000 | 95.000 | |
Consumo | de |
|
|
|
|
carne de | ave, |
|
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Kg/persona y | año | 4,4 | 7,8 | 14,0 | |
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Adrede, dejamos ya otras comparaciones mas incómodas, tal vez, para algunos, como puede ser el hecho de que hace 40 años el consumo de carne de ave representaba solo el 15 % del total de las carnes producidos y hoy ya esté por encima del 40 %. No en vano esta producción
¿No se ve, pues, el enlace de todo esto con lo antes apuntado acerca de la sostenibilidad?. Es el argumento que creemos que todos los relacionados con la avicultura deberíamos airear siempre para “publicitar” nuestra producción.
Foto: Fernando Castelló
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