Este artículo es parte de la edición de septiembre, 2017

“Es una manera para salir adelante”

Neringa Sinkeviciute [email protected]

Alejandro Vigueras, el propietario de la granja, y Gerardo Blanco, veterinario y técnico de la ESA, que se encargó de la instalación.

 

El reloj marca las 11 de la mañana cuando llegamos a Alcampell, allí donde la tierra inicia su ascenso natural e irremediable. Es un terreno llano, a unos 500 metros de altitud, sobre el nivel del mar, que caracterizan sus variaciones paisajísticas. Campo pequeño”, es lo que significa el nombre de la población en catalán. Con algo más de 680 habitantes, este pueblo, perteneciente a la comarca aragonesa de La Litera, al este de la provincia de Huesca, cuenta con un hálito de superación y supervivencia que se ha ido transmitiendo de generación en generación. En esta región el sector ganadero y avícola siempre ha tenido un papel destacado, pero también es tierra de maíz, manzanos, perales, melocotoneros, girasoles y almendros.

Al norte de Alcampell, encontramos la granja de Alejandro Vigueras. El propietario de esta explotación nos saluda amablemente y mientras iniciamos el paseo por la localidad, nos cuenta que en invierno aquí hay mucha niebla, tanta o incluso más que en Lérida. El clima predominante es mediterráneo continental.

Cuando le preguntamos por qué se ha dedicado al negocio avícola, confiesa que quería hacerlo porque es una manera para salir adelante.
 

La granja y el equipo

Es una granja ya antigua que cuenta con 2 naves para pollos, otra para cerdos y un almacén para paja, además de la instalación solar, el tractor, etc. Alex trabaja solo, sin ayudantes, necesitando ayuda únicamente para sacar los pollos.

Ambas naves de pollos son de obra y con ventanas: la primera, más antigua, tiene unos 30 años y unas dimensiones de
9 x 90 m
810 m². La otra tiene 14 años y 14 x 145 m
.2.030 m². Esta última tiene ventanas corridas en la fachada sur, extractores en la norte y lucernario. Es de orientación SSW, paralela a la antigua.

La nave está cubierta de placas cerámicas y aislada con poliuretano de inyección, lo que permite asegurar a Alex que en invierno se mantiene muy bien la temperatura. Las ventanas están divididas en 3 grupos para poder abrirse independientemente, según convenga.

En cuanto a la ventilación, la nave cuenta con 10 ventiladores de para y arranca de 35.000 m³/h a fin de controlar la temperatura interior.

Dispone de 5 líneas de bebederos de tetina Plasson y 4 de comederos de plástico de la marca SKA. En las líneas de bebederos el agua entra por el centro mientras que en las de comederos por un extremo y Alex explica que así el pienso tarda más en llegar al final.

Para calentar la nueva nave se utiliza una caldera de biomasa quemando cáscara de almendra. La nave antigua cuenta con el gas propano, tiene un recuperador de calor Exafan y dos calefactores Zicky. Según Alex, el gas da más humedad dentro de la nave mientras que la biomasa crea un ambiente más seco. Por otro lado, la calefacción con biomasa resulta algo más económica que el gas.
 

La instalación fotovoltaica

La instalación fotovoltaica ya ha cumplido 2 años y medio en esta granja. Alex dice que está muy contento y el cambio se nota mucho, pues le supone un ahorro muy importante. Alex decidió montarla para dejar de utilizar gas-oil para calefacción ya que nunca ha tenido electricidad de la red en la granja.

El hombre reconoce que tuvo que afrontar muchos retos. La compañía eléctrica le quería cobrar unos 65.000 € por traérsela desde 1 km con el recargo de tener que pedir permiso a los dueños de las fincas por las que había que pasar la línea. “Pedía permiso a la gente y algunos me decían sí, pero me tienes que poner la luz, en cierta manera ya se les ponía la luz, la línea les pasaría, sólo tenían que bajársela, recuerda. Incluso, a algunos, que tienen granjas de cerdos, no les interesaba mucho la luz, dice, pero en el negocio de los pollos es algo fundamental.

Con todo eso no pudo, entonces continuó con el grupo y en su día pasó la empresa Earth Sun Air Corporation SL – ESA BIOENERGY – , le hizo un estudio sin coste de cómo sería la instalación y qué presupuesto tendría, y finalmente decidió realizarla.

Según nos cuenta Alex, la crianza con gas-oil era una ruina, utilizando un generador de 60 kVa. No solo era gasoil, sino también la amortización del grupo, las averías del mismo, los cambios de aceite, explica. Antes tenía que estar pendiente de todo constantemente, ya que siempre se producía algún fallo o avería. Sin embargo, si ahora tiene que marcharse por algo, se va mucho más tranquilo. Es que ahora no hay ningún fallo, afirma.

Las placas las tiene instaladas en 2 lugares, en el techo del almacén y en la cubierta de la nave vieja. Las placas son norteamericanas y envían la electricidad continua a un cargador o regulador, italiano, de 40 kW. La potencia del regulador es proporcional al número de las placas. Según nos indica Gerardo Blanco, veterinario y técnico de ESA BIOENERGY, para este tipo de cargador el inversor necesita una tensión determinada de 384 vasos.
 

La instalación solar es de35 kW de potencia instalada.

La potencia de la instalación fotovoltaica puede variar mucho,

incluso ser de300 kW, dependiendo de las necesidades.

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Desde el cargador la electricidad, en continua, se dirige a 8 baterías y desde éstas a un inversor italiano de 40 kW, que la transforma en alterna. De hecho, en el proyecto inicial el inversor tenía que ser de 25 kW, pero finalmente, se modificó sobre la marcha y se decidió optar por más potencia.

La instalación solar es de 35 kW de potencia instalada. La potencia de la instalación fotovoltaica puede variar mucho, incluso ser de 300 kW, dependiendo de las necesidades.

Cada batería de 48 V está compuesta por 192 vasos. La capacidad de las baterías es de 220 kWh y cuando su carga está al 20%, si no hay más aportación de energía, arranca el grupo electrógeno, hasta llegar al 50 % de carga de éstas, parándose entonces automáticamente. Se podría intentar descargarlas totalmente, pero no es aconsejable.

ESA BIOENERGY, creada hace unos 4,5 años, fue la empresa que se encargó de la instalación. En cuanto a los costes, la instalación completa, en una granja aislada, tiene un precio de aproximadamente 2.400 €/kW mientras que la misma instalación, con conexión a la red, puede costar 1.200 €/kW. Una placa solar fotovoltaica tiene un precio de unos 160 € y un grupo electrógeno cuesta unos 6.000 €.

Según afirma Gerardo Blanco, las placas de la empresa ESA BIOENERGY cuentan con una garantía de 12 años en total frente a cualquier defecto y para las baterías se ofrece una garantía de fábrica de 2 años. La temperatura ideal para mantenerlas es de 25°, no obstante, en verano es muy complicado hacerlo. Incluso hay granjas que han puesto aire acondicionado para esto, comenta. La pérdida anual de eficiencia de las placas fotovoltaicas se estima en un 0,64 % anual.

Un detalle interesante que nos revela Alex es que las placas captan electricidad incluso en los días de niebla, habiendo registrado 210 h de funcionamiento del grupo en una crianza de invierno con niebla de las 1176 horas de duración total de la crianza –. Le preguntamos cuál ha sido el récord de menos funcionamiento del grupo electrógeno y nos dice que fue en la pasada crianza de abril, sólo 43 h en toda ella, menos de 1h diaria.

 

El proceso de la instalación de las placas fotovoltaicas
 

Manejo y comercialización

Según nos indica Alex, cría unos 50.000 pollos, en integración con SADA, a razón de unas 17-18 aves/m². Los recibe sexados, separando los recién nacidos en las dos naves con una pequeña valla, a fin de conseguir una mayor uniformidad en el peso. La cama es de paja, elegida por ser el producto típico de la zona y por el precio. En cuanto al suministro de agua, la granja cuenta con un pozo propio.

Alex hace un clareo y al final saca pollos de 3 a 4 kg, hasta de 49 días. Se queja del clareo pues dice que gana más con los pollos más pesados. También comenta que le gustaría que le avisarán con más anticipación de las entradas de los pollitos y que hubiese siempre el mismo período de tiempo entre el final de una cría y el inicio de la siguiente.

Aunque haya incentivos por conversión y por pocas bajas, es un negocio muy imprevisible. Nunca sabes lo que ganarás hasta el día siguiente de haberlos sacado a todos, explica Alex.

Un aspecto interesante es que a los pollos se les suministran 6 tipos diferentes de piensos: de 1 a 12 días harina, de 12 a 25 migajas, de 25 a 32, de 32 a 35, de 35 a 42 y de 42 a fin, todos estos últimos granulados.

Hasta ahora no ha habido ningún problema sanitario, ignorando si los piensos tienen coccidiostático o bien los pollitos llegan vacunados.

Alex nos explica, que un día podría ampliar la instalación. Dice que depende de muchos factores y confiesa que si pudiera, ampliaría su negocio de cerdos. Según él, lo bueno de cerdo de engorde es que es mucho más tranquilo, puedes tenerlos sin alarmas, además, sabes lo que ganarás ya que se paga por cabeza, es mucho más fácil. Lamentablemente, no puede ampliar su negocio de cerdos por distancias a otras granjas, pero el de los pollos sí, ya que la superficie que necesita no interfiere con la distancia de bioseguridad a otras granjas de pollos vecinas. Tiene dos hijas, pero dice que prefiere que se dediquen a otras cosas. Mejor que busquen algo por allí, para estar medio esclavo ya estoy yo. Según él, si un día quieren trabajar en esto, lo tendrán siempre.

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