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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de enero, 2017
La feria tiene una tradición más que centenaria, por haberse iniciado en el año 1664, aunque su verdadera importancia data de los años noventa, cuando se cambió de lugar, al iniciarse el proceso de recuperación de la raza de gallinas Penedesenca –antes conocida por el nombre de Vilafranquina -, actualmente ya bien consolidada.
Su importancia actual se debe en buena parte al esfuerzo realizado por el recientemente fallecido genetista Amadeu Francesch Vidal, del IRTA, en la recuperación y mejora de esta raza, tradicionalmente conocida por la puesta de unos huevos de cáscara de color marrón oscuro, y actualmente conocida por la calidad gastronómica del “gall negre del Penedés”.
La conservación y mejora de la raza Penedesenca es, desde hace años, el objetivo de la Asociació de Criadors del Gall del Penedès, con la gestión del libro genealógico de la misma.
El éxito de esta Fira queda avalado por la venta de unas 4.000 piezas de aves y cerca de 400 aves sacrificadas con el distintivo IGP – Identificación Geográfica Protegida -, previamente elegidas en vivo, una particularidad única en Cataluña.
Por otra parte, la Feria ha acogido este año el VIII Concurso-Exposición de la raza de gallinas Penedesenca, con participación de los criadores de la misma y en el cual se otorgó un premio al huevo de mejor color. A destacar, en el recinto, el stand de la empresa Aviraut, con un emotivo recuerdo al fallecido Amadeu Francesch, cuya obra continúa su hijo Amadeu Francesch Piqué.
La importancia de esta Feria fue realzada por la muestra de cocina asociada a la degustación de los conocidos con D.O. Penedés, con la posibilidad de escoger entre 21 propuestas gastronómicas derivadas del maridaje de las aves con los mismos.
Amadeu Francesch Piqué, en el centro, junto con Pere Regull, Alcalde de Vilafranca y Mª Dolors Rius, Concejal de Turismo.
El stand de Aviraut, con un recordatorio al fallecido Amadeu Francesch Vidal.