Recibe Selecciones Avícolas en versión impresa
SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de septiembre, 2016
No nos engañemos
Finalizado prácticamente el verano al cerrar este comentario, aparte de los temas referentes a la canícula – la más calurosa del siglo, a juzgar por los datos históricos – y la falta de acuerdo de los políticos para cesar en la interinidad del Gobierno en funcionas- ¡y ya llevamos 8 meses en ello! -, lo más destacado en los medios avícolas ha sido la lluvia de noticias de muy diferentes orígenes y latitudes, en torno a la sustitución de los huevos de gallinas en batería por los “cage-free” o “no de jaula”.
En una somera revisión sobre ello hemos encontrado así los siguientes informes:
- En Francia, con la empresa Sodexo indicando que dejará da comercializar huevos de batería en el año 2025.
- En el Reino Unido, con esta misma empresa, uniéndose a las anteriores Tesco, Sainsbury´s, Marks & Spencer, Aldi, Walmart y quizás alguna más, fijando diferentes plazos, pero en todo no más tarde del 2025.
- En Méjico, con el reciente anuncio de la multinacional Bimbo, uniéndose al anterior de Toks, aquella ya de forma inmediata y ésta con vistas al 2022.
- En Australia, con Burger King, ya fijando un límite para el año próximo.
- En Estados Unidos, uniéndose al plazo de 10 años que se había fijado McDonalds el año pasado otras importantes cadenas, como Walmart, Kroger, Alsea – esta última englobando a Burger King, Starbucks, etc. -, con diferentes fechas tope para terminar con la compra de huevos de batería.
Y, en España, mientras tanto, con algún importante productor de huevos, de batería hasta ahora, comenzando a diversificar sus ventas con la instalación de no pequeñas granjas de gallinas alternativas, bien en aviario, camperas o ecológicas.
Mientras tanto, ¿cual es la diversificación de la producción en nuestro mercado actual del huevo, principalmente en España, pero también en la Unión Europea?. Si observamos los datos oficiales disponibles, en el último informe del MAGRAMA – junio 2015 – se indica que los tres países comunitarios que en el 2014 encabezaban la proporción de gallinas alternativas eran: Lituania, con solo un 3,7 % de gallinas no en jaulas – de un parque de 2,3 millones de cabezas -, España, con un 6,8 % – y 39 millones – y Portugal, con un 9,7 % – 8 millones –. Es decir, a los españoles nos cabe el dudoso honor de ser, entre los principales países de la UE, el que menos gallinas no de batería tiene, lo que nos diferencia notablemente de los otros importantes productores, con cifras desde el 30-35 % – Francia e Italia – hasta cerca del 90 % – Países Bajos y Alemania -.
Así las cosas, todo parece sugerir que la productiva avicultura de puesta con la que hemos trabajado en los últimos 50 años, basada en la gallina en batería – antes convencional y luego ecológica – tiene los días contados y, más o menos tarde o temprano, tendremos que derivar todos hacia el huevo alternativo, mucho más caro de producir, aunque, a tenor de algunos, defensores de los derechos “humanos” de las aves, o de su bienestar, más “felices” – sic -.
El tema da para mucho, ya lo sabemos y no es la primera vez –ni será la última – que nos ocupamos de él. Pero lo que no es de recibo es que alguna importante cadena, como Walmart, indique que solo comprará huevos de aquellos proveedores con un mínimo de puntos en un “índice de sostenibilidad” que ellos han creado, en el cual el estado sanitario tiene una puntuación y el bienestar otra. Pues ya nos gustaría saber a nosotros cómo evalúan estos dos parámetros…
Para finalizar, solo insistir en que, de continuar por este camino y tener que cambiar el sistema de explotación por una opinión pública manipulada por las organizaciones defensoras de los derechos animales, todos a la larga terminaremos perdiendo, el productor por las inversiones que se verá obligado a realizar y el consumidor por tener que pagar unos huevos más caros, sin ninguna necesidad. •