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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de junio, 2016
La 6ª libertad
¿Recuerdan nuestros lectores aquellas “5 Libertades” enunciadas por el Prof. Roger Brambell, en 1965, en su célebre informe para definir las bases del bienestar de los animales?.
Para el caso de que alguno las haya olvidado, las recordaremos a continuación pues no en vano han sido citadas en multitud de ocasiones en avicultura, habiendo sido una de las bases, por ejemplo y entre otros requisitos, para los cambios introducidos en los actuales sistemas de producción de huevos. Son las siguientes:
- Libertad para no pasar hambre ni sed
- Libertad para no padecer molestias
- Libertad para no sufrir dolor, heridas o enfermedades
- Libertad para poder expresar su conducta normal
- Libertad para no tener temor ni angustia
Pues bien, en Estados Unidos, ahora, ha salido a la luz una “6ª libertad” para las gallinas, la de poder defecar cuando y donde elijan. ¿Por qué?. Muy sencillamente, porque mientras que prácticamente toda la producción de huevos provenía de las gallinas en batería – en aquel país y también entre nosotros -, ahora que ha ido aumentando la de los “alternativos”, algunos se han planteado el peligro que supone la posible contaminación de los mismos por las gallinas sobre yacija, las camperas o las ecológicas. Pues, según dicen, al realizar estas su puesta en unos nidales más o menos higiénicos, con la correspondiente cama o esterilla, no se puede evitar un posible contacto con las deyecciones, con la inherente contaminación de los huevos antes de ser recogidos.
En Estados Unidos ha salido a la luz una “6ª libertad” para las gallinas, la de poder defecar cuando y donde elijan
El tema parece ridículo y, efectivamente, para nosotros lo es, especialmente en el país en donde ha surgido -Estados Unidos-, en el cual todos los huevos recogidos -limpios o sucios, blancos o rubios- son lavados por ley, lo que precisamente entre nosotros se halla expresamente prohibido. Así al menos nos lo parece, costándonos entender la preocupación mostrada por la FDA -Administración de Drogas y Alimentos- norteamericana por ello, preciosamente por esta circunstancia, como no sea porque, en ese país, todo parece indicar que en los próximos años va a producirse un cambio gradual, pero imparable, de la producción de huevos en baterías a la alternativa. En tal circunstancia, aparece la Salmonella como peligro en ciernes, como si todos los huevos producidos en tales sistemas tuviesen que contenerla implícitamente, al ejercer las gallinas su “6ª libertad” …
Aunque la discusión y el temor subsiguiente nos parezcan fuera de lugar, si hemos sacado a colación el tema es por lo que también, entre nosotros, se ha discutido a veces sobre la “odiosa” comparación de los distintos tipos de producción de huevos o, incluso, la calidad y/o las propiedades de unos u otros. Y, sencillamente, nos lo parece, al menos, por algunas circunstancias como son:
- Porque aquellos niveles de contaminación por salmonelas que encontrábamos hace años -pero no ya en el huevo sino en otros productos avícolas o ganaderos- hoy en día se han reducido drásticamente gracias a las medidas de control que se han tomado en las granjas.
- Porque al menos en toda la producción avícola industrial de huevos -sean éstos de batería o alternativos-, todos ellos son examinados, por miraje al trasluz, antes de ser clasificados y comercializados, separándose los que muestran algún indicio de suciedad y/o de falta de integridad de su cáscara.
- Porque creemos que, entre nosotros -nos referimos a la sociedad del mundo desarrollado-, todos somos conscientes de esos posibles “peligros sanitarios” del huevo y así, bien sea por una mejor educación alimentaria por lo que hemos leído u oído, bien por las eficaces recomendaciones hechas, por ejemplo, por el Instituto de Estudios del Huevo, ya aplicamos en la cocina las adecuadas medidas para evitar cualquier posible contaminación de los productos que vamos a preparar para la mesa.
Así que, si bien esa “6ª libertad” es obvia -¡ faltaría más!- para las gallinas, desearíamos que nadie la utilizase -ni entre nosotros ni en otros lugares- como argumentarlo para ir en contra de determinados sistemas de producción de los huevos. Porque todos son igualmente respetables, como también el libre albedrío del consumidor para adquirir el tipo de su preferencia .. o el más conveniente para su bolsillo. •