Este artículo es parte de la edición de febrero, 2016

Cómo mejorar la uniformidad cuando la clasificación de las reproductoras no es posible

Pete Sbanotto

Inter. Hatchery Practice, 276: 6, 9-11

Las técnicas y las economías de clasificar a las pollitas en recría es un tema de discusión en muchas empresas. El problema se halla en que se involucra el coste de la mano de obra y del equipo que se requiere para ello, así como el tiempo que representa, al mismo tiempo que los beneficios que se espera obtener.

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Aunque muchas discusiones no pasan de este punto, casi todo el mundo está de acuerdo en que una manada de reproductores que sea muy uniforme en sus pesos, su estructura corporal y su madurez sexual en el momento de llegar a la edad de ser estimulada por medio de la iluminación al inicio de su producción será más fácil de manejar desde el punto de vista de su alimentación hasta alcanzar los pesos adecuados así como para ir reduciendo luego la ración diaria sin que ello afecte a su persistencia en la puesta.

Tabla 1. Coste de la clasificación en una manada de 10.000 pollitas y 1.500 machos (*)

 

Pollitas

Machos

Número de aves en la manada

10.000

1.500

Salario o pago por hora del empleado, €

15,33

15,33

Tiempo necesario para la clasificación, horas

8

4

Coste de la clasificación por empleado, €

119,81

59,91

Número de empleados necesarios

8

5

Coste del trabajo de clasificación €

958,51

299,53

Coste del equipo de clasificación, €

76,75

76,75

Número de clasificaciones

4

5

Coste total de la clasificación, €

4.141,04

1.881,40

Coste total por manada,

6.022,44

Coste total por pollita, €

0,602

Nº de huevos necesarios para pagar este coste (&)

2,77

(*) Los costes se han ajustado a un cambio de 1 $ = 0,932 €

(&) Considerando un coste del huevo de 0,218 €

En cambio, una manada con mala uniformidad tendrá que ser manejada en base al “promedio” de las aves, lo cual no cubrirá las necesidades de las más ligeras ni de las más pesadas dentro de ella.

El programa de clasificación

Los principales obstáculos que se perciben son los siguientes:

  • La técnica: ¿qué tipo de clasificación es necesario?. ¿Necesitamos coger a cada ave cada vez o basta simplemente pasear por el gallinero para separar a aquellas pollitas obviamente mayores o menores de la media?
  • ¿Cuántas veces es necesario hacer la clasificación?
  • ¿Es mejor hacer la clasificación a una edad que a otra?
  • ¿Que criterio debemos tener en cuenta cuando clasificamos a las pollitas en grupos diferentes?

Inevitablemente, las respuestas a estas preguntas siempre vuelven al análisis de los costes y los beneficios. El programa más complejo requiere 4 clasificaciones completas de cada ave individual, de acuerdo con su peso, a 7 días, 4 semanas, 12 semanas y finalmente 16-18 semanas, esta última tomando en consideración también su composición corporal.

Añadiendo para el caso de los machos una clasificación adicional, los costes que estimamos para una manada de 10.000 pollitas y 1.500 machos se exponen en la tabla 1 en base a las siguientes consideraciones:

  • Un salario, en Estados Unidos, de 15 € por hora(*), con 8 operarios trabajando 8 horas para la clasificación de las pollitas, además de otros 5 trabajando 4 horas en la de los machos.
  • Los costes del equipo corresponden a dos vehículos y 0,32 €/km, asumiendo un trayecto de ida y vuelta de 80 km y un 50% adicional para cubrir el coste del equipo necesario, como redes, cortinas y balanzas.
  • La recuperación de la inversión, aplicando un aumento del número de huevos para incubar por gallina alojada basado en un valor de 0,218 € por unidad.

¿Es posible aumentar el rendimiento de una manada en 2,77 huevos por gallina alojada mediante la clasificación?. Cobb ha completado los resultados de una manada de gallinas criadas en Brasil con unas buena clasificación en comparación con los de otra criada en EE.UU., con poca o ninguna clasificación, mostrando una ventaja para la primera de 14,85 huevos por gallina alojada para la línea de plumaje rápido y de 14,30 huevos para la de plumaje lento.

El manejo de Brasil ha sido reconocido por su capacidad para poder expresar plenamente el potencial genético de las aves. La clasificación es una gran parte de que, al igual que el alojamiento y los sistemas de alimentación y racionamiento son muy similares a las de los EE.UU.

Los programas alternativos

Reconociendo que los costes laborales están subiendo continuamente, las empresas están buscando formas de reducir los costos de clasificación y mantener los beneficios. Como ciertas edades de clasificación son más importantes que otras, la que se podría dejar de hacer con un menor impacto negativo sería la de las ocho semanas.

El mayor beneficio parece venir con las primeras clasificaciones –a siete días y cuatro semanas- ya que son las edades en las que se establece el tipo corporal. La uniformidad de peso podría reducirse durante la cría de la manada, pero la uniformidad esquelética se establece en las primeras cuatro semanas y la del peso se recupera en la granja de producción.

A 12 semanas la clasificación también es importante, ya que esto es justo en el inicio del desarrollo sexual, cuando se puede conseguir una alimentación precisa a las necesidades de cada manada. Una clasificación en base a la composición corporal a las 16 semanas puede no ser necesaria si las evaluaciones anteriores han sido un éxito.

Independientemente del número de evaluaciones, se reconoce que las aves han variado sus hábitos alimenticios. Las aves tímidas que se convierten en las más pequeñas de una manada probablemente siempre serán tímidas pero la clasificación coloca a estas aves junto las otras en vez de hacerlos competir con las compañeras más agresivas.

Las evaluaciones posteriores pueden terminar con la mayoría de las mismas aves en departamentos juntos. La experiencia ha demostrado que las aves más tímidas agrupadas en un mismo departamento pueden tardar mucho más tiempo en comer la misma cantidad de pienso que las aves mayores y más agresivas. Los mejores y más exhaustivos procedimientos de clasificación serán una pérdida de tiempo y dinero sin el manejo apropiado de la cría y recría. Si en un lugar se decide que no es práctico hacer la clasificación de las pollitas, se deben tomar otras medidas para lograr la mejor uniformidad.

Formulación de raciones

La cantidad de proteína ingerida en los primeros 28 días es fundamental para el desarrollo corporal. La investigación ha demostrado que para un desarrollo adecuado se necesita un mínimo de 180 g de proteína por pollita a las cuatro semanas de edad -tabla 2-.

En esta prueba, el 25 % inferior de las pollitas, en peso, que consumía la menor cantidad de proteína tenía sólo el 62 % del peso medio del mismo grupo y menos de la mitad del peso que el 25 % inferior alimentado con más proteína.

Las pollitas ya habían perdido su peso y uniformidad esquelética que no pudieron recuperar posteriormente con técnicas de alimentación o de manejo. La falta de proteína podría provenir o bien de un bajo nivel de la misma en la formulación del pienso o bien de la forma de éste, por ejemplo por su forma granulada o en migajas, lo que reduce el tiempo de ingesta por un consumo más rápido. O también por no haber suficientes horas de luz o de la intensidad adecuada para permitir a las aves la oportunidad para alimentarse, o por no disponer del espacio adecuado de comedero.

Los mejores procedimientos serán una pérdida de tiempo y dinero sin el manejo apropiado de la cría y recría

Cualquiera de estos elementos puede arruinar una manada en las primeras cuatro semanas. Además, el tiempo disponible para que las aves se alimenten se puede alargar suministrando una ración de menor energía a fin de aumenta su volumen.

El entrenamiento de las aves

Es ampliamente aceptado que la uniformidad del lote se ve afectada por los hábitos alimenticios de las aves individuales. Las aves agresivas van a comer más, y aumentar de peso más rápidamente que las aves más tímidas. La dispersión de peso se ensancha con la edad de las aves – las más pesadas y más agresivas continuarán desplazando a sus compañeros más pequeñas.

Una técnica que ha funcionado bien es entrenar a las aves a no ser agresivo rellenando los comederos en la oscuridad, de forma que tan pronto como las canales o los platos están llenos se enciende la luz. Pero esto debe hacerse muy temprano en la vida de la manada. Las aves aprenden que no necesitan amontonarse cuando sale el pienso ya que cuando las luces se encienden está enfrente de ellas. Ellas nunca aprenden que tienen que ser agresivas para obtener su ración.

Sistemas de alimentación

Hay dos elementos de alimentación a considerar, por el espacio de comedero por ave y el momento de reparto.

El espacio de comedero por ave depende del tipo de alimentación, pero es importante para asegurar que todas ellas tienen un lugar para comer al mismo tiempo. El vigilar que las aves coman desde el momento en que las luces se encienden es importante para saber si el espacio de comedero es adecuado.

Cuando se ve a las aves corriendo hacia diferentes lugares a lo largo de la nave y saltando sobre las espaldas de sus compañeras para conseguir algo que comer es señal obvia de que el espacio de comedero no es suficiente.

El diseño de la nave y del equipo puede ayudar o perjudicar a la uniformidad. Cuando se consideran el espacio de comedero y el espacio superficial por ave, una nave más estrecha permite una mayor longitud de aquel para un área determinada de la superficie. Pero esto aumenta el costo del alojamiento y alarga el tiempo necesario para el reparto completo del pienso.

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Para unos requisitos determinados de espacio por ave, una nave más amplia y con líneas adicionales de comederos puede lograr lo mismo. Y una línea o un circuito adicional de comederos también permiten un mejor manejo, no utilizándolos hasta que se necesiten.

Por ejemplo, con tres circuitos de comederos de cadena mínimas, el último de los tres puede no ser necesario, hasta la cantidad de pienso sea capaz de llenar todos ellos, lo que a veces ocurre en torno a 8 ó 10 semanas de edad.

El espacio total de alimentación debe ser calculado en base al tamaño de las pollitas aves en el momento del traslado. Sin embargo, incluso si hubiera suficiente espacio, pero el sistema de reparto no colocara rápidamente el pienso enfrente de las aves, el efecto sería casi el mismo que cuando el espacio es insuficiente.

Las partes de las líneas de comederos sin pienso son zonas desperdiciadas y las aves, naturalmente, se amontonarán en aquellas otras en las que este está disponible. En general, se recomiendan 5 cm de espacio lineal por ave con comederos de canal y II,5 cm de espacio con platos.

El tener los comederos adecuadamente llenos antes de iniciar el reparto es fundamental. Un sistema que puede ser elevado fuera del alcance de las aves después de la alimentación permite que los comederos sean rellenado por completo antes bajarse para el siguiente reparto. Esto es especialmente importante con los sistemas de platos en los que uno no pueda ver en contenido de pienso en los tubos cuando se completa el suministro diario.

El vigilar que las aves coman desde el momento en que las luces se encienden es importante para saber si el espacio de comedero es adecuado

Los comederos deben elevarse solo sólo después de que se ha consumido todo el pienso. Entonces se rellenan antes de bajarlos para el siguiente reparto. Esto ayuda a mantener las aves en calma, pero también se asegura que cada vez se ingiera la cantidad correcta de pienso, ya que no habrá ninguna diferencia en el día a día en lo que queda en los tubos.

Con un comedero de canal y cadena un sistema de tolvas auxiliares “ficticias”, colocado a lo largo de la longitud de las líneas, pone el pienso frente a las aves mucho más rápidamente, evitando amontonamientos en la tolva. Estas tolvas más pequeñas se pueden rellenar de forma manual o mecánicamente después de cada reparto y sólo necesitan contener suficiente pienso para llenar la canal hasta la siguiente tolva al inicio del mismo. Después de eso, la cadena se puede mantener llena poniéndola en marcha hasta que se ha terminado todo el reparto.

Tabla 2. Cantidad de proteína necesaria para un buen desarrollo (*)

Proteína acumulada, g

Peso corporal, g

CV

Peso corporal inferior (25 %)

209

540

11

462

178

479

13

399

164

431

20

319

159

426

25

288

149

409

29

257

140

394

23

278

136

387

25

264

127

368

30

230

(*) R. Teeter, Universidad de Oklahoma.

El elevar los comederos de canal como se describe para un sistema de platos funciona mejor. Si esto no es posible, las tolvas “ficticias” utilizan junto con la puesta en marcha del primer reparto en la oscuridad o utilizando una “luz de señal” es el siguiente mejor método.

La “luz de señal” se basa en una luz de baja intensidad en los extremos de la nave, que se deja encendida mientras que el pienso se llena, estando todas las demás luces apagadas. Esto atrae a las aves hacia la luz y lejos de la tolva central, reduciendo o eliminación los amontonamientos. El objetivo ideal es tener todo el pienso frente a las aves a mismo tiempo. Como mínimo, el reparto de pienso debe llenar todas las canales o todos los platos en dos minutos a partir del inicio de mismo.

Y tanto si la clasificación se utiliza o no, un manejo adecuado de los sistemas de alimentación es fundamental para mantener la mejor uniformidad posible. •

(*) Se ha aplicado un cambio de 1 $ = 0,932

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